Fotografia forense
UN MINISTERIO CON PROPÓSITO
“La Gloria de Dios y la santificación de los fieles”.Citar la fuente
1.- ¿Por qué estoy en el Equipo de Canto y Música?
El propósito de que estés en el Equipo de canto y Música de tu comunidad, va más allá de tus propios méritos, logros, cualidades, sueños o anhelos. Estás allí porque es voluntad de Dios y para Su propósito.
Quizás te preguntes por qué Dios te escogió a ti para estar en un equipo de canto y música. La respuesta solo la encontrarás en el Señor. El debe ser tu punto de partida para comprender “los por qué” de tu servicio, de tu don, de tu ministerio. Estás allí por Él y para ÉL, y sólo así sabrás tu propósito, …ver más…
El está pendiente de las cosas más simples. A veces verán su servicio sometido a cambios drásticos, promesas atrasadas, oraciones no contestadas, críticas inmerecidas incluso, tragedias sin sentido.
(Testimonio sobre jóvenes que murieron siendo coordinadores del Ministerio: Ensenada, Culiacán)
Una prueba muy importante, es aquella en la que no sienten la presencia de Dios en su vida y donde Dios está observando como responden a ella (2Cro 32,31). Dios hace eso para probar nuestro carácter y mostrarnos cuán débil somos y después estar preparados para servirle con mayor responsabilidad.
Algunas pruebas serán abrumadoras, otras serán muy simples, ni cuenta se darán de ellas, pero todo esto tiene consecuencias para la vida eterna.
“No han sufrido tentación superior a la medida humana. Y fiel es Dios que no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. Ante bien, con la tentación, les dará el modo de poderla resistir con éxito” 1Cor 10,13
“¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Porque, superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman” St 1,12
El don de la música que tenemos, nos lo ha dado Dios, los instrumentos adquiridos, nos los ha enviado Dios, los recursos y medios para servir, nos los ha enviado Dios. Nosotros somos solo administradores de ellos. Este concepto de la vida debe empezar a ser parte de nosotros, desde el día en que aceptamos a Dios