Coritario
2441 palabras
10 páginas
ALLAN KARDEC Frío y cerebral, así describieron algunos de sus contemporáneos al educador francés Hippolyte Rivail; y, sin embargo, bajo el nombre de Allan Kardec sería el fundador del espiritismo, y millones de personas le seguirían. | | || Hippolyte Léon Denizard Rivail, más conocido hoy bajo el seudónimo de «Allan Kardec», nació en Lyon, Francia, en 1804. Su padre, un distinguido jurista y juez local, quería darle la mejor educación posible, de modo que a los 10 años lo envió al Instituto Yverdon en Suiza, fundado y dirigido por J.H. Pestalozzi (1746-1827), el hombre que logró revolucionar la educación europea.
Convencido de que la intuición es la fuente de todo conocimiento, Pestalozzi estimulaba a sus discípulos para …ver más…
Rivail quedó impresionado por «la sabiduría y la caridad que emanaban de las comunicaciones serias», y emprendió una intensa serie de sesiones con una medium llamada Japhet, en las que propuso una serie de preguntas para que los espíritus las contestaran, cosa que hicieron.
El año siguiente, publicó más de 500 preguntas, respuestas y comentarios personales bajo el título de Le livre des esprits (El libro de los espíritus), que revisó y aumentó tres años más tarde. Se publicó bajo el nombre de Allan Kardec, un nombre tomado de la ascendencia bretona de Rivail, y que al parecer fue elegido por los propios espíritus. Así, Rivail se convirtió en Kardec, y cuando murió en 1869 había escrito o, como él prefería decir, había «compilado y ordenado», cinco libros y dos monografías, insistiendo en que el contenido principal no provenía de su trabajo, sino del de numerosos espíritus «avanzados» que se comunicaban a través de diferentes mediums.
Sus obras principales fueron: El libro de los espíritus (1857 y 1860), El libro de los mediums (1861), El Evangelio según el espiritismo (1864) -publicado en España en 1978-, Cielo e infierno (1865) y Génesis (1867). También fundó, editó y escribió gran parte de la revista Revue Spirite, hasta su muerte en 1869.
A pesar de su fe inconmovible en la comunicación con los espíritus de los muertos,