El bienestar material sucedáneo de la felicidad
Puedo aspirar a la felicidad aunque sea a ratos? Y a esto puedo llamarle felicidad?
Con esta breve introducción, comentaremos este artículo acerca de la felicidad, que inicia con el cuestionamiento de dos posturas muy diferentes: De Nietzsche(- que cosa tiene de verdadero esto?- “ que el hombre aspira a la felicidad”) y Democrito ( La felicidad: no consiste en el ganado, ni siquiera en el oro: el alma es la morada de nuestra suerte)
El autor nos lleva primero a realizar una reflexión acerca de uno de los males del hombre contemporáneo en su ilimitada búsqueda del bienestar material, como sucedáneo de la felicidad espiritual y del uso actual de esta palabra como algo ilusorio. …ver más…

Continúa hablando sobre los presocráticos y la felicidad. El término griego de felicidad era Eudaimonia. Heraclito decía - El carácter moral es el espíritu del hombre- y que -el ser felices no depende de las cosas que se poseen ni del bienestar material-. “Tendríamos que llamar felices a los bueyes que tienen para comer” es decir se reporta solo lo físico y no lo metafísico. Democrito agrega “No consiste en el ganado, ni en el oro. El alma es la morada de nuestra suerte”. Finalmente Sócrates se impone resumiendo “si quieres ser feliz, cuida tu alma”
La felicidad para el helénico era el arete( virtud)- el desarrollo pleno y perfecto de aquello que el es y de aquello por lo que vale-. Así en la apología de Sócrates este dice- ¿No te avergüenzas de ocuparte de las riquezas, para ganar lo mas posible fama y honor y al contrario no te ocupas ni piensas en la sabiduría de la verdad y en tu alma para que se vuelva lo mas buena Posible?-. –La virtud no nace de las riquezas, sino de la misma virtud nacen las riquezas-.
¿La felicidad por lo que el es y por lo que vale es suficiente? Cuando hoy no tengo que comer, donde dormir y donde pensar? Da la impresión que no puede ser solo una sentencia tajante, porque la felicidad se compone de más.
La felicidad como armonía del alma es un concepto que Platón completa como una justa medida de la justicia. Mostrando que la injusticia es el mayor mal y la justicia el mayor bien, y hace afirmar a Sócrates “Quien