Introducción
Hablar de duelo es hablar de pérdida,
en el sentido global de la palabra, como lo dice Freud "El duelo es, por lo
general, la reacción a la pérdida de un ser amado o de
una abstracción equivalente: la patria, la libertad, el ideal, etc."
Pág. 2. Aunque él mismo aclara más adelante que
"Es también notar que el duelo no es un estado patológico y no se
debe someter al sujeto a un tratamiento médico, aunque se
trata de un estado que le impone considerables desviaciones de su
conducta normal. Confiamos que al
cavo de un tiempo desaparecerá por
sí solo y juzgaremos inadecuado e incluso perjudicial
perturbarlo" Ibíd. Lo que quiere decir que la sensación
de duelo, es un sentimiento vivido en cualquier persona a lo largo de su
recorrido de su existencia.
Aunque en el anterior párrafo se habla de que
el duelo también es una abstracción de muchas cosas que
conciernen a nuestra vida y que sin embargo no tiene que ver con
la muerte, este trabajo busca de manera muy
somera tratar de sumergirse en el estado emocional en donde
se conjugan una cantidad de emociones y expresiones hacia una
realidad cruda de la muerte de un allegado o ser
querido.
Se desarrollará todo un proceso teórico en donde
se comenzará por conocer las diferentes perdidas que
desencadenan en duelo, puesto que es diferente perder a un hijo,
que perder a un amigo lejano; posteriormente se referirá las
implicaciones que trae el duelo; seguido de hablar de quince
pasos para superar el duelo; posteriormente por el papel que debe
desempeñar el ministro en el duelo; claro que no se debe
pasar por alto la forma en que se debe proceder con la persona
que está dolida; Para acercarnos al fin se hablará de
lo que se debe decir y no decir en un duelo; para terminar
hablaremos de las conclusiones generales dónde han llegado
los autores de este trabajo.
Marco teórico
Pérdidas que desencadenan en
Duelo
Según Freud 2008 y de una manera muy
Psicológica muestra al duelo en las
siguientes palabras cuando una persona se enfrenta a la realidad
de que un ser allegado ya no está con él:
El examen de la realidad ha mostrado que el
objeto amado no existe ya y demanda que la libido abandone
todas sus ligaduras con el mismo. Contra esta demanda surge una
oposición naturalísima, pues sabemos que el hombre no abandona gustoso
ninguna de las posiciones de su libido, aun cuando les haya
encontrado ya una sustitución. Pág 3
Son desde el punto de vista de la psicología, del duelo se puede resumir,
como un proceso de "adaptación a una experiencia que implica
la modificaciones de parámetros de procesos emocionales y del
conocimiento"
Ibíd.
Toda persona en algún momento ha
enfrentado el duelo, pero existen factores que determinan que
unos sean más dolorosos que otros y esto es directamente
relacionado con la carga emocional que la persona recargaba hacia
quien ahora ya no está presente.
Aunque una pérdida, en términos
generales es una pérdida, y no más, todas manifiestan
una intensidad diferente de dolor en cada individuo. Por esto se divide
en los siguientes puntos subsecuentes.
Pérdida de un ser
querido
En el sitio web de la doctora Talavera 2008
se encuentra este enlace en donde dice con respecto a la
pérdida un ser querido cercano:
En las pocas horas o días que siguen
al fallecimiento de un pariente cercano o de un amigo, la
mayoría de los afectados se sienten simplemente aturdidos o
confundidos ya que no se llegan a creer lo que realmente ha
ocurrido. Esta sensación puede tener lugar a pesar de que el
fallecimiento hubiera sido esperado. Este entumecimiento o
adormecimiento emocional puede ser de ayuda a la hora de afrontar
los importantes cometidos que hay que llevar a cabo tras el
fallecimiento, tales como el contactar con los demás
parientes y la organización del funeral.
Sin embargo, esta sensación de irrealidad puede llegar a ser
un problema si persiste durante mucho tiempo. El ver el cuerpo
del fallecido puede ser, para algunos, la forma de empezar a
superar esta fase. De forma similar, para algunas personas, el
funeral es una ocasión en la que se empieza a afrontar la
realidad de lo acontecido. El ver el cuerpo del difunto o el
atender al funeral puede llegar a ser muy doloroso, pero son las
únicas formas de que disponemos para decir adiós a
aquellos que hemos amado. Estas actividades pueden parecer tan
dolorosas que puede surgir la tentación de no afrontarlas,
aunque con frecuencia esto conduce en el futuro a una
sensación de profundo disgusto. http://www.psicologiapopular.com
La Perdida de un familiar puede ser, de
acuerdo con la calidad de comunicación de los
dolientes con el difunto muy, pero muy doloroso, para algunos,
pero también para otros de cierta manera menos doloroso,
esto depende de la calidad de la comunicación del
difunto con su alrededor.
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