ANA MARÍA DE JOSÉ DONOSO. ANÁLISIS
El cuento Ana María es un claro ejemplo de cómo los seres humanos acostumbramos a asignar roles específicos a las personas, según la función que cumplan, y de cómo impacta cuando el rol que por una cuestión consensuada hemos decidido socialmente, se rompe, llegando irrevocablemente al caos y a una posterior destrucción. Un sistema tan intrincado como el social se destruye si los componentes, en este caso, las personas, no cumplen su rol correspondiente. Éste es el caso de Ana María.
Primero tenemos el surgimiento de una extraña relación que poco a poco se va dando entre un viejo y una niña de apenas tres años de edad. En esta relación se pone en juego una mezcla de sentimientos que …ver más…
Le miente a su esposa y llegado a un punto, sólo piensa en la pobre niña, sola en el jardín, esperándolo.
Por otra parte, tenemos a la mayor víctima de este desorden y cambio de roles, la niña. Una muchachita desamparada por sus padres. Apenas sí come; deambula sola por su jardín, pues son sus propios padres los que la ahuyentan al patio para así poder enredarse tranquilos y sin su interrupción en sus ejercicios amatorios, De la niña conocemos que apenas habla y que improvisa objetos de su madre para convertirlos en juguete, en especial una cartera. La “cateda” y unos tacones, símbolos de la mujer adulta y objetos con los que las niñas suelen jugar cuando interpretan el papel de mujeres “grandes”. Precisamente, vemos en este juego el desvirtuado rol que la pequeña adopta, inocentemente, al no tener más modelos femeninos que el de una madre que la corretea para que “no moleste”. Tacones y cartera es lo que la niña ve que usan las mujeres adultas y es con éstos puestos, con los que se va a emprender una vida destinada a la destrucción bajo el resguardo de un anciano ya próximo a la muerte.
Al ser una pequeña, vemos que su comportamiento aún no alcanza discernimiento, por lo tanto, no hay una intención perversa que pueda asignársele. Ella apenas sí percibe, instintivamente, el cariño o el rechazo que puedan profesarle los adultos. Un evidente ejemplo es el desprecio que ella misma manifiesta hacia la mujer del anciano