En el año 1792, Francisco de Miranda,
inspirador de la conciencia y
del espíritu revolucionario de la América, escribía una carta al Conde
Simón de Voronzov, embajador de Rusia ante
la Corte Imperial de Saint James en Londres, en la cual
señalaba lo siguiente:
"hace poco tiempo, en
1785, me topé con el filósofo, poeta y
científico alemán Johann Goethe en una fiesta
que se celebraba en la casa de Weimar; la noche se alejaba y
Goethe estaba muy extasiado con mis historias sobre la
búsqueda de la libertad,
la igualdad y
la fraternidad.
En cierto momento, Goethe me indicaba que mi destino
era crear en mi tierra, un
lugar que no falsee los colores
primarios"
No sabía Goethe que en esa noche invernal
fortalecía en la cabeza de aquel idealista y
revolucionario masón, las bases para el nacimiento de
una nueva tierra, una nación que abarcaría desde
México hasta la Patagonia,
la Colombia de
Miranda.
"Primero comenzó a explicarme la forma como
el iris del ojo convierte la luz en los
tres colores primarios",
escribía Miranda al Conde ruso;
"después me comprobó que el amarillo
es el color
más cálido, noble y próximo a la luz,
por qué el azul es la mezcla de la excitación y
la serenidad, la libertad, una lejanía que evoca las
sombras, y por qué el rojo es la exaltación del
amarillo y el azul, la síntesis, el desvanecimiento de la luz
en la sombra".
Proseguía Miranda en su carta:
"no es que el mundo esté hecho de amarillos,
azules y rojos; es que así como una combinación
al infinito de aquellos tres colores, lo vemos todos los seres
humanos, me indicaba Goethe". "Si se tratara de fundar un
paraíso, de un crear un mundo ideal me dijo, lo mejor
sería nombrarlo en honor a su origen y crearle un
emblema que tuviera esos tres colores.
Un país parte de un nombre y de una bandera y
se convierte en ellos, como un hombre que
cumple un destino", señalaba Goethe al gran
precursor.
Es probable que estas palabras hayan inspirado a
Miranda a idear una bandera tricolor para la nación que quería
fundar.
Sus profundos conocimientos de la masonería
universal, sus símbolos, rituales y convicción
propia forjaron en Miranda la creación de este emblema
patrio.
Amarrillo, azul y rojo, los tres colores primarios que
predominan en el arco iris, símbolo en el génesis
bíblico de la alianza entre el cielo y la
tierra.
El 12 de Marzo de 1806, en el mástil del barco
"Leander", anclado en la bahía haitiana de Jacmel,
ondeaba al viento por vez primera, la bandera de la nueva
patria, la que Miranda soñó grande, libre y
poderosa. Incansablemente señalaba:
" Juntaos todos bajo el estándarte de la
libertad. La justicia
combate por nosotros. No buscamos sustituir una
tiranía antigua por otra tiranía
nueva".
El pabellón tricolor fue izado por vez primera
en tierra firme venezolana el 4 de Agosto de 1806 en el
Fortín de San Pedro en la Vela de Coro.
Tras años de luchas y batallas por la independencia de otros países,
logró Miranda regresar a su Venezuela
natal.
El 5 de Julio de 1811, se nombraba una comisión
para escoger la bandera que ondearía por toda Venezuela
luego de su Declaración de Independencia; la integraban,
José de Sata y Bussy, Lino de Clemente y por supuesto,
Miranda.
El 9 de Julio de ese mismo año, Miranda
presentaba ante el Congreso Constituyente la nueva bandera de
su patria.
Ese día, el Generalísimo, poseído
por el espíritu libertario y unificador, les explicaba a
los miembros presentes en el congreso la razón de ser de
cada uno de los colores del tricolor patrio y proponía
crear un nuevo continente, "un país que se convirtiera
en su nombre y su bandera", tal como años antes Goethe
le había señalado. Inspirado en el Volumen de la
Ley Sagrada
Miranda indicó:
"Amarillo, como la flor de la acacia que
cobijó el cadáver del Maestro Hiram, como la
luz que esplendió en la colina de su tumba. Luz solar,
iluminación interior, dispersión
universal y generalización comprensiva"
"Azul, como la más grande fraternidad y
hermandad entre los hombres y pueblos. La Masonería
Universal, la obscuridad devenida en alba
visible. Devoción, plenitud e inocencia
primigenia"
"Rojo, como la propia sangre de
Hiram, derramada por los felones, la sabiduría y
el amor
para la regeneración del mundo.
La cruz de los Caballeros del Temple, la salve los
alquimistas y la pasión adorante de la reina
Bali".
Sin duda, símbolos que encierran el fragor y
rigor de los emblemas sagrados de Libertad, Igualdad y
Fraternidad Masónicos.
El 14 de Julio de 1811 la bandera era izada por
primera vez y oficialmente, como el Pabellón Nacional
Venezolano en la plaza mayor de Caracas.
Así fue la historia; el 12 de marzo
de 1806 juraba Miranda:
"Juro ser fiel al libre pueblo de Sur
América, independiente de España, y servirle honesta y lealmente
contra sus enemigos y opositores, y observar y obedecer las
órdenes del supremo gobierno
de este país, legalmente constituido y a las
órdenes del general y oficiales superiores a
mí".
Tal fue y es la gloriosa bandera que han flameado los
ejércitos libertadores en sus campañas. Pero las
ideas de Miranda fueron sepultadas en poco tiempo por sus
adversarios y propios coterráneos.
Tal, "pudo haber sido la bandera del Mundo"
decía Miranda en sus palabras finales de tan elocuente
carta.
Dr. Gregorio Tiskow
Profesor Agregado
Decanato de Medicina
UCLA