Ismael contemplaba las nubes como si fueran diosas, le
encantaba estudiar y contemplar todo tipo de nubes, de tal manera
que en días de lluvia se situaba en la terraza de su casa
a cubierto y contemplaba la lluvia. La lluvia pensaba Ismael es
producto de la
unión de microscópicas gotas de agua que se
juntan unas con otras hasta caer al suelo, luego
pensaba Ismael al acabar de llover la atmósfera se llena de
electricidad,
y parece como si hay algo en la atmósfera, como si
existiera un universo de cosas
infinitamente pequeñas y bellas. Ismael pensaba que no hay
manifestación mayor que contemplar una gran tormenta,
observar las nubes de tormenta con esas bellas formas de
coliflor. Pero Ismael tenía un sueño que cumplir y
era viajar a la llanura de América
a contemplar esos grandes tornados, esos embudos que ruedan en
espiral con vientos que pueden superar los quinientos
kilómetros por hora. Así pues Ismael viajó a
América de Norte en compañía de un amigo a
contemplar los grandes tornados. Ismael se quedaba hipnotizado de
ese después que existe en una gran tormenta o cuando va a
empezar a nevar que el aire está
cargado de electricidad, a Ismael le parecía que el aire
estaba cargado de belleza. Que absurdo pensar que el aire pueda
contener belleza, ya que la materia
según algunos filósofos no existe, quizás el
ensueño de que la materia pueda tener un fondo,
algún tipo de sustancia y para Ismael si la había
por eso Ismael estaba enamorado de todos los fenómenos
meteorológicos que originen lluvia o nieve.
Ismael pensaba que aunque la ciencia
meteorológica aunque estudie y haga predicciones de los
fenómenos meteorológicos, sus diosas las nubes, que
así las llamaba Ismael no estaban sometidas a
ningún sistema, predecir
de una forma exacta los fenómenos meteorológicos es
imposible, pensaba Ismael.
Ismael y Juan llegaron a Estados Unidos
para vivir la aventura de contemplar los grandes tornados, se
alojaron en un Hotel de riesgo cinco, es
decir, que pueden pasar tornados e intensidad cinco, los mas
destructivos que existen, el hotel estaba construido a conciencia para
proteger a los clientes de los
destructivos tornados que se podían originar en la zona.
Ismael y Juan se acercaron al día siguiente al centro
meteorológico de la población, se anunciaban tormentas fuertes
o muy fuertes para los próximos días, pero no
sería hasta la próxima semana cuando se
predecían tornados. Esa misma noche Ismael y Juan
contemplaron una espectacular tormenta, llegaron incluso a sonar
las sirenas de alarma en la población, cada vez
llovía con mas y mas fuerza, las
calles estaban inundándose y Ismael asomado en la ventana
de su habitación veía como un rayo partió en
dos un árbol. La tormenta paró a los pocos minutos,
habían caído cincuenta litros por metro cuadrado en
solo cuarenta y cinco minutos. Algunos clientes del hotel le
dijeron a Ismael que eso no era nada comparado con lo que
habían visto ellos, verdadero pánico,
les decían. Ismael salió a el balcón de la
habitación donde se hospedaban, Ismael inspiraba con
fuerza el aire que parecía que tenía algo, algo
bello, era electricidad pura, es mas esa electricidad que
respiraba Ismael le parecía a la electricidad de
corazón
Ismael y Juan fueron al día siguiente a desayunar
a una cafetería cercana al hotel, en el cielo empezaban
formarse grandes cumulosnimbus que presagiaban que iba a caer
otra tormenta. Los servicios de
limpieza se pusieron las pilas para
limpiar los desperfectos que había originado la tormenta
del día anterior, en el aire aún se respiraba esa
fragancia, que Ismael denominaba la fragancia de las diosas. En
la cafetería conocieron a una muchacha que era
Meteoróloga, trabajaba en el instituto de
meteorología del condado, se pusieron a conversar, la
muchacha le dijo que habían observo nubes de mas de diez
kilómetros de altura por un radar especial. La muchacha le
dijo a Ismael que los tornados que había visto ella eran
dedos de Dios, le comentó a Ismael que una vez vio uno de
fuerza cinco y es tan devastador que podría destruir todo
lo que se encuentra a su paso. De repente empezó a tronar,
Ismael y la muchacha salieron juntos a la calle a contemplar las
nubes de tormenta, la muchacha le dijo que no eran nubes de
tornados, las nubes de tornados alcanzan tanta altura que el aire
ya no puede subir mas por lo que desciende en forma de espiral,
así le resumió la formación de los tornados
la muchacha a Ismael. Empezó a llover y Ismael y Juan
decidieron regresar al hotel para estar a cubierto, ese
día no llovió con mucha fuerza, las diosas dieron
un respiro a la población.
