Introducción
En el periodo transcurrido entre la toma de posesión de Francisco I. Madero en noviembre de 1911 y el fin de la administración de Lázaro Cárdenas del Río en Noviembre de 1940, el país vivió una profunda transformación política, económica, social y cultural promovida desde el Estado bajo la tutela de los generales triunfantes de la Revolución.
Vista a la distancia, la épica revolucionaria fue capaz de sentar las bases de transformación de un país pobre, predominantemente rural, atrasado, analfabeta y de régimen dictatorial, en un país con crecimiento económico, predominantemente urbano, moderno, más educado, de régimen autoritario, es cierto, pero con un amplio consenso social, un elevado nivel de acuerdo entre las élites …ver más…

El presente no es un trabajo in extenso sobre la Revolución mexicana, de ahí que nuestro análisis de ese periodo se centre exclusivamente en los elementos que nos permitirán entender los alcances del sistema político mexicano posrevolucionario.
La Constitución de 1917 sentó las bases de una presidencia fuerte, dotada de poderes formales que no contemplaba la constitución de 1857. Si bien los constituyentes reunidos en Querétaro eliminaron la reelección indefinida, que le daba a la presidencia un carácter de tipo personal desde 1890, Alicia Hernández sostiene en su ensayo titulado La parábola del presidencialismo mexicano que “El presidencialismo se define en la nueva constitución como un poder separado del Legislativo, elegido por mayoría por voto directo y universal: sus funciones son de Jefe de Estado a la vez que de jefe de gobierno. Al presidente se le confiere la capacidad para designar, sin pasar por la aprobación del Congreso, a los secretarios de Estado. Además de sus funciones de gobierno, la presidencia tiene las legislativas: enviar iniciativas de ley al Congreso, vetar las leyes que éste aprueba, suspender transitoriamente, con la aprobación del Congreso, las garantías constitucionales y obtener del Congreso facultades extraordinarias en los casos de invasión, guerras y disturbios sociales”.
También “definió a los partidos políticos como las organizaciones básicas para llevar a cabo la lucha democrática por el