Katiushka Guilliani

La Ilíada – por Homero
Canto XII – Combate en la muralla

La Ilíada es un poema épico que desarrolla la gran guerra entre los aqueos, griegos de la época Micénica, y Troya. Esta guerra se inicia porque Paris, el príncipe de Troya, se enamora de Helena, la esposa de Menelao, hermano del rey Agamenón. Agamenón entonces, toma esto como excusa y decide atacar a Troya. Se desembarca con el enojo de Aquiles, uno de los más grandes guerreros y considerado el más veloz de los hombres. Su enojo fue provocado ya que Agamenón, rey de los aqueos y jefe de la expedición griega contra Troya, ha decidido quedarse con su esclava más apreciada, Briseida. Por tal razón, Aquiles con su ejército de mirmidones, pueblo de guerreros …ver más…

Luego, Asio le gritó a Zeus indignado. Pero Zeus lo ignoró, ya que su propósito era concederle la gloria solo a Héctor. Al irse Asio en contra de las órdenes de Héctor, provocó que muchos de sus hombres murieran en combate. Polipetes y Leonteo continuaron en el luchando, matando a varios de los troyanos. Esto hizo que Héctor y Polidamante se apresuraran. Sin embargo, observaron como un águila dejo caer una serpiente sangrienta al suelo. Polidamante entonces aconsejó a Héctor que no destruyeran el muro en ese instante, ya que pensaba que de igual modo que el águila soltó la serpiente antes de llegar al nido, el atacar el muro provocaría que los aqueos retrocedieran a las naves y ellos no pudieran regresar por el mismo camino sin dejar gran cantidad de sus hombres heridos. Sin importar el consejo de Polidamante, Héctor le dice que no pierda el juicio y que confié en la promesa de Zeus; que debería luchar por su patria. Héctor y sus guerreros continuaron en lucha hacia la muralla. Zeus entonces lanzó rayos y revolcó la arena, quitándoles los ánimos a los aqueos. De ese modo, Héctor y los troyanos tuvieron su gloria. Siguieron con su lucha e hicieron todo lo posible para destrozar el muro. Sin embrago, dos Ayaces que iban recorriendo la muralla, continuaron luchando y dando ánimo a los aqueos. Ambos los troyanos como los aqueos, seguían combatiendo, mientras Zeus hacia nevar cubriendo todo. Los troyanos se llenaron de esperanza por el acto de