Al leer la historia de los
vencedores, nos enteramos que Heraclio
Bernal fue un bandolero y salteador de caminos sinaloense,
pero en realidad fue un idealista de la emancipación de
los trabajadores mexicanos, un precursor de la Revolución
Mexicana. De hecho en sus inicios, Pancho Villa se
inspiró en los ideales de este revolucionario no
reconocido por la historia oficial. Lo más que se llega
a decir de él es que fue " un caudillo social y un
bandido generoso"
Hijo de Jesús Bernal y Jacinta Zazueta, Heraclio
Bernal nació en el seno de una familia de
labradores acomodados, en el pueblo de Chaco del municipio de San
Ignacio del estado de
Sinaloa el 28 de Junio de 1855 (aunque otros documentos
afirman que nació en Papasquiaro, Durango), donde
aprendió las primeras letras de la mano del profesor
Ángel Bonilla, quién le enseñó
historia regional e inició su admiración por Benito
Juárez influenciado por su padre, para después a
los doce años, ser enviado a Durango donde terminó
la instrucción primaria para luego pasar al Seminario donde
estudió hasta los dieciocho años, cuando murieron
sus padres y un tío se lo llevó a vivir con
él al pueblo minero de Guadalupe de los Reyes donde le
consiguió empleo en la
compañía minera.
Ahí, a base de inteligencia,
dedicación y honradez logró ser ascendido a un
puesto de confianza hasta que por una traición preparada
por uno de sus compañeros de trabajo;
quién también le quitó la novia, fue acusado
injustamente del robo de unas barras de plata y enviado a la
cárcel a Mazatlán con una sentencia de diez
años.
En la cárcel conoció a un español
socialista que le facilitó la lectura de
textos de Marx, Backoumine,
Lassalle , Saint- Simón, Owen y Proudhon, además de
libros de
sociólogos católicos alemanes. De esas lecturas,
Bernal hizo una amalgama de ideas en las que concluía que
"todas las riquezas eran producto del
robo y los ricos unos ladrones, que tenían en la miseria a
los trabajadores, legítimos dueños de las riquezas
que con su sudor se producían".
Escapó como pudo de la cárcel y se
dirigió a Guadalupe de los Reyes donde cobró
venganza del traidor y luego reunió a un grupo de ex –
compañeros de prisión y empezó a realizar
sus primeros asaltos a diligencias de hacendados.
Tiempo después se dirigió al pueblo de
Arroyo Seco donde escuchó que el gerente de la
compañía minera trataba bien a los trabajadores y
aplicaba las ideas que había aprendido en la
cárcel. Ahí conoció al Sr. Lorenzo Salazar y
al Fraile Bernardo que eran quienes aplicaban tales ideas en el
pueblo y con quienes entabló una gran amistad.
Después de un tiempo de
dedicarse a asaltar diligencias y haciendas para repartir lo
robado entre la población necesitada y poner en evidencia a
los hacendados porfiristas, Bernal decidió dedicarse a la
agricultura y
con parte del dinero robado,
compró el rancho "El Maguey" luego de conseguir un
salvoconducto del Gobernador de Durango. Pero al tiempo al ser
hostigado por miembros de la "acordada" e intentar matarlo en su
rancho decidió aceptar la invitación que le hiciera
con insistencia el General Jesús Ramírez
Terrones para iniciar una revolución contra el gobierno
porfirista, se fue de nuevo a las armas dando
inicio a una serie de asaltos a poblaciones mineras en las que se
contaban: San Andrés de la Sierra, Topia, Cantarranas,
Tamazula, Gavilanes, El Pilar, Basis, Sapioris, Tayoltita,
Guarizamei, La Candelaria, ventanas, El Oro y Pueblo
Nuevo dando duros reveces a los ejércitos del
dictador.
Al lado del general Ramírez tomó por
asalto el mineral de El Rosario y el puerto de Mazatlán
destacándose por su astucia y estrategia
militar. El General Díaz envió al coronel Bernardo
Reyes a recuperar Mazatlán quién desalojó a
los revolucionarios persiguiéndolos hasta Nayarit donde
dio muerte al
general Ramírez terrones dando fín a la intentona
de revolución. Bernal se salvó de morir porque en
la huida de Mazatlán tomó otro rumbo evitando la
persecución de las fuerzas gobiernistas.
A partir de entonces Bernal reinició sus andanzas
de salteador de diligencias, cuando en una ocasión se
asaltó una que viajaba de Mazatlán a
Culiacán en la que encontró una valiente resistencia de un
hombre alto y
rubio quién apoyado por su esposa que le
reabastecía las pistolas, resistió el ataque de los
bandidos hasta que se le acabó el parque y resultando
heridos.
Al terminar la refriega los compañeros de Bernal
se acercaron a la diligencia con la intención de rematar
al matrimonio,
pero Bernal les ordenó que los dejaran en paz – a un
gringo tan valiente se le respeta, no se le mata, les dijo,
ordenándoles que les curaran las heridas y los escoltaran
hasta las afueras de Culiacán para evitar fueran asaltados
de nuevo. El supuesto gringo que Bernal confundió era nada
menos que el alamense Benjamín Hill Salido, padre del
famoso general sonorense del mismo nombre, que tuviera destacada
presencia en la revolución que se avecinaba.
Los hacendados de la región cansados de los
asaltos de Bernal, se organizaron para ofrecer $10,000.oo de
recompensa por la vida del revolucionario y como estrategia para
hacerlo detener, acusaron falsamente a su tío de un
delito,
ofreciendo ponerlo en libertad a
cambio de la
entrega de Bernal, pero mientras este decidía que hacer,
el Tío fue fusilado impunemente.
