El Decreto de la Alambra fue realizado por los Reyes Católicos el 31 de marzo de 1492, en el cual se obligaba a todos los judíos de la península Ibérica a convertirse al catolicismo o sino a ser expulsados, este decreto en un principio tenía como fecha límite el 31 de julio de 1492, pero por motivos logísticos se extendió el plazo hasta el 2 de agosto .
Las condiciones de la expulsión de los judíos consistían: en la obligación de salir de la Península Ibérica, y de todos los territorios de los Reyes Católicos, con carácter definitivo y sin excepción, si alguien desobedecí este edicto se le condenaría a muerte y sus bienes serían confiscados, entre otras cosas.
Las causas que provocaron la expulsión de los judíos fueron:
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La mayoría de los judios desterrados fueron a parar a Portugal o Navarra, de donde años más tarde también serían expulsados, la minoría marchó a Flandes, norte de África, Italia y territorios mediterráneos del Imperio otomano. Económicas: su marcha se notó sobretodo en el ámbito de los negocios y la economía en los lugares donde habitaba un gran número de ellos. La expulsión se convirtió en un próspero elemento financiero de la corona y la Inquisición por motivos de las expropiaciones consecuencia del decreto. Esto ocasionó una crisis entre la corona y la iglesia, quienes se peleaban por adquirir estos bienes decomisados o explotados. Socio-religiosas: el edicto muestra que la razón de la expulsión no era la falta de fe de los conversos, sino la integración de las fiestas judías en su cristianismo. Aumentó el número de conversos y se consolidó una división social entre cristianos viejos y cristianos nuevos (judíos convertidos al cristianismo o sus descendientes), división que se vería plasmada en los estatutos de limpieza de sangre. Culturales: la expulsión supuso que las sociedades castellanas y aragonesas perdieran a figuras tan ilustres del mundo cultural y científico como salomón ben Verga, Isaac Abravanel, entre otros. La investigación científica no sufrió excesivamente, puesto que no existía case entre los cristianos, y a pesar de la