- Juramento en
el Monte Sacro - Discurso de
Bolívar ante la Sociedad Patriótica 4 de julio de
1811 - Decreto de
guerra a muerte - Acta de la
Independencia - Manifiesto de
Cartagena - Carta de
Jamaica - Ley
de abolición de la esclavitud
INTRODUCCIÓN
El pensamiento de
Simón Bolívar
pertenece a una época ya desaparecida, y no es
fácil o siquiera posible entenderlo sin reconstruir el
contexto ideológico y la realidad social en que operaba.
Su concepto de la
palabra más estrechamente asociada con su nombre, libertad,
dista enormemente del significado moderno de esa palabra. El
análisis del concepto bolivariano de la
libertad puede servir de clave a las premisas de toda su ideología política. Esto se
hará mediante un examen riguroso de la retórica
bolivariana en sus principales escritos políticos, siempre
ubicando los textos en el desarrollo de
las relaciones políticas
en América
durante las guerras de
independencia.
Los países libertados por el Libertador se
hallaban arruinados al terminar las guerras de independencia, y
poco o nada se había hecho para restaurar sus antiguas
riquezas durante el (último sexenio de su vida,
años que fueron de relativa paz para estos países.
Una gran parte de la población había desaparecido, las
fuentes de
producción estaban poco menos que
destruidas, y la producción futura se había
hipotecado a los bancos ingleses y
otros prestamistas internacionales. Tras tan enormes sacrificios,
hechos en espera de una nueva prosperidad que acompañare
la libertad, los pueblos libertados se encontraban en la miseria
más abyecta.
Políticamente, las cinco repúblicas
(Venezuela,
Nueva Granada, Quito o
Ecuador,
Perú, Bolivia)
mostraban cuadros variados, correspondientes a las distintas
relaciones internas de cada cual, pero en todas ebullían
los conflictos
originados en las aspiraciones frustradas de las masas y la
incapacidad de los dirigentes ni de satisfacerlas ni de
suprimirlas. En ninguna de estas repúblicas se
podía decir que imperaba la libertad, si por ésta
se entiende la oportunidad garantizada a todo ciudadano para
participar en el poder y el
goce de la riqueza. Sin embargo, los países habían
sido libertados.
Para entender este fenómeno, que no es
propiamente dicho la tragedia de Bolívar sino la tragedia
de América, partimos del concepto de la libertad tal como
Bolívar lo recibiera de los grandes escritores de la
Ilustración. Estos autores elogiaban la razón y
combatían con todo su espíritu — porque no
disponían de más armas que el
verbo –la irracionalidad del poder monárquico, o sea de
la tradición que sostenía en el trono a un individuo cuya
ascendencia no tenía ninguna relación con su
idoneidad.
Bolívar aparece en la historia cuando ya la
autoridad real
está socavada, no solamente por los filósofos, sino también por las
grandes revoluciones sociales creadas por la colonización
de América, el creciente mercantilismo
y los comienzos de una nueva industrialización europea, y
los demás acontecimientos que simbolizaban el
desmoronamiento del sistema feudal.
El joven Bolívar, como es sabido, está
profundamente influenciado por las ideas de la Ilustración, pero es una influencia algo
particular, filtrada por su propia experiencia de
aristócrata colonial–mantuano–y las frustraciones de su
clase, que
consideraban el atraso español
como un estorbo para ellos disfrutar el auge comercial del resto
de Europa.
De todas maneras, el concepto de libertad que él
adopta es una actitud de
guerra
más que una piedra angular para una nueva
república. Libertad quiere decir, mAs que nada, la
oposición–para Bolívar, específicamente la
guerra–contra la monarquía. La monarquía se
identifica con el despotismo, la tiranía, y hay que
destruirla; después, se puede hacer una
"república", pero nadie tiene una idea muy clara de
cómo hacerlo ni que estructura
tendrá, solamente de que no puede estar gobernada por un
rey.
Ahora bien: si no va a mandar el rey, decía la
ideología absorbida por Bolívar en sus estadas en
Europa y en sus lecturas de los autores franceses, tiene que
mandar el pueblo.
Pero 'pueblo' en Venezuela significaba no solamente
gente como Bolívar, o sea mantuanos, más los
comerciantes canarios, sino también las 'castas', las
personas libres de color (ya sea de
color cobrizo o café-con-leche o
chocolate, pero en ningún caso blanco), y los esclavos.
Por su propia experiencia coma dueño de esclavos e hijo de
la 4lite, Bolívar asumía que en Venezuela, los
intereses del pueblo tendrían que ser manejados por la
gente que sabía, gente culta, como é1. La masa era
demasiado ignorante para tomar decisiones sobre cuestiones
complejas.
Los principales escritos políticos de
Bolívar son el Manifiesto de Cartagena (1812), las
Cartas de
Jamaica (1815), el Discurso de
Angostura (1819), y el Discurso ante el Congreso Constituyente de
Bolivia (1825). Cada documento corresponde también a una
distinta etapa de política y de guerra, así que no
es precisamente el mismo pueblo al que Bolívar alude en
1825 y 1812, ni son los mismos problemas
institucionales que se plantean.
Sus referencias al pueblo en 1812 son muy
despectivas–habla de "los pueblos estúpidos que
desconocen el valor de sus
derechos" y niega
explícitamente "la teoría
de que todos los hombres, y todos los pueblos, gozan de la
prerrogativa de instituir a su antojo el gobierno que les
acomode." Sin embargo insiste mucho sobre su tema de la libertad,
que es el objeto de la lucha contra España. Es
evidente, tras el examen de cada mención de "libertad",
que esta palabra no significa aquí otra cosa que la
independencia
política, sin ningún cambio en el
orden jerárquico interno de las ex-colonias. Los criollos
que antes mandaban seguirán en el mando, pero sin el
inconveniente de tener que acatar las órdenes del rey. Se
trata, pues, de una libertad de la oligarquía
criolla.
En las cartas de Jamaica, Bolívar–ya
"Libertador"–pone mucho m4s atención en su análisis del pueblo.
Consideramos que esto se debe a una lección que le
enseñó su más temible contrincante, el
asturiano José Tomás Boves, que junto con otros
jefes realistas había aglutinado guerrillas compuestas de
pardos y esclavos, principalmente de los llanos, para arrollar
los pequeños ej4rcitos patriotas y masacrar a los criollos
blancos, que eran los principales defensores de la causa de los
independientes. La Victoria en las futuras campañas
dependería de la actitud y la acción
del pueblo común, o sea, los pardos y los esclavos.
Así que habría que tomarlos en cuenta.
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