“Ahorro De Energía y Preservación Del Medio”
Dos graves problemas asociados a la creciente utilización de los combustibles aparecieron en el siglo pasado: el aumento de la concentración de Dióxido de Carbono (CO2) en la atmósfera y la formación de lluvias acidas. Como conoces, durante la combustión de carbón, petróleo y sus derivados, y gas natural, se genera Dióxido de Carbono. En el pasado siglo la concentración de este gas en la atmósfera se incrementó alrededor de 1.3 veces, intensificando el denominado efecto invernadero, con el consiguiente aumento de la temperatura media del planeta. Durante las últimas décadas dicha temperatura se ha elevado como promedio 0.2 °C cada diez años. Se estima que de elevarse 2-3 °C por encima del valor actual, podría originar un cambio climático de catastróficas consecuencias para la humanidad. Conjuntamente con el Dióxido de Carbono, las termoeléctricas y vehículos de motor habituales emiten a la atmósfera dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, los cuales dan lugar a ácido sulfúrico y ácido nítrico. Estas sustancias con arrastradas por las lluvias, originando las llamadas lluvias ácidas, las que en algunas regiones del planeta el grado de acidez es incluso similar a la del vinagre.
En el 2004 la distribución de fuentes de energía se dividió el 13.5% en renovables, 34% en petróleo, 25% en carbón, 21% gas y 6.5% en