Prólogo

Hubo una vez una guerra, una guerra entre humanos y magos, brujas y gnomos, valquirias y amazonas, reyes y vasallos, todos pelearon por un poder que nadie sabia qué podía causar o qué podía conceder. Aún así todos pelearon. Durante esta trágica época de guerra y violencia, hubo dos enamorados que quisieron huir y evitar la guerra, ya que ellos no envidiaban ni codiciaban el solicitado poder. Fueran a donde fuesen estaban condenados a sufrir la guerra. Recorrieron cielo, tierra, aire y mar buscando eso que es realmente la paz. Al no hallarlo intentaron encontrar la forma mágica de detenerla y decidieron recurrir a la solución más difícil de tomar, pero la única que hallaron, la muerte. Él, Tristán, ofreció su alma al Bien, y …ver más…

Pocas ángeles quedaron después de la matanza, la única que se atrevió a proteger a los guardianes fue Niebla. Los ancianos conjuraron un refugio mágico para proteger a esta ángel, crearon Ávalon, un lugar oculto dentro del cuartel de la resistencia en Sinaloa. Lo hicieron porque sin Niebla, Mendra llegaría hasta los guardianes y la guerra estallaría. Pero el que Niebla haya vivido recluida de todo la ha hecho débil y no podrá seguir protegiendo a los guardianes mucho más. Ahora es más difícil ya que Claus, siervo de Mendra, está buscando Ávalon con ahínco. Claus es un ser insignificante, sin alma. Su historia es lamentable. Cuando tan solo tenía 5 años humanos, porque Claus así lo era, pertenecía a Tristania, sufrió tales maltratos del que decía ser su progenitor que la magia negra que aún perdura en los humanos afloró en él. Una noche fue capaz de asesinar a su padre.

La magia oscura es la más difícil de extirpar. Es la más difícil de rechazar. Aporta tanto poder que quien la usa recae fácilmente en ella. El consejo tuvo que tomar una decisión y trasladaron a Claus a Seria. Lo incluyeron en la sociedad de Frongteis, el pueblo de aquellos únicos, sin clasificación, seres mágicos en extinción o los que son expulsados de sus clanes, disidentes del poder de sus tribus o traidores. Hay muy poca bondad en aquel lugar, pero al menos los que no tienen dónde ir porque han sido exiliados o porque simplemente son