Esto incrementó mas el odio de Bernal hacia los
ricos y el gobierno, que lo llevó a reiniciar la
revolución en compañía del general
García dela Cadena, quién intentaba ser Presidente
de la República enarbolando la bandera de la "no
reelección" e invitó a Bernal a secundarlo a cambio
de ofrecerle la gubernatura de Sinaloa. García de la
Cadena inició su movimiento en
Zacatecas y Bernal en Topia, Durango desde donde publicó
una proclama llamada el Plan de la
Rastra, donde sostiene el restablecimiento de la Constitución de 1857, desconociendo al
gobierno de Díaz y declarando jefe de la nueva
revolución al general García de la Cadena. Al grito
de ¡ Viva Bernal! Se inició realizó la toma
de San Andrés de la Sierra.
Para entonces el general Díaz había
oído
muchas historias acerca de este singular personaje por lo que
ordenó una campaña en su contra , indicando que se
lo trajeran vivo ante su presencia. Cuando Bernal ya controlaba
toda la parte oriental del estado de Sinaloa, todo Tepic, el
occidente de Durango, y la parte sur de Chihuahua. A su vez, el
general Díaz ordenó la persecución de
García de la Cadena quién fue aprehendido en
Zacatecas, y muerto sin mayor consideración por el coronel
Atenógenes Llamas, argumentando que había tratado
de escapar.
Ante esta situación, Bernal comunicó a sus
seguidores y a los del general García de la Cadena que
él continuaría al frente de la revolución
lanzando su Plan de Conitaca en 1887, bajo el lema de "Justicia y
Libertad", en el que figuraba en primer término el
desconocimiento de Díaz como presidente, la promesa de
redimir al pueblo trabajador de la condición de esclavo en
que se hallaba hasta entonces, instruyéndolo, mejorando
sus salarios y
moralizándolo, se pedía además la
supresión de las Jefaturas Políticas,
por estar servidas por bandidos, se condenaba la campaña
de despojo emprendida por el gobierno contra la nación
yaqui, a la que le prometía devolverle sus tierras, se
protestaba contra la ley de
Baldíos expedida recientemente y se hacían otras
promesas, entre ellas las de " no reelección".
Díaz comisionó al General García
para llevar a cabo la campaña contra Bernal,
iniciándose esta en el sur de Sinaloa, la que
resultó bastante azarosa ya que Bernal, que conocía
el terreno como la palma de su mano, trajo a las tropas de
García de arriba hacia abajo persiguiéndolo sin
poder darle
alcance por mas de un año. Las tropas de garcía
ante fracaso y fracaso, optaron por desquitarse con la
población inocente los reveces recibidos de parte del
revolucionario, cometiendo barbaridad y media por los pueblos
donde pasaban. ante esta situación, Bernal decidió
detener su lucha, comunicándole al general García
en una carta su
decisión de licenciar sus tropas y suspender los asaltos a
las empresas mineras,
a cambio de que el general suspendiera sus atropellos contra la
población inocente. Enviando copia de la misiva al
presidente Díaz, los gobernadores de los estados de
Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Una vez licenciadas las tropas, Bernal decidió
refugiarse un tiempo para luego trasladarse a vivir a Estados Unidos un
tiempo para después regresar a México,
una vez que hubiese terminado su persecución. Para lo
cuál se dirigió; en compañía del
hombre de mas confianza y su esposa, a un lugar llamado Cerro
Hueco donde tenía enterradas unas barras de plata que
pensaba utilizar en su exilio, pero en el trayecto los
sorprendió una nevada y Bernal se enfermó de una
severa pulmonía, por lo que decidió pasar un tiempo
en la cueva, durante su convalecencia.
El jefe de la acordada de Durango, Octavio Meras, no
desistía en su intención de acabar con Bernal, por
lo que averiguó a través de la amante de
Crispín García, su compadre y amigo de mayor
confianza, quién en una borrachera inducida por su amante,
descubrió el escondite de Bernal.
Meras inició inmediatamente la búsqueda
del lugar, dando con él, el día 5 de enero de 1888
y después de una refriega contra Bernal enfermo, en la que
el militar perdió a veintidós de sus hombres, dio
muerte a Bernal sin piedad alguna.
Ya con esta me despido, no me queda que cantar, estas
son las mañanitas de Don Heraclio Bernal.
Corrido de Heraclio
Bernal
Año de mil ochocientos,
noventa y dos al cantar,
compuse yo esta tragedia
que aquí les voy a cantar.
Estado de Sinaloa
gobierno de Mazatlán
donde daban diez mil pesos
por la vida de Bernal.
Dijo doña Bernadina:
-Ven, siéntate a descansar,
mientras traigo diez mil pesos
pa' poderte reemplazar.-
Oigan amigos qué fue
lo que sucedió:
Heraclio no tenía armas,
por eso no les peleó.
Desgraciado fue Crispín
cuando lo vino a entregar,
pidiendo los diez mil pesos
por la vida de Bernal.
Agarró los diez mil pesos,
los amarró en su mascada,
y le dijo al comandante:
-Prevéngase su Acordada.
-Prevéngase su Acordada
y escuadrón militar,
y vámonos a Durango
a traer a Heraclio Bernal.-
Les dijo Heraclio Bernal:
-Yo no ando de roba bueyes ,
yo tengo plata acuñada
en ese Real de los Reyes.-
Adiós muchachas bonitas
transiten por donde quieran,
ya murió Heraclio Bernal,
el mero león de la sierra.
Adiós indios de las huertas
ya se dormirán a gusto ,
ya no hay Heraclio Bernal,
ya no morirán de susto.
Ya con ésta me despido,
no me queda qué cantar,
éstas son las mañanitas
de don Heraclio Bernal.
Heraclio Bernal
(1855-1888)
Heraclio Bernal
(1855-1888)
Por:
Ignacio Lagarda Lagarda