Cristianismo y su influencia en el deporte
Y
SU INFLUENCIA
II
INDICE
Introducción ………………………………………………………………3
Objetivos ………………………………………………………………….3
Resumen ………………………………………………………………….3
Parte principal ……………………………………………………………4 – 20
La iglesia y el deporte en la antigüedad …………………………...4 La iglesia y el deporte en la actualidad ……………………………9 Los Marianistas ……………………………………………………10 Attendis Guadalete ………………………………………………...18
Conclusiones …………………………………………………………..…20
INTRODUCCIÓN
Nuestro trabajo se basa en una comparación entre la opinión que tenía la Iglesia en los tiempos de Jesucristo y la opinión que hoy en día prevalece en las diferentes congregaciones religiosas, ya sean colegios u otras asociaciones. …ver más…
La educadora adventista Elena White comenta la experiencia de Cristo en relación con los deportes con las siguientes palabras:
“Cristo… era el gran Educador para la vida presente y futura. No he podido hallar ningún caso que indique que haya enseñado a sus discípulos a entregarse a la diversión del fútbol o a partidas de pugilato con el fin de hacer ejercicio físico”.
Cabe hacernos una pregunta: Si los deportes son tan necesarios para el desarrollo mental, físico, espiritual y social del individuo, como afirman los defensores del sistema educativo griego, ¿por qué razón Cristo, el modelo perfecto de Formación Integral, no tomó tiempo para practicarlos? El ejemplo de Cristo tiene mucho que decirnos respecto a las supuestas bondades que nuestros contemporáneos le han atribuido al deporte.
El registro bíblico revela que aunque Cristo no tomaba tiempo para el deporte, invertía mucho tiempo realizando ejercicio físico saludable mediante otras actividades. Cuando viajó a Nazaret la gente lo reconoció como “el carpintero, hijo de María”. Esto evidencia que el Señor en lugar de dedicar su juventud a los deportes y diversiones, prefirió realizar su ejercicio mediante un trabajo útil, que reportara algún beneficio. Cortando los árboles en el bosque, alzando y transportando los troncos al taller, cortando la madera con el serrucho, clavando puntillas con el martillo, el Señor tenía suficiente ejercicio para fortalecer sus músculos y gozar de un excelente