IX. EL APOGEO DEL CASTELLANO
Segunda Parte

La primera auténtica gramática de una lengua “vulgar”, o sea moderna es la Gramática castellana que, con dedicatoria a Isabel la Católica hizo imprimir en 1492 Antonio de Nebrija. La importancia de Nebrija es mucho mayor que la de un simple gramático, el sentó en el mundo hispánico las bases del humanismo, movimiento paneuropeo, búsqueda colectiva del saber emprendida por un grupo numeroso de personas a quienes unía el conocimiento de las dos lenguas internacionales, el griego y el latín.
Las gramáticas griegas y latinas eran, el principio y fundamento de toda cultura.
La gramática en que Nebrija puso debajo de arte la lengua castellana acabó de imprimirse en Salamanca el 18 de agosto de …ver más…

Lo que faltaba era un diccionario en que cualquier persona necesitada de saber qué cosa era albalá, o qué cosa era cilla, encontrara su definición o su descripción en lengua castellana, y no su traducción al latín.
Moros y moriscos
El último rey moro de Granada salió en 1492. Sin embargo, los pobladores de la ciudad y del reino siguieron hablando árabe.
Por razones religiosas y políticas, lo árabe había dejado de ser admirable para hacerse despreciable y odioso y el cristianismo español crecía más y más.
A los moros comenzó a aplicárseles la designación de “morisco” y, debido a su discriminación, se les exigió su conversión al cristianismo y fueron presionados para a que aprendieran la lengua castellana.
Pero los que aceptaron el bautismo no lo hicieron de buena gana. Pronto comenzó a estallar el descontento. Se instala la Inquisición y en 1502 se decreta la expulsión de todos aquellos no conversos.
Durante sesenta años hubo pequeñas revueltas por la gran cantidad de abusos institucionalizados. La acción militar fue un horrible castigo no sólo para los moriscos a medio asimilar, sino también para los ya cristianizados e hispanizados, pues en cualquier morisco se veía un rebelde en potencia.
El “problema morisco” llevaba tan pocos visos de resolverse, que en 1609 Felipe III adoptó la “solución final” de la expulsión en masa. Fueron más de 300 000 los expulsados entre