Del instituto de meteorología se anunciaban
tornados para los próximos días, el aire estaba
cargado de electricidad, Ismael salió a dar un paseo por
la población, llegó hasta una cafetería y
decidió tomarse una café,
se sentó en la barra y una camarera intentó seducir
a Ismael. Verónica, que así se llamaba la muchacha,
le dijo a Ismael si quería salir con ella a una discoteca
que había en el poblado. Ismael le dijo que si ya que
pensó que necesitaba distraerse un poco. A Ismael apenas
dormía, casi no dormía por las noches, le costaba
conciliar el sueño.
Ismael y Verónica fueron a la discoteca, bailaron
, y se divirtieron, a continuación Ismael la invitó
a su hotel, ella fue encantada y allí Ismael le
explicó su amor por la
meteorología y las nubes, la muchacha, Verónica,
que era inteligente le dijo a Ismael que poseía una
razón divina, la razón de los dioses, abstraer sin
separa nada, le dijo Verónica,. Aquel día
surgió una chispa y Verónica y Ismael decidieron
hacerlo en la habitación del hotel cuando estaba cayendo
otra gran tormenta. El cuerpo de Verónica y Ismael se
llenó como el aire de electricidad.
La belleza contenida en Ismael a raíz del amor
que brotó hacía Verónica se
transformó, fue desapareciendo la abstracción poco
a poco a convertirse en pasión, pero su amor hacía
la meteorología y las nubes continuaba.
Por fin llegaron los episodios de tornados, un
día Verónica Juan y Ismael cogieron el coche y
fueron en busca de tornados, poco a poco iban llegando a una zona
donde las nubes se iban haciendo mas y mas negras y estaban como
replegadas de lo altas que eran, Ismael vio como un
pequeño embudo se descolgada de una nube, era un
pequeño tornado, por fin Ismael contemplo lo que iba a ser
su primer tornado, el aire empezó a soplar con mucha
fuerza y hasta parecía difícil maniobrar el coche,
a Ismael le parecía como que no existían
circunstancias en ese momento por lo que cogió a
Verónica, su novia, y le dio un beso apasionado,
Verónica se quedó sorprendida y empezó a
reírse, le decía a Ismael que estaba loco. De
repente apareció otro tornado, este era mas grande, Ismael
cogió la cámara de video y
empezó a firmarlo. Juan que conducía el coche le
comentó a Ismael de regresar, el tornado se estaba
acercando hacía ellos, dieron la vuelta y regresaron. El
tiempo
había pasado con mucha rapidez para ellos , pronto se puso
el sol he
Ismael y Juan se refugiaron en el hotel ya que había
alerta por el riesgo de tornados de fuerte intensidad, pero
aquella noche no hubo ningún tornado, Ismael llamó
a Verónica, su novia y quedaron en su casa, tomaron sidra
hablaron y decidieron hacerlo, porque Ismael dejaba brotar
el amor, sin
circunstancias que lo limiten a lo que es : una necesidad vital
de la conciencia.
Aquella misma noche Ismael y Verónica asomados en
el balcón de casa de Verónica vieron aparecer la
luna ya que el cielo quedó prácticamente despejado.
