Canasta de cuentos mexicanos- la tigresa
Finjamos que soy feliz, triste pensamiento, un rato; quizá prodréis persuadirme, aunque yo sé lo contrario, que pues sólo en la aprehensión dicen que estriban los daños, si os imagináis dichoso no seréis tan desdichado.
Sírvame el entendimiento alguna vez de descanso, y no siempre esté el ingenio con el provecho encontrado.
Todo el mundo es opiniones de pareceres tan varios, que lo que el uno que es negro el otro prueba que es blanco.
A unos sirve de atractivo lo que otro concibe enfado; y lo que éste por alivio, aquél tiene por trabajo.
El que está triste, censura al alegre de liviano; y el que esta alegre se burla de ver al triste penando.
Los dos filósofos griegos bien esta