Guia de medicina ugto
Reconozco que, cuando escribo novelas o cuentos, tiendo a ser ampuloso; incluso rozo la pedantería y el esnobismo. Es un efecto secundario de cuando aspiraba a ser escritor.
Eran palabras raras y pedantes, del tipo onicófago, acerico, pectiniforme, destazar, nictinastia, chirlo, etc. Palabras que creía que le daban un aire más culto al texto y, por tanto, se me consideraría más fácilmente escritor. Craso error.
El título del estudio es: Consecuencias del habla erudita empleada sin necesidad: problemas con el uso innecesario de palabras largas, llevada a cabo por Daniel Oppenheimer.
Lo que resulta casi anatema es el uso de construcciones sintácticas demasiado