BIOGRAFIA DEL PROFR. ADRIAN ORTEGA MONROY
Don Adrián Ortega Monroy, uno de los maestros más respetados y con mayor influencia en el medio educativo estatal, fue dos veces Director de Educación Pública del Estado de México, formo parte del Consejo Directivo del ICIA en momentos cruciales y fue director de la Escuela preparatoria de Toluca.
Don Adrián nació en Lerma, Estado de México, el 8 de septiembre de 1896. Después de cursar la educación básica en su ciudad natal, se traslado a Toluca en 1908 para estudiar la carrera de maestro en la Escuela Normal para Varones, que en ese tiempo funcionaba todavía en el ala occidental del edificio del Instituto Científico y Literario. En 1914 obtuvo el título de maestro de educación primaria.
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Establecida la Universidad, don Adríán impartió cátedras en la Escuela de Pedagogía Superior, en la Escuela de Turismo y en la Escuela Preparatoria.
En 1962. Don Adrián fue designado director de la Escuela Preparatoria por el consejo Universitario, que lo reeligió para ese cargo en 1965 y en 1963 fue nombrado Director General de Educación Pública por el Gobernador del Estado. Juan Fernández Albarrán.
En ambos puestos, termino su brillante carrera magisterial, pues el 16 de septiembre de 1969 comenzó a disfrutar de la pensión que le otorgo el gobierno del Estado, después de 55 años ininterrumpidos de servicios.
Entre las numerosas distinciones que don Adrián ha recibido a lo largo de su vida, que ya llega, afortunadamente a un siglo, destacan tres:
La medalla “Ignacio Manuel Altamirano” máxima condecoración al magisterio nacional que le fue entregada en Querétaro, en 1967 por el presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz.
La medalla “Adolfo López Mateos”, que le fue otorgada en el mismo año por el consejo Universitario de la UAEM.
La presea Estado de México en la rama de Pedagogía y Docencia “Agustín González Plata”, que le fue entregada en 1985 por el Gobernador del Estado, Alfredo del Mazo González.
Este año, 1996, debido a que el maestro Ortega cumple cien años de vida y su recuerdo permanece vivo en la Universidad como ejemplo de hombre integro y educador eminente, el rector de la UAEM.