El valemadrismo del mexicano
Al mexicano no se le puede analizar generalizando. Lo que somos arranca desde nuestros origines, dedos culturas diferentes. De la Conquista nos viene la tristeza del oprimido. Nos hicimos fuertes, en la fragua del dolor y la opresión. Nosotros podemos hablar mal de México, pero nunca permitiremos que otros lo hagan.
PSICOANALISIS DEL MEXICANO
Debemos entender muy bien que no somos inferiores, sino que nos sentimos inferiores.
El dejarnos convencer de que el dinero lo es todo ha dejado de lado tofo lo verdaderamente valioso del hombre.
Actualmente lo que cuenta son las “relaciones”, lo “los compadrazgos”, el dinero que abre cualquier puerta.
El mexicano tiene otra cosa en su contra: Las …ver más…
Posee dotes y recursos intelectuales.
En la época porfiriana se denominaba así a las familias adineradas y de “rancio abolengo”- a veces “muy rancio”- que tenían apellidos muy rimbombantes, que creían de “sangres azul” y muy por encima de los demás.
COSAS QUE VALEN Y COSAS QUE NO VALEN LA PENA
No valen la pena: • Anteponer el dinero y hacerlo supremo de nuestra vida • Estar “cosificados”: ser esclavos de las cosas u no poner estas a nuestros servicios.
Los pobres no eran felices, por que les faltaban muchas cosas; los que tenían algo de comodidades, querían cosas; los que tenían algo de comodidades, querían mas y en vez de gozar lo que tenían, envidiaban lo que les faltaba. Los ricos, ni que decir, Vivian cuidando sus riquezas, temerosos de que las fueran a quitar, y queriendo cada vez mas y mas.
DIME COMO MANEJAS… Y TE DIRE COMO ERES
El que tiene “complejos” de “ejecutivo” y que maneja con una sola mano, por que con la otra sostiene su “celular” para preguntar por mil tonterías. Las secretarias de alto nivel, a las que nunca les alcanza el tiempo. Las “estiradas”, que parecen que se tragaron un “palo de escoba” y siempre tiene un cigarro en la boca, como si fueran “modelos de televisión”. Las parejitas de “tortolos”, porque a veces solo quieren “echar el gato a retozar”. Los agresivos miedosos que se pelean “ a señas” y luego se van, “sin que llegue el agua al río. Los que creen que con el “claxon” lo pueden