FRASES IMPORTANTES DEL LIBRO TLACAELEL: EL AZTECA ENTRE LOS AZTECAS

No sólo era necesario poseer una conducta ejemplar desde la infancia…Debían salir airosos de las difíciles pruebas que los sacerdotes de Quetzalcóatl imponían para valorar la capacidad de los aspirantes.

Centeotl juzgaba llegado el momento de transmitir a un sucesor la pesada responsabilidad de ser el depositario humano de todos los secretos y conocimientos acumulados al través de milenios por la larga serie de civilizaciones que habían existido desde los orígenes de la humanidad.

El más valiente de los aztecas acababa de conocer el miedo.

con la misma tranquila naturalidad con que podía llevarse el más sencillo adorno, Tlacaélel portaba ahora sobre su pecho el …ver más…

Ixtlixóchitl hablo a Netzahualcóyotl y le hizo ver que por encima de los sentimientos personales deben prevalecer siempre los intereses del pueblo.

Una vez concluidas sus labores de asistencia a los guerreros, los civiles iniciaron una maniobra al parecer absurda: con largas escobas de recias varas comenzaron a barrer el suelo, levantando con ello enormes polvaredas.

Las densas nubes de polvo que los tenochcas continuaban levantando con sus enormes escobas, impidieron a los espías tecpanecas percatarse del hecho de que confundidos entre la población civil que abandonada el campo de batalla iban también algunos guerreros.

la triple alianza garantizaba a los tenochcas la amistad de dos importantes pueblos cercanos a su capital, los cuales, por el hecho de ser aliados y no vasallos, habrían de proporcionarles una valiosa colaboración
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Dado lo reducido de su número, era obvio que resultaría contraproducente cualquier intento de asalto a la fortificación, así pues, los aztecas se contentaron en lanzar periódicamente certeras andanadas de flechas contra las ventanas del edificio, maniobrando de continuo su contorno, para hacer creer a sus ocupantes que se encontraban cercados por fuerzas considerables.

Los tenochcas, bajo la dirección de Moctezuma y de Izcóatl, se dirigieron en línea recta a la ciudad de Azcapotzalco, en donde se unieron a las reducidas fuerzas de Tlacaélel y con rápido asalto se apoderaron del cuartel enemigo.

Tlacaélel