El anticiclón del pacífico sur
Fujimori hizo su discurso poco después que el líder del MRTA Néstor Cerpa anunciara que liberaría gradualmente a los rehenes que no estuvieran conectados con el gobierno peruano.[5] Durante los meses siguientes, los rebeldes liberaron primero a todas las mujeres y, paulatinamente, a los demás rehenes excepto por 72 de ellos.
Demandas
En los días inmediatamente posteriores a la toma, la Cruz Roja peruana actuó como intermediaria entre el gobierno y los terroristas. Entre los rehenes se encontraban oficiales de alto rango de las fuerzas de seguridad peruanas, incluyendo a Máximo Rivera, el jefe de la policía antiterrorista peruana, DINCOTE, y su ex jefe Carlos Domínguez. Entre los otros rehenes se encuentran Alejandro Toledo, quien más tarde se convirtió en Presidente del Perú, y Javier Diez Canseco, un congresista. Los 24 rehenes japoneses incluían a la propia madre del presidente Fujimori y su hermano menor, Santiago. El líder de los terroristas fue identificado como Néstor Cerpa, de 43 años de edad.
Los terroristas interpusieron una serie de demandas: * La liberación de 465 de sus miembros de las prisiones en todo el país (incluyendo a la terrorista estadounidense recientemente condenada Lori Berenson y a la esposa de Cerpa). * Una revisión de las reformas gubernamentales neoliberales de libre mercado. * Señalaron al programa de asistencia extranjera de Japón en Perú como motivo de crítica, bajo