Guion El Decamerón
Jornada séptima
Narración X
ACTO I
Escena I
Narrador: Hubo en Siena dos jóvenes pueblerinos los cuales eran Tingoccio Mini y Meuccio de Tura, casi nunca uno estaba sin el otro, al parecer se amaban como hermanos, y como todos los hombres asistían a la iglesia y a los sermones muchas veces escuchando sobre la gloria y la miseria de las almas que morían, según sus méritos lo concebían en el otro mundo y de esto se les ocurrió una idea.
(Tingoccio y Meuccio están sentados debajo de un árbol)
Tingoccio: Hermano, hagamos una promesa.
Meuccio: Que promesa.
Tingoccio: Los dos sabemos que no vamos a durar por siempre en este entorno, así que esta es la promesa: si alguno de los dos muere primero, volverá …ver más…
Meuccio: ¡Ah! Yo no digo eso, sino que te pregunto si estas entre las almas condenadas en el fuego atormentador del infierno.
Tingoccio: Eso no, pero sí estoy, por los pecados cometidos por mí, en penas gravísimas y muy angustiosas.
Meuccio: ¿Que penas se dan allá por cada uno de los pecados?
Tingoccio: De todo tipo de penas
Meuccio: ¿Puedo hacer alguna cosa por ti aquí hermano?
Tingoccio: Claro que si hermano, ve a misa y haz oraciones y de limosnas, esas cosas ayudan mucho a los de allá.
Meuccio: Esta bien lo hare.
Narrador: Después de mucho conversar, Meuccio se acordó de la comadre.
(Meuccio suspira y levanta la cabeza mirando fijamente a Tingoccio)
Meuccio: Ahora que me acuerdo Tingoccio ¿por la comadre con la que te acostabas cuando estabas aquí, qué pena te han dado allá?
Tingoccio: Hermano mío, cuando llegue allí había una persona que parecía que se sabía todos mis pecados de memoria, me mandó a un lugar donde encontré a muchos amigos de la misma pena que yo, comencé a llorar con grandísimas penas mis culpas, y estando entre ellos me acorde lo de la comadre.
Meuccio: ¿Y luego que hiciste, o que paso?
Tingoccio: Estaba esperando mi castigo, hasta que una persona al lado mío me comenzó a hablar.
Escena II
(Recreando escena del infierno)
Persona: ¿Qué tienes más que los demás que aquí estas que tiemblas estando en el fuego?
Tingoccio: ¡Oh! Amigo mío, tengo miedo del