Cuento sobre la globalizacion
Érase una vez una isla en un lugar muy lejano del mapa que se llamaba Terminus, Allí había un reino formado por varios pueblos donde cada uno tenía su propia cultura y forma de ver la vida. Pero aun así con esta diferencias todos sus habitantes vivían felizmente en plena armonía con la naturaleza y con todo lo que la vida les proporcionaba. Estos madrugaban todos los días para cultivar sus tierras y faenar en el mar, ya que casi toda la población vivía de la pesca y la otra parte vivía de la agricultura. Mientras los padres trabajaban duro, los niños permanecían en el colegio donde los profesores les enseñaban a leer y a escribir. Por aquellos tiempos no existía el dinero, por lo tanto las personas no conocían el término …ver más…
De éste modo podrían viajar hasta el sur y así vender todos sus productos. Pero había un problema, los pueblos del sur apenas disponían de monedas de oro con la que poder comprar todos los productos que les ofrecían los agricultores y pescadores del norte. Es por ello que éstos últimos fueron a visitar al Rey para mantener una reunión con él y explicarle el problema que tenían los del sur. Finalmente llegaron a un acuerdo de reunir entre todos 500 monedas de oro, dejándolas dentro de un cofre en el castillo del Rey. Este dinero serviría de ayuda a los pueblos del sur para poder comprar los productos de los del norte. Pero el dinero no se lo iban a prestar así como así, sino que el trato era que por cada 10 monedas prestadas, pasadas un tiempo, estos deberían devolver 11 monedas. De lo contrario si no podían devolver estas monedas, el Rey se quedaría con todas tus pertenencias como cobro de la deuda. Con el paso del tiempo los del norte eran más ricos y los del sur, más pobres. Debido a sus grandes deudas y a la gran pobreza, los habitantes de los pueblos del sur ya no podían llevar a sus hijos al colegio puesto que no tenían dinero para pagarlo y además necesitaban que trabajasen sus hijos para poder subsistir. Una mañana un vecino del sur, al que ya no le quedaba nada, decidió luchar por lo poco que le quedaba, su libertad. Es por ello que llamó al resto de vecinos y les comunicó una posible solución, acabar con la