Discurso Orla
Para empezar quiero darles la bienvenida a este acto de entrega de orlas de la promoción 2008-2012 del I.E.S. Arucas Domingo Rivero.
Representa un verdadero honor para mí tomar la palabra en nombre de todos mis compañeros graduados en este día tan especial. Un día que marca el fin de una importante etapa de nuestras vidas. En días como éste, tenemos sentimientos encontrados, una alegría enorme por haberconseguido una meta personal pero a la vez mucha expectativa de lo que ocurrirá de ahora en adelante.
Hoy es un día de esos que merece la pena guardar en el álbum de los recuerdos: es día de fotos, de “hasta luegos” y de despedidas más o menos definitivas o duraderas (hasta mañana, hasta septiembre, hasta el …ver más…
A nuestros profesores, en todas y cada una de sus variantes. Aquellos profesores pacientes preocupados por el aprendizaje de todos, gracias porque mientras íbamos haciéndonos más responsables e independientes nos dieron su apoyo; a aquellos profesores menos pacientes: gracias por forzarnos a crecer y madurar; a aquellos profesores totalmente exigentes: gracias por buscar y obtener lo mejor de nosotros y enseñarnos lo que somos capaces de hacer. Ellos nos deben varias arrugas nuevas, varias canas, o incluso, algunos nos deben agradecer el ahorro en champú ahora que ya no tienen pelo por nuestra culpa. Y nosotros les debemos una formación integral, una formación de la que podemos sentirnos orgullosos. Porque es difícil, a veces, poder dirigirse a un profesor como un amigo, y sin embargo, aquí, junto a los compañeros de aula, podíamos contar con nuestros profesores.
Tal vez lo que estoy diciendo parezca algo sin importancia, pero yo puedo decir que esa cercanía entre alumnos y profesores ha hecho que este paso por el Instituto haya sido un poco más placentero de lo que pudo haber sido si sólo hubiésemos tenido clases tras clases. Y sí, es cierto, puede que haya habido discrepancias o problemas con algunos de ellos, pues no siempre estábamos de acuerdo con sus métodos, pero por algo estaban ellos de pie delante y nosotros sentados. Ellos han dado lo mejor de sí mismos y nos lo han entregado a nosotros. Hoy les atribuimos de esta manera: