Espiritualidad De Los Ministros Extraordinarios De La Sagrada Comunión
Una espiritualidad laical auténtica no puede ser sino una espiritualidad eucarística. En efecto, todos los acontecimientos importantes de nuestra vida y de nuestra historia los celebramos festivamente, sobre todo los más significativos. Esto, que es una necesidad intrínseca a la naturaleza humana, forma también parte de la vida cristiana y aflora en el acontecimiento máximo: la celebración eucarística.
El tema de la formación y espiritualidad es para todos los fieles cristianos. A todos se nos pide que profundicemos y asuman una auténtica espiritualidad cristiana. “En efecto, espiritualidad es un estilo o forma de vivir según las exigencias cristianas, la cual es “la vida …ver más…
* De oración constante, hambriento de la Palabra de Dios y de la misericordia divina. * Impregnado de la espiritualidad eucarística. * Amante de la comunión de la Iglesia, creativo en un apostolado en equipo, considerando este ministerio no como una promoción u honor sino como un servicio humilde. * Quien hace carne la fe, la esperanza y la caridad y lo transmite a quien sufre. * Corresponsable de la salvación de los hombres.
2. Configurado con Cristo
El ministro extraordinario de la Sagrada Comunión ha de vivir con orgullo el don de gozar con su hermano mayor, Jesús, la filiación con Dios Padre; la dicha de la amistad con ese amigo del alma y en el alma que es el Espíritu Santo. En esta relación amorosa con la Trinidad ha de fundamentar su vida espiritual. El ministro no es un mero “cartero” de la Comunión. Es, sobre todo, un “Cristóforo”, portador de Cristo. Es más, es un configurado con Cristo.
Y constantemente ha de crecer esa configuración que, de manera inigualable, expresó San Cirilo de Jerusalén:
“Al recibir el cuerpo y la sangre de Cristo te haces concorpóreo y consanguíneo suyo. Así pues, nos hacemos portadores de Cristo, al distribuirse por nuestros miembros su cuerpo” (Catequesis, 22).
Portador por llevar a Cristo dentro de sí y llevar a Cristo a los que sufren. El ministro ha de configurarse con la humanidad de Jesús de Nazaret, con todo Cristo resucitado que comulga.
3. Virtudes teologales a)