En el firmamento había una luna llena preciosa, Ismael y
Verónica hablaron de la luna: quizás nos
esté escuchando; dijo Ismael. En cielo estaba limpio se
podían ver una infinidad de estrellas en el firmamento,
Ismael le comentó a Verónica que siempre que
había luna llena en el firmamento, para el, para Ismael
era presagio de que algo iba a pasar en su vida, le dijo a
Verónica a la luz de la luna
llena que la amaba, que la amaba mas que a sus diosas las
nubes.
Al día siguiente Ismael y Verónica fueron
a un lago cercano a la población, Verónica le
comentó que había sentido algo especial, el
día anterior cuando Ismael le habló de la luna y le
dijo que la amaba, Verónica le confesó a Ismael que
su conciencia había dado un vuelco o mejor había
vuelto sobre sí, le confesó también que
hacía tiempo que no se sentía tan bien consigo
misma, como si flotara, que hay que luchar para que nuestro
propio peso, el peso de la vida tenga sentido, Ismael le
confesó que el verdadero sentido de la vida es darle una
finalidad y que eso era morada de sus diosas las nubes. En el
cielo se estaba empezando a formar algunos cumulosnimbus, nubes
de tormenta, que presagiaban un día de tormentas por lo
que Ismael y Verónica regresaron al hotel. Pronto
empezó a llover, cada vez llovía con mas fuerza,
los habitantes del poblado temían los días de luna
llena pues para ellos era presagio de tornados arrasadores y
destructivos, se formó una gran tormenta con granizo,
Verónica estaba asustada sabía que Ismael no era
conciente de lo destructivos que eran los tornados y el peligro
de que se formará uno de mucha fuerza. De repente
dejó de llover aunque el cielo estaba todavía
amenazante de tormentas, Ismael y Juan salieron fuera de hotel,
Ismael y Juan hablaron de las nubes, Juan le comentó a
Ismael que las nubes que contemplaban en esa población
Estadounidense daban vida igual que la quitan, pueden dar vida y
destruir vida, y hablaron de problema de la
globalización, Ismael le comentó en que
supermercado estamos comprando el mundo para… Juan le dijo a
Ismael que todo deviene en la conciencia y que si existiera una
sola vida con finalidad es un milagro dentro de la globalización. Juan le preguntó a
Ismael que era el devenir de la conciencia, Ismael le dijo que si
nunca había sentido que la vida se puede reducir a nada,
la vida que es todo, es sueño, y se puede reducir a nada,
Ismael le dijo que sus diosas las nubes no estaban sometidas a
ese devenir a el que esta sometido un ser humano por aspirar a
ser todo: mis diosas las nubes tienen también un fondo
como lo tiene todo, las nubes son hijas de la ilusión,
hijas de la forma, la vida hay que soñarla sin métodos ni
sistemas como la
sueñan mis diosas las nubes, le dijo Ismael a
Juan.
Amaneció un nuevo día en el poblado,
había un sol radiante, ni tan siquiera habían
cumulosnimbus en el cielo, solo una telaraña de nubes
altas que apenas tapaban el sol. Pero había todavía
alerta por tormentas fuertes que podían dar lugar a
tornados de cierta virulencia. Verónica Ismael y Juan
decidieron alegarse del poblado ya que el cielo no amenazaba
tormenta, cogieron el coche que alquilaron y fueron a visitar
otras poblaciones, se alegaron de la zona de riesgo hasta que
llegaron a una zona un poco montañosa donde ya no
había riesgo de tornados ya que a los tornados lo le
gustan las montañas. Llegaron a una población
bellísima todo estaba cubierto de verde, Ismael le dijo a
Juan: ves los detritos de las montañas que van a
depositarse en el mar, el mar…le dijo Ismael a Juan. Comieron
en un restaurante, a continuación mientras estaba comiendo
se veía por la
televisión noticias de
que se estaba formando grandes tornados por el condado donde se
hospedaban ellos, ya había parado uno de fuerza tres.
