I-
INTRODUCCIÓN:
CONTINUIDAD DE LOS
PARQUES:
Por Julio
Cortázar
Editorial:
Sudamericana Bs. As.
Literatura: Realismo Mágico
Biografía:
Julio Cortázar (1914-1984), escritor argentino
que fue un renovador del género
narrativo, especialmente del cuento breve,
tanto en la estructura
como en el uso del lenguaje.
Aunque nació en Bruselas, vivió en París la
mayor parte de su vida —ciudad en la que
murió— y en 1981 se nacionalizó
francés, como protesta ante la toma del poder de las
diferentes juntas militares en Argentina, es un autor argentino
plenamente integrado en la literatura
hispanoamericana.
Nació en Bruselas, pero sus padres se trasladaron
pronto a Buenos Aires.
Estudió en la Escuela Normal de
Profesores y fue profesor de
Lengua y
Literatura francesa en varios institutos de la provincia de
Buenos Aires, y más tarde en la Universidad de
Cuyo. En 1951 consiguió una beca para realizar estudios en
París y ya en esta ciudad pasó a ser traductor de
la UNESCO, trabajo que
desempeñó hasta su jubilación. Un rasgo
importante de su vida es que a raíz de un viaje que
realizó a Cuba, invitado
por Fidel Castro,
se convirtió en gran defensor y divulgador de la causa
revolucionaria cubana, como años más tarde
haría con la Nicaragua sandinista. Mantuvo, a lo largo de
su vida, un compromiso político activo, sobre todo en
defensa de los derechos humanos.
Formó parte del Tribunal Russell II que, en 1973,
juzgó en Roma los
crímenes llevados a cabo por las dictaduras
latinoamericanas. Resultado de esta actividad fue su libro Dossier
Chile: el libro negro.
Viajero impenitente e intelectual abierto, fue uno de
los protagonistas del boom de la literatura
latinoamericana. Estos escritores consiguieron, a
través de sus encuentros literarios y conferencias en
diversos foros tanto de Estados Unidos
como de Europa, sus
relaciones con editoriales, sus colaboraciones con la prensa europea,
un reconocimiento internacional para su obra, que, sin renunciar
a sus raíces culturales, se universalizó tanto en
temas como en estilos. Así, lo que empezó siendo un
lanzamiento editorial de una nueva narrativa se convirtió
en una presencia renovadora constante de la literatura, debido,
por supuesto, a la calidad de las
obras.
Obra:
Gran parte de su obra constituye un retrato, en clave
surrealista, del mundo exterior, al que considera como un
laberinto fantasmal del que el ser humano ha de intentar escapar.
Una de sus primeras obras, Los reyes (1949), es un poema en prosa
centrado en la leyenda del Minotauro. El tema del laberinto
reaparece en Los premios (1960), una novela que gira
alrededor del crucero que gana un grupo de
jugadores en un sorteo, y que se va convirtiendo a lo largo del
relato en una auténtica pesadilla.
El Cortázar de los cuentos ha
creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su
aprovechamiento de los recursos del
lenguaje coloquial y sus atmósferas
fantásticas e inquietantes que pueden emparentarse con las
de los relatos de su compatriota Jorge Luis
Borges. El ritmo del lenguaje recuerda constantemente la
oralidad y, por lo tanto, el origen del cuento: leídos en
voz alta cobran otro significado. Lo curioso de estos relatos es
que el lector siempre queda atrapado, a pesar de la
alteración de la sintaxis, de la disolución de la
realidad, de lo insólito, del humor o del misterio, y
reconstruye o interioriza la historia como algo
verosímil.
Entre las colecciones de cuentos más conocidas se
encuentran Bestiario (1951), Las armas secretas
(1959), uno de cuyos relatos, "El perseguidor", se ha convertido
en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego
(1966); Octaedro (1974), y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre
el relato y el ensayo
imaginativo de difícil clasificación se encuentran
Historias de cronopios y de famas (1962), breves narraciones que
insisten desde el humor en la necesidad imperiosa de "ablandar un
poco el ladrillo todos los días", es decir, romper la
dureza del lugar común, abrir resquicios hacia un mundo,
el de lo fantástico, que las convenciones ocultan o se
resisten a admitir; La vuelta al día en ochenta mundos
(1967) o Último round (1969), estos últimos
concebidos como libros de
miscelánea, en los que se entrecruzan poemas,
cuentos, recortes periodísticos, citas, textos recogidos
de la calle, como es el caso de las pintadas del mayo
francés comentadas en Último round. También
escribió algunos poemarios como Presencia (1938), Pameos y
meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo,
1985).
