Del fetiche al dios de jesus
El primer paso que debe darse es garantizar que la relación con Dios éste dada en el encuentro personal con el Dios que Jesús nos reveló, y no con imágenes distorsionadas de ÈL. Cuando se hace un trabajo personal profundo y se conoce el barro del que estamos hechos, nos damos cuenta que tenemos una serie de miedos y compulsiones que nos fabrican fetiches, falsas imágenes de Dios.
Por eso un primer examen, en un primer discernimiento, acercamiento a la experiencia espiritual, tiene que encaminarse a verificar si eso que llamamos “Dios”, refleja en realidad la imagen del Dios de Jesús o es una pobre percepción de Dios, producto de nuestra fragilidad humana.
Así se va comprendiendo que discernir es una lucha, …ver más…
El Dios de Jesús es el Dios del amor incondicional: Que nos quiere por lo que somos y no por lo que hacemos; el Dios que nos busca más, precisamente cuando hemos sido más alejados de lo que nosotros hemos captado como “Su camino”. El Dios que nos ha querido cuando aún éramos pecadores (Rom 5,8) y nos ama y nos prefiere justo por ello (Mc 2, 16-17).
El Dios de Jesús es el Dios de la gratuidad: Es la palabra que quizás, lo representa más. Todo en El es gratuito. No se le compra con nada, no se nos vende por nada. Todo en Él, todo Él, es regalo (Mc 10, 45)
El Dios de Jesús es el Dios del Reino: Es decir, de un proyecto histórico suyo para con la humanidad; proyecto que implica la paz, la justicia, la concordia, la solidaridad, la igualdad, el respeto entre todas las personas y el equilibrio con el universo. Es un proyecto que comienza ahora y termina en Dios también. Es el Dios que se encarna en cada uno pero sigue siendo radicalmente Otro (Mt 25, 31-46).
El Dios de Jesús es el Dios que se experimenta: Es decir, se le conoce y se le comprende desde la experiencia y el encuentro con Jesús y no tanto desde el conocimiento (Jn 14, 8-9). No hay pasos ni gradaciones en su comprensión. La clave exegética para estar en su sombra es el reconocimiento de nuestra condición de limitados y pecadores, de pobres y de necesitados. Esta es la