Pasados once días la quinta de Amalia está desierta, pero Mariño mando hacer una llave que además de falsa inútil, pues el entra en la madrugada y siempre comprueba que todo está desierto.
Daniel recurre a manuelita para que le ayuda a Amalia diciéndole que la han acusado falsamente de unitaria y le pide que le dé una carta que Amalia mostrara a todos los que van a revisar su casa sin ordenes del gobernador, manuela promete dársela al día siguiente.
Amalia se refugió en una casa abandonada sobre la barraca del río, conocida con el nombre de la “casa sola”, donde de pronto llega Eduardo y entra en la sala con Amalia.
Amalia-¿No ha venido Daniel?
Pedro-No señora no ha venido nadie después de usted y Eduardo.
(Se sientan Amalia y …ver más…

General-Si ustedes no sirven para maldita cosa los mozos de ahora.
Daniel- Bueno, Vaya ligero y nos Reuniremos en el fuerte, allí cenaremos
General-Suerte, pronto.
Eduardo hizo una señal con la cabeza al general Mansilla y subió con su amigo por la Barranca del Retiro. Al volver Daniel sin Eduardo, al pasar por el grande arco de Recova, vio subir al jefe del día y su comitiva que subió a la plaza 25 de Mayo; y volvieron a saludarse junto a los fosos de la fortaleza, donde entraron después de la formalidades militares, Daniel no sabía que Mariño estaba esa noche ahí a cargo de la fortaleza pero ninguna sorpresa se manifestó en su semblante.
Daniel-Esto es servir: el señor Mariño deja la pluma y toma la espada
Mariño-Esto es cumplir los deberes, señor Bello.
General- Esto es vigilancia, todos están despiertos.
Daniel-Entonces usted no ha paseado esta noche solo?
Mariño-Un poco, y antes de juntarme con el General mansilla, di un paseo por los lados del retiro en dirección a san Isidro
Daniel-Oh si yo tuviera un talento como el de usted; pero ando de aquí para allá, todo el dia y noche en beneficio al Restaurador.
Mariño- Cada uno hace lo que puede
Daniel-Cuando estaremos en paz y veremos afianzados esos luminosos
Escritor Federal-Cuando no haya ningún unitario descubierto, ni escondido.
Mariño-Eso mismo le decía yo esta tarde el señor gobernador.
En ese momento un ayudante del jefe del día llego a llamar a Daniel y Mariño, para poder