Siguiendo la tradición inaugurada por Edgar Allan Poe,
Cortázar ha escrito breves ensayos, como
Algunos aspectos del cuento, en el que establece las diferencias
entre novela, que implica varios acontecimientos en
sucesión, y cuento, un acontecimiento principal que sirve
de núcleo alrededor del cual se articulan las acciones del
personaje y todos aquellos elementos significativos que, como la
metáfora, el símbolo o las referencias a
determinados objetos o situaciones, anuncian al mismo tiempo que,
creando pistas inciertas o ambiguas (origen de la tensión
del relato o intriga), ocultan el desenlace. Aplicando la
terminología del boxeo, Cortázar dice que la novela gana
por puntos y el cuento por knock-out. Insiste en la necesidad de
condensación y en que no hay temas importantes y temas
insignificantes: cualquier tema, aun el más trivial (y
para demostrarlo cita los cuentos de Chéjov), puede
volverse significativo gracias a un buen tratamiento literario.
Ejemplo de ello es el cuento "Continuidad de los parques", en el
que un hombre
está leyendo una novela que narra cómo conspiran
una mujer y su amante
para matar al marido, que resulta ser el señor que lee la
novela. Además de la constante de la mezcla de realidad y
ficción, aparece aquí la figura del lector que, a
su vez, es personaje del texto que lee.
La llamada mise-en-abîme (la narración que contiene
a su vez otra narración) es uno de los recursos
tradicionales que Cortázar enriquece con su perspectiva
más contemporánea.
Rayuela:
Rayuela (1963), la obra que despertó la
curiosidad por su autor en todo el mundo, compromete al lector
para que él mismo pueda elegir el orden en el que
leerá los capítulos: de manera sucesiva o siguiendo
un esquema de saltos que el autor ofrece en el comienzo del
libro, pero que no excluye –al menos
hipotéticamente- otras alternancias posibles. Rompiendo de
este modo con toda pauta convencional de linealidad narrativa y
sugiriendo que el lector haga una incursión personal en el
libro, Cortázar propone lo que la investigación lingüística y literaria ha llamado
desconstrucción del texto. Al mismo tiempo, los discursos
literarios, filosóficos, políticos y hasta
eróticos que se insertan en la novela se corresponden en
gran medida con cuestiones heredadas de la literatura del
absurdo, concretamente de autores como Franz Kafka y
Albert
Camus.
Se trata de representar el absurdo, el caos y el
problema existencial mediante una técnica nueva. El autor
pretende echar abajo las formas usuales de la novela para crear
una narración basada en una especie de ars combinatoria
infinita por la cual se generan las múltiples lecturas
capaces de articular la trama, la intriga, los personajes, el
desdoblamiento autor-narrador (dualidad que, sin duda, remite una
vez más a Cervantes como
creador de la novela moderna) y hasta la reconstrucción de
la cronología. Él mismo ha declarado que
quería superar el falso dualismo entre razón e
intuición, materia y
espíritu, acción
y contemplación, para alcanzar la visión de una
nueva realidad, más mágica y más humana. Al
final de la novela, en oposición a la novela
clásica o tradicional, quedan interrogantes sin resolver:
nada se cierra, todo está abierto a múltiples
mundos.
Son muchas las influencias que se han encontrado en
Rayuela. La idea de que la literatura es la falsificación
de un modelo
inexistente o imposible fue desarrollada tanto por Macedonio
Fernández como por Ramón
Gómez de la Serna. El cuestionamiento de los géneros
literarios o desmontaje del cuerpo narrativo aparece, entre
otros, en el cuentista uruguayo Felisberto Hernández. La
función
metaliteraria, es decir, la literatura que se sirve de sí
misma como referencia, también aparece en Jorge Luis
Borges.
