Este texto es, por su naturaleza, una fuente histórica. Mientras que la primera parte del texto es subjetiva, ya que el rey expresa su opinión sobre la Constitución y los decretos de las Cortes de Cádiz, la segunda parte es objetiva, pues declara la derogación de tales obras. El destinatario es público, porque va destinado a todos los súbditos de rey (el cual pretendía dar a conocer a la opinión pública su intención de volver al absolutismo). Y según el contenido es un texto político-jurídico, jurídico al ser un documento que tiene carácter de ley y político porque establece las relaciones de poder.

Situamos este texto en el 4 de Mayo de 1814, cuando la guerra de la independencia finaliza con la derrota de los franceses y el regreso de …ver más…

El entusiasmo popular ante el retorno del Deseado fue inmenso. El régimen constitucional no fue capaz de oponer resistencia, y las Cortes fueron disueltas el 10 de mayo de aquel año. La promulgación de este decreto se vio favorecido por una situación internacional propicia. Era la Europa de la Restauración. Tras la derrota de Napoleón se reúne el Congreso de Viena, donde se establece la necesidad de volver a las monarquías absolutas y constituir una política defensiva para neutralizar los movimientos revolucionarios, la Santa Alianza.

El “Decreto de Valencia” es el primer anuncio de Fernando VII respecto a sus intenciones políticas y con el que abre la primera etapa de su reinado: el sexenio absolutista (1814–1820), que se inicia con la inmediata represión de los liberales, que son perseguidos y encarcelados aunque muchos de ellos lograron exiliarse. Durante este período, Fernando VII, apoyado por la Santa Alianza y una camarilla de políticos, restauró todas las instituciones del Antiguo Régimen: los privilegios de la Mesta, la Inquisición, anulación la libertad de prensa, etc. Es una etapa caracterizada principalmente por la lucha entre liberales y absolutistas y por una profunda crisis económica debido a los destrozos de la guerra y a la pérdida de las colonias americanas. Todo esto provocó que España quedase relegada a un papel secundario en el panorama internacional (la participación en el Congreso de Viena de 1815 se saldó sin beneficio alguno para el