Espacio agricola venezolano
Ministerio del Poder Popular para la Educación.
Unidad educativa Nuestra señora del Carmen.
Los Teques-Edo.Miranda.
El espacio Agrícola venezolano.
Profesor: Oswaldo Ramos. Alumnos: Escobar Yormary
Oliveros Celeste
Morales Robinson.
17 de Octubre de 2011.
Índice.
Introducción. 3 El espacio agrícola venezolano. 4 Factores físico limitantes. 4 Espacio agrícola y su relación con los aspectos humanos. 5 Características de las zonas agropecuarias. 8 Características de las regiones agrarias según el criterio del geógrafo Luis Fernando Chaves. 10 Uso y tenencia de tierras. 11 Ley de tierras y desarrollo agrario. 12 Los organismos administrativos del …ver más…
La práctica agropecuaria depende también de las opciones para utilizar el suelo, que a su vez dependen del carácter físicos y químico de las tierras, de la abundancia o escasez de humus o materia orgánica. De acuerdo con esto, las tierras aptas para las actividades agropecuarias las encontramos en las áreas montañosas, sus pendientes suaves, valles y terrazas aluviales Ejemplos: valles y terrazas de los ríos Chama y Montatán (estados Mérida y Trujillo).
Espacio agrícola y su relación con los aspectos humanos.
El espacio agrícola es dinámico, los factores anteriormente señalados no imponen límites absolutos que impidan su expansión. La acción humana sobre el medio físico hace que el espacio agrícola crezca al utilizar recursos tecnológicos cada vez más avanzados; en este sentido, se pueden señalar algunos medios que han permitido conquistar el espacio agrícola:
La roturación consiste en la acción de liberar el suelo de la vegetación natural. En Venezuela, las formas de roturación tradicionalmente empleadas son la tala y la quema, aunque en fecha reciente se ha introducido el uso de herbicidas.
Sin embargo, el suelo roturado está expuesto a diversos riesgos de alteración o destrucción .Las montañas desprovistas de vegetación están sujetas a la acción erosiva .Ejemplo: las cárcavas que la erosión han producido en áreas importantes de los andes.
La tala y los incendios, controlados o no, se han convertido asimismo en agentes de destrucción de nuestra riqueza edáfica a