Preocupaciones literarias parecidas las tuvo el mismo Miguel de
Cervantes al presentir la realidad como una ilusión.
Cortázar llevó después estos planteamientos
estéticos a su novela 62 / modelo para armar (1968), obra
que toma su nombre del capitulo 62 de Rayuela, que no se lee si
se sigue el orden fijado por el autor. Con el trasfondo
político de la situación latinoamericana y de la
vida de unos exiliados en París, pero con las mismas
inquietudes literarias, publicó en 1973 El libro de
Manuel.
El presente trabajo tiene como objetivo
analizar el cuento "Continuidad de los Parques" de Julio
Cortázar, que se encuentra en la recopilación
Final del Juego; se
demostrará que la perspectiva narrativa cíclica de
la historia es relevante, porque el hecho central o conflicto que
convoca a un actante – lector, sentado leyendo una historia,
desemboca en él como víctima de su propia lectura, de su
mismo relato.
Por tanto se revisarán aspectos, tanto del
realismo mágico como del fantástico;
de este último, la temática de "Mundo Paralelos" es
recurrente, mientras que varios aspectos de la narración
del cuento en estudio se acercan preferentemente al
primero.
Indagaremos en la perturbación de la realidad
iniciada, en este caso por la irrupción de la realidad
"narrada"; vale decir, la de la novela leída por el
actante al interior del cuento y en la realidad que éste
vive, ya que ambas historias se unen, diluyendo los límites
entre lo que es el mundo real y lo que es
ficción.
El escritor que nos concierne pertenece al llamado Boom
de la Literatura Hispanoamericana, en este movimiento
compartió con varios escritores latinos que fueron
apoyados por muchos críticos de letras, aunque algunos se
vieron opacados por las tendencias políticas
que eligieron, siendo éstas incluso observables en sus
obras. En el caso de Cortázar, ese evento se
reflejó en el apoyo que dio al régimen
revolucionario de Cuba y a su participación en un tribunal
internacional pro derechos humanos, esto
último lo llevó a incluir en sus obras pasajes en
referencia a los procesos de
organización en América, demostrando que aquellos asuntos
eran relevantes para él, un ejemplo es la obra Dossier
Chile: el libro negro.
En general, se observan en sus escritos algunas reformas
técnicas provenientes del surrealismo,
especialmente las que sirven para destacar el poder
revolucionario del sueño, el mismo Julio Cortázar
empleó frases típicas del movimiento
como:
…"El sueño es realidad"; "Sean realistas: pidan
lo imposible"; "¡Abajo el realismo
socialista! ¡Viva el surrealismo!; "Hay que explorar
sistemáticamente el azar"; "Durmiendo se trabaja mejor:
formen comités de sueños"…
Empleó, además, modelos de la
literatura estadounidense del siglo XX, así como del
llamado realismo mágico; modo esencialmente
ecléctico, en éste el autor funde la realidad
narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, no tanto
para reconciliarlos como para exagerar su aparente
discordancia.
Resumen de
Cuento
La obra nos habla de una persona
común acomodada en su sillón favorito que descansa
luego de su extenuante jornada de trabajo. Él realiza un
extraño viaje hacia el interior de una novela, o
más bien lo escrito viaja hacia él; para hacer
honor a la verdad no se esclarece el fenómeno en su
totalidad, por lo que no queda claro qué es lo que
realmente ocurre, qué pasa o cómo se lleva a cabo.
Estas realidades se confunden y entremezclan en una hacia el fin
de la historia, enlazándose entra ellas a través de
objetos comunes y acciones repetidas. La existencia de hombre
está predeterminada en un libro que provoca que los
personajes estén confinados a repetir una misma
historia.
Al comienzo del cuento, un hombre lee una novela,
describen su entorno: una pieza que mira a los robles y un
sillón de terciopelo; posteriormente, la historia cambia,
a lo que les sucede a los otros personajes del relato. Ellos se
hallan en una foresta, se narra su furtiva historia de amor como si
se hubiera llevado a cabo desde mucho tiempo atrás y se
describe un plan que se
cumpliría a toda costa, argumentando que no existe otra
opción, que cada segundo tiene su propósito marcado
desde siempre.
