Érase una vez…Jefes, Jefazos y Jefecillos.

Es muy común en nuestro días encontrarnos con organizaciones súper burocráticas y verticales donde existen cantidades de jefes o más bien, personas que tienen otros empleados a su cargo, cuyas posiciones pueden haber alcanzado por distintos motivos o naturaleza aunque no necesariamente la de contar con la capacidad necesaria para dirigir a otros. De ahí, que a través de una anécdota que el autor de este libro, Juan José Almagro toma como punto de partida, resumiendo las características básicas que deben tener los buenos jefes. El autor, que ha ocupado distintos puestos directivos en la compañía aseguradora Mapfre, le preguntó a su madre de 91 años cómo creía que debía ser el jefe perfecto y …ver más…

Es por ello, que un sin número de cualidades negativas salen a relucir a la hora de hablar sobre el comportamiento de los jefes, citando entre ellas: falta de respeto, prepotencia, no saber escuchar, incompetencia directiva, falta de apoyo al equipo, falta de trato humano, etc. Y muchas otras cualidades negativas que más que jefe, definen a la persona en cuestión como tirano o dictador del grupo de personas que dirige.
Evidentemente, no toda la culpa recae sobre ellos, pues muchas organizaciones hoy en día, al igual que empresas de consultorías por doquier, se han convertido en especie de multiplicadoras compulsivas de estas posiciones, basándose en títulos, estudios, diplomas y maestrías, sin tomar en cuenta si el candidato o candidata posee las habilidades directivas necesarias para conducir exitosamente un grupo de personas. No obstante, las empresas deben ensenar a los jefes lo que todavía no se aprende en los colegios o universidades, por ejemplo: ensenar a comunicar, trabajar en equipo y controlar ese mismo equipo, establecer objetivos sencillos y claros y sobretodo, instruirse en conocimientos que deben adornar y son exigibles a los que mandan. Todo esto es además, obligación de la empresa, que debe procurar poner