Desventajas de la quimica
Yo he venido a ver el cadáver de un hombre que había sido mi padre.
Nunca en su vida, tuve de él noticia alguna y muy menos la cariñosa noticia de un padre. Alcance su muerte y estoy seguro de que lo último que vieron sus ojos espantados fue mi cara. No supo nunca que yo era una llaga en media noche cuyo mayor ardor era una maldición contra el y contra mi vida. Cuantas veces en esa tremenda soledad de media noche aterido, empavorecido, ante la inmensa pregunta que brota de un hombre, ante el ¿Qué soy? ¿Por qué soy? maldije la rijosidad de mi padre. ¡Ah, no! Yo supe esta verdad aplastante y si el llanto no brotó de mis ojos fue porque estaba tan aterrado que no podía llorar. Mi padre no quiso que yo naciera. Ese