Aquella noche se refugiaron en el restaurante hasta que por la
televisión
dijeron que habían desconectado las alarmas de alerta.
Ismael Juan y Verónica decidieron regresar al hotel, por
el camino llovía poco, cuando llegaron al poblado vieron
techos arrancados y árboles
caídos y arrancados de cuajó, el hotel no
había sufrido ningún desperfecto ya que estaba
construido con materiales
especiales. Cuando llegaron al hotel, ya era hora de cenar,
cenaron tranquilamente hasta que empezaron a sonar las alarmas,
había riesgo fuerte de tornados de mucha fuerza.
Verónica subió a la habitación de Ismael a
coger unas cosas, de repente fue hacía la ventana y sus
ojos se nublaron, no le lo podía creer, era un tornado de
fuerza cinco, el tornado se acercaba hacía el hotel,
Verónica asustada fue corriendo bajo, a pedir ayuda a
Ismael. Ismael le dijo que se tranquilizara, de repente se fue la
luz, todos se quedaron a oscuras, las ventanas reventaron todas
de golpe, el ruido era
espantoso, el hotel se movía y parecía que no iba a
resistir la fuerza del tornado, todos se taparon los oídos
y se pusieron a cubierto, en el túnel subterráneo
que había construido en el hotel. A los pocos minutos
dejó de sonar ese ruido espantoso, el tornado ya
había parado… Ismael subió hasta su
habitación, el cielo se había despejado, el aire
estaba limpio, de Ismael salieron dos lágrimas divinas, la
luna había escuchado los sueños de Ismael, la vida
no debe soñarse de una forma sistemática, ni tan
siquiera las nubes y los fenómenos meteorológicos
son previsibles para el ser humano que sin embargo lo estudia de
una forma sistemática y metódica.
Llegó el día de la despedida, Ismael y
Juan regresaban a España,
Verónica le prometió a Ismael que iría a
visitarlo muy pronto a España, Ismael se apuntó la
dirección de Verónica y se
prometieron que se iban a escribir cartas, Ismael
había dejado el cuño de su espíritu en
Verónica, la vida que es todo, es sueño, o mejor
dicho sombra de un sueño, y se puede reducir a nada…. no
hay que tenerle miedo a las circunstancias. Ese fue el sello que
dejó Ismael en Verónica.
En el avión de regreso a España, Ismael
mirando por la ventana, cuando cruzaban el océano
Atlántico pensó en lo afortunado que era,
pensó que el aire de los países Islamistas estaba
cargado de tensión por las guerras y que
no había solución para ellos y mucho menos con el
problema de la globalización. El río turbio
deposita su sedimento en el mar…
Por fin tras un largo vuelo llegaron a España, a
un pueblecito situado cerca de los picos de Europa, la
aventura había sido maravillosa y emocionante para los
dos, pero Ismael se había dejado algo en U.S.A . Al llegar
a su casa Ismael cogió lápiz y papel y
escribió una poesía
a Verónica:
Mis nubes son mis diosas
vos sois mi princesa
como mis nubes eres tan caprichosa.
Mi corazón
estable es…
las nubes son,
con fervor tapasteis vos mi corazón.
El ensueño que yo siento
es igual al de vos
mostrar el sentimiento.
La vida sueño es
gracias por hacerme despertar
eres mi princesa junto con mis diosas las
nubes.
Y espero verte pronto con un beso se despido Ismael
González González.
Y se acaba esta novela, Ismael y
Verónica se veían de vez en cuando, hasta que al
final Verónica fue a vivir a España junto a Ismael.
En los días de lluvia Ismael escribía novelas de amor,
ya que Ismael se inspiraba en los días de lluvia con sus
diosas las nubes.
Y se que Ismael poseía una razón divina,
"el eterno mediar consigo".
PETER 1-10-2004
Jorge Moleno