- Primera parte: el doble modelo y
su aufhebung - Segunda parte:
incursión entorno a la fundación de un estilo
posthumanista de lecto-escritura entre Heidegger y
Derrida
LA TRANSMUTACIÓN DE LA ESCRITURA
FILOSÓFICA POSITIVISTA
EN ESCRITURA FILOSÓFICO-ESTÉTICA: UN ASUNTO
HERMENÉUTICO
A. PRIMERA PARTE: EL
DOBLE MODELO Y SU
AUFHEBUNG.
Hay dos presupuestos filosóficos que
influyen a la hora de plantearse y abordar una lectura,
sea ésta filosófica o de cualquier otra
disciplina
cognoscitiva. El primero está relacionado con la
filosofía tradicional, orientada a la escritura
filosófica sistemática de modelo científico
y el segundo con la filosofía postmoderna, orientada a la
escritura filosófica edificante de modelo
estético-literario. Esos dos presupuestos
son los siguientes:
1) Existe un terreno de lo teórico, el pensamiento
puede alcanzar verdades y realizar juicios objetivos,
separándose del nebuloso ideológico que circunda
las mentes humanas; es decir, se puede llegar a separar la ciencia de
la ideología, ya sea total o parcialmente, en
mayor o menor grado. Se pueden separar los resultados (ciencia,
contexto de justificación) del desarrollo que
ha llevado hasta ellos (historia, contexto de
descubrimiento), al menos a efectos cognoscitivos, que son los
que aquí interesan.
Dentro del presupuesto de la verdad objetiva (lo
que desde el plano de la Ontología se ha venido a llamar Metafísica) hay tres variantes
principales:
A) El
conocimiento se realiza cuando se llega hasta el terreno de
los conceptos donde se alcanzan las verdades en la forma de una
teoría.
La Lógica
es la esencia del conocimiento y
la base de todo conocimiento en general, pues aunque la mente
sólo se llena con experiencias se llena ordenadamente, de
acuerdo con la estructura
lógica con la que está provista de antemano. Las
teorías
tienden a articularse en un Sistema
acumulativo de pretensiones omnicomprensivas pero siempre abierto
a la incorporación de nuevas teorías y a la
corrección de las antecedentes. La tradición que
avala este punto de vista es lo que generalmente se denomina como
platonismo y defiende un cierto espacio trascendental.
B) El conocimiento se realiza cuando se captan hechos
brutos indubitables o cuando se acumulan suficientes hechos a
favor de una propuesta, o cuando se cuenta con los suficientes
hechos del presente con los que elaborar una propuesta sobre la
que no quepa duda razonable; hasta que sean desmentidos los
antiguos por otros nuevos y haya que rehacer la teoría. La
esencia del conocimiento es entonces la experiencia y la
mente es una tabula rasa cuyo primer ingrediente es ese
espacio vacío dispuesto para llenarse. La tradición
que sustenta este punto de vista procede del inductivismo y del
positivismo
lógico, desde donde se destaca un único espacio
de inmanencia para el ser y el pensar.
C) La fusión de
los dos anteriores. Teoría y experiencia son igualmente
esenciales para el proceso de
conocimiento y es sólo a través de ambas como se
alcanza la verdad.
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