Indigencia

Son las 4 de le mañana, se oyen algunos pájaros, el trafico apenas comienza con su circulación. El ruido y la sed cada vez se vuelven mas agudos y conforme avanza la mañana terminan por despertar a don Gustavo

Como todos los días, Don Gustavo se pone su ropa mas fina, una camisa negra casi gris, pantalón de mezclilla y unos zapatos color vino. Se dispone a salir de su hogar con el único fin, buscar el alimento diario.

Dejando sus pertenencias, unas cuantas rejas y bastantes botellas, en la misma banca de siempre en el parque de la Concordia. Pues es un indigente que desde la edad de 14 años hace de los lugares públicos su hogar.

Así mismo se dirige, junto con muchos otros indigentes, la iglesia de San Juan de los