El Tigre De Sumpul
ESTABA allí. Negro bajo las ramas, salpicada de luna la faz siniestra. Se le distinguía claramente por las tres plumas de guara que llevaba en la frente; era el Tigre del Sumpul, aquel río solitario y perdido que se arrastra bajo peñas y entre raíces, el río de los crímenes que se ha teñido tantas veces en sangre y ha escuchado tantos gritos de angustia y de dolor. ¡Río de cadáveres y de huesos!
Allí mismo, aquella mujer que se ocultaba tras el tronco de aquel nudoso tigüilote, había robado a los viajeros y había abonado sus márgenes con sangre. Era de origen maya. Se había creado en las montañas, en las altas montañas de Chalatenango, donde la confederación pipil había detenido el avance del imperialismo ulmeca. …ver más…
Salió la sangre, manchando el suelo, y con un ademán violento arrancó el tejido de piel de chinchintor que llevaba en el pecho.
Y se alejó del lugar.
La desaparición de Malinalli, causó mucho pesar en el pueblo. Todos aseguraban que sería vengado por su nahual: una furiosa culebra Masacuat que, según aseguraban algunos, ostentaba la señal de una gran mancha blanca sobre su lomo negro.
Pasó el tiempo.
El Tigre del Sumpul había huido de tierras pipiles, asustado por los frecuentes encuentros que tenía con una Masacuat larga, con una mancha blanca sobre el lomo negro. Está ahora en el peñón de Cayaguanca.
Era de noche. La luna se paseaba sobre la selva silenciosa. De las montañas vecinas venía un aire frío.
Por la orilla de una ladera escueta, entre un ralo grupo de árboles, caminaba una mujer con una flecha al hombro. En el tronco de un nudoso tigüilote, la luna dibujaba sobre el suelo la figura como de una rama que se movía. Avanzó la mujer, y al pasar frente al árbol, algo se alargó, enrollándosele rápidamente al cuello. Se oyó un grito. Allí, contra el árbol, había una mujer apretado al tronco.
De pronto quedó libre.
Y por la ladera escueta rodó un cadáver.
En la frente se le distinguían tres plumas de guara.
Rodó, rodó por la ladera escueta, bajo la infantil mirada de la luna.
Del tronco se desprendió una culebra.
Se deslizó rápidamente por el sendero.
Una gran mancha blanca se distinguía sobre su lomo