IDEAS: CÓMO PROTEGERLAS Y COMERCIALIZARLAS

Las ideas que alguien o un grupo de personas desarrollen intelectualmente están en la capacidad de convertirse en un invento o un método que mejore un procedimiento actual, siendo así existen herramientas que facilitan la opción de convertir una idea en una propiedad privada para que pueda ser comercializada después de un proceso de estudio y desarrollo en un campo de investigación. Dichas herramientas son llamadas patentes, las cuales existen de diversos tipos según sea el criterio, están las patentes de producto, de procedimiento, de uso, de combinación de elementos conocidos y las de selección.[1]
También se distinguen la patente de invención y la de modelo de utilidad, en este caso se