Analisis literario ollantay
841 palabras
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Y más aún, el gran perfumista se convierte, a la larga, en una especie de Satanás, porque, aparte de lo que acabamos de señalar, no creía en Dios ¡Que miserable era el olor de este Dios! Dios apestaba. Dios era un pequeño y pobre apestoso. Este Dios era engañado o engañaba él, igual que Grenouille... ¡solo que mucho peor, se consideraba el dueño de sí mismo, no creía en alguien que lo estuviera rigiendo y, para aseverar más aún esta afirmación, se creía un Dios, no solamente de sí mismo, sino que también, al final, de todas las personas de su mundo exterior. Asumiendo el mundo exterior como el mundo en el cual coexistimos, valdría la pena preguntarnos ¿cuál es nuestro dios? Y la respuesta sería Jesús, otra analogía, por consiguiente, sería