El hombre sin cuerpo resumen
Mucho me sorprendió la mencionada cabeza cuando la vi por primera vez. Me conquistó la pensativa inteligencia de sus rasgos faciales. Notable es el rostro aunque carezca de nariz y las fosas nasales estén en pésimas condiciones. Los ojos también están ausentes, pero las cuencas …ver más…
—En cuanto a los brazos —continuó diciendo— ¡ahí tiene otra desgracia que me aqueja! Estoy incapacitado para espantar las moscas que se meten aquí adentro (Dios sabe cómo) en el verano. Tampoco puedo extenderme para darle un golpe a esa maldita momia de Chinook que está sentada allí mirándome con una mueca parecida a un muñeco de caja de sorpresas. No puedo rascarme la cabeza o sonarme la nariz —¡su nariz!— en forma decente cuando me resfrío con esta corriente insoportable. En cuanto a comer y beber, no me importa. Mi alma entera está absorbida por la ciencia. La ciencia es mi novia, mi divinidad. Adoro sus huellas en el pasado y saludo la profecía de su futuro progreso. Yo...
Ya antes había oído expresar los mismos sentimientos. En un instante encontré la explicación de porqué me resultaba conocida la cabeza, pensamiento que me había acosado desde la primera vez.
—Discúlpeme —dije— ¿no es usted el celebrado profesor Dummkopf?
—Ese es o, mejor dicho, fue mi nombre —respondió dignamente.
—Y vivía usted antes en Boston, donde llevaba a cabo experimentos de asombrosa originalidad. Fue usted el primero en descubrir cómo fotografiar el olor, como embotellar la música, como congelar la aurora boreal. Fue usted el primero en aplicar el análisis espectroscópico de la Mente.
—Esos fueron algunas de mis realizaciones de menor importancia —dijo la cabeza, sacudiéndose tristemente—, pequeños