Educación en república dominicana
1903 - 1936 Nací y me crié en una vieja casa solariega que, por ser la más grande de la aldea, es llamada por todos “la casona”. Es frecuente en las aldeas distinguir a las familias por el lugar que habitan: así se dice “los de la Fuente”, “los del Valle”, y en mi caso, “los de la Casona”
Con esa distinción paseó el autor su obra por todo el mundo, haciendo de ese apellido simpático un sello de calidad literaria y teatral. Besullo fue la aldea asturiana que lo viera nacer en 1903. Cinco años después vivió en Villaviciosa; más tarde, comenzó sus estudios de Bachillerato en Gijón, aunque fuesen terminados casi en el punto más distanciado de Gijón en la geografía española: la ciudad de Murcia, debido al traslado …ver más…
Tuvimos éxito. Se entretuvieron los más chicos y quedó prendida en la mente de los mayores una lección, una enseñanza, un aletazo a la imaginación. Con esta declaración, comprobamos que algo constante en su carácter va a ser su inagotable altruismo, fuente de energía para dedicar su atención y su poder moral, oficial y económico a trabajar por acciones de solidaridad humana y social. En 1928 también tiene lugar, en San Sebastián, su boda con Rosalía Martín Bravo, compañera de estudios de Madrid, y su nombramiento como finalista en un concurso de ABC por la pieza Otra vez el diablo. La situación profesional en el valle pirenaico le proporciona una excelente oportunidad para ir escribiendo otras obras como El crimen de Lord Arturo -adaptación del relato original de Oscar Wilde, estrenada en Zaragoza en 1929- , traducir piezas breves de August Strindberg y publicar su segundo libro de poemas, La flauta del sapo (1930). Corre el año 1931 y, tras una fugaz estancia como inspector en Asturias y en León, oposita con éxito por una plaza en la Inspección Provincial de Madrid, donde fija su residencia hasta el comienzo de la contienda civil. No obstante, decir que residirá en Madrid durante esos seis años es decir una media verdad, puesto que, el mismo año en que Casona consigue esa plaza madrileña, se proclama la II República Española, y el recién creado Patronato de Misiones Pedagógicas le asigna