Análisis Discurso "La Soledad De América Latina" (Gabriel García Márquez)
El discurso empieza con el punto de vista de Antonio Pigafetta, quien se asombra del mundo increíble que en ese entonces era América meridional, describe a criaturas desconocidas para sus ojos, luego García Márquez habla sobre la cantidad de libros hechos por los cronistas que hablaban sobre espectaculares historias en las que el oro era su protagonista, esto solo es muestra de la enorme riqueza que existía y la inmensa locura que poseíamos y aún tenemos. Un mundo lleno de demencia.
Un mundo en el que las leyendas hablan de guerras, seres humanos en constante lucha por la …ver más…
“Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte.”
No obstante la cita anterior muestra que seguimos aquí, pese a todo el infortunio que el tercer mundo ha experimentado seguimos aquí, puede que suene ingenuo, pero la esperanza de salir adelante, de seguir, de vivir no ha concluido. La esperanza de que verdaderamente exista un mundo en el que vivamos en paz.
Por último el ganador del Premio Nobel hace un homenaje a la que él considera la única demostración de la existencia del hombre, la poesía, tesoro invaluable con la que escritores y lectores se han mantenido a flote, en este mundo trágico y maravilloso.
“Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Ilíada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores