Analisis del principito cap 4
Análisis filosófico del capítulo IV
“Quisiera crecer y ser un adulto”. “Cómo me gustaría volver a ser un niño”. Éstas son frases que hoy en día es muy común escuchar decir a los niños y a los adultos, pues hay una brecha muy grande la que separa a ambos. No se dan cuenta de que en realidad no son tan distintos, sólo que el adulto ha olvidado ser niño y el niño no sabe realmente lo que significa crecer.
En éste capítulo del Principito, como también en los otros, se hace mención a las diferencias entre un adulto y un niño. Se muestra como un niño, ve lo real de las cosas, lo que son, cómo son, y busca saber más. En cambio a medida que ven creciendo, muchos pierden esta cualidad y caen en el reductivismo: reducen …ver más…
Ésta persona desde pequeña tuvo que dejar de crearse esas metas que hacía por él mismo, como dibujar boas, y debió dedicarse a cosas de adultos que le dijeron que hiciera (matemáticas, historia, etc.). Pero ahora, tiene que comenzar otra vez y aprender a ser un niño, a dejar de ver las cosas sólo como adulto. Entender que crecer no es lo que él siempre pensó y le hicieron pensar que era durante toda su vida, crecer es un camino que hay que recorrer con la vista hacia delante (y con ideales) pero sin olvidar lo que vamos dejando atrás (que es lo que somos). Los adultos suelen caer en la rutina, y hoy en día, lamentablemente los adolescentes también. Es algo que cada vez aparece en niños más pequeños. La rutina mata la vida, pues aunque el hombre sea de costumbres, las costumbres también matan al hombre. Si no se tiene el equilibrio correcto da la sensación de estar perdidos, porque ya estamos tan acostumbrados a hacer las cosas, que las hacemos sin pensar. No somos concientes del momento presente, de lo que estamos viviendo, y si la vida se convierte en una constante rutina, al final viviremos la vida sin saber lo que hemos vivido. Mucha gente cae en esto porque salir significa pensar cada cosa que hacen y eso implica un esfuerzo, por lo que prefieren no dar ese paso porque les da flojera, y, al final, todos los adultos hacen lo mismo cada día: se despiertan, salen a trabajar, trabajan, vuelven a sus casas y se duermen, no hay nada que le haga marcar