Poco a poco los dos hechos, la existencia del lector en
la narración y la necesidad de terminar con un
obstáculo por parte de los amantes para verse liberados,
se funden como si la realidad fuese una. Los amantes se separan y
el bosque de robles narrado semeja la foresta, el personaje
masculino camina por los pasadizos descritos al inicio de la obra
en la realidad verdadera; él se encuentra avanzando con un
cuchillo en las cercanías de la habitación del
sillón de terciopelo que daba la espalda a la
puerta.
…Nadie en la primera habitación, nadie en la
segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal
en la mano, la luz de los
ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo
verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una
novela…
Características
específicas del Movimiento
Modos de presentación de lo real: se analiza como
dos realidades, una verídica y otra narrada,
interactúan para lograr una fusión.
Autentificación y perspectiva: el narrador del
texto deja marcas y objetos
que validan los hechos entregados.
Carácter de la ficción y resolución
del conflicto: ¿Cómo logra el autor desenlazar la
historia y en qué posición queda el lector al
recibir esta información?.
Análisis
específico
1a parte: Conflicto
desarrollado entre los personajes, a propósito de la
característica A especificada del realismo
mágico.
En la historia, el conflicto que viven los tres
personajes se encuentra más allá del tiempo y orden
lógico; si lo miramos objetivamente lo que ocurre es que
dos amantes deben deshacerse del esposo de la mujer para
continuar su romance debido a que la situación del
engaño se ha hecho insostenible; sin embargo, esto no es
lo más importante, lo que en verdad interesa es la
trascendencia de este hecho tantas veces contado a través
de las épocas. Lo anterior se logra con la
trasgresión de la cronología típica que
presentan los escritos, esta característica es muy
recurrente en los escritos de Cortázar, él siempre
intenta mostrar que la realidad para el hombre se
produce como una unión entre lo que ocurre fuera y dentro
de él y es por ello que el tiempo no mediaría en la
realidad.
El primer personaje se presenta sin grandes
características y sólo su entorno lo define, la
aparición de los otros caracteres tampoco presenta mayor
relevancia; lo que se lleva a cabo es más importante que
lo que le define a cada uno de los actuantes. La realidad
expuesta como verídica presenta una parte del todo, ya que
soporta a un personaje que al complementarse con los expuesto en
la verdad paralela, logran conformar una continuidad y relata el
sentido de lo escrito. La forma de presentar lo real es una
dualidad que emerge del mundo narrado.
Como ocurre generalmente en el R.M. los hechos
extraños no se problematizan, el narrador se preocupa
simplemente de contar lo que ocurre y nadie pone en duda lo que
pasa. Aunque lo raro de la historia es lo elemental nada intenta
invalidarlo, es presentado al lector como algo tangible y veraz;
todos los elementos de la narración justifican su
inclusión, si uno de ellos fuese omitido la
narración perdería su gracia, su contenido, y lo
que se pretende contar no sería contado. Por tanto, cada
una de las partes sustentan a las otras y se necesitan entre
sí, por esto el lector se ve, además, impedido de
poner en duda cualquier segmento de la historia.
Para lograr aquello, el narrador no le presta
ningún tipo de atención al avance del tiempo; se mantiene
focalizado en su relato e induce al lector a seguirlo sin valorar
este extraño evento que se produce al interior de lo
contado.
El hecho de que cada segmento de lo escrito requiera del
anterior, sumado a la intersección que se lleva a cabo
entre una parte de la historia y la otra, nos conducen a observar
que lo acaecido está condenado a repetirse cíclica
y perpetuamente.
2da
parte: ¿ Cómo
influyen los objetos y hechos ocurridos en la validación
de la versión que se entrega de los hechos a
propósito de la característica B mencionada del
R.M.?
Durante toda la historia el autor va dejando marcas que
nos ayudan a unir ambos mundos, validando lo que se nos narra
como se aprecia a continuación.
"…dejó que su mano izquierda acariciara una y
otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos
capítulos… "(Pág. 9)
"…y sentir a la vez que su cabeza descansaba
cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los
cigarrillos seguían al alcance de la mano…" (pág.
10)
"…la luz de los ventanales, el alto respaldo de un
sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el
sillón leyendo una novela… "(Pág. 11)
Todos los elementos de este tipo que se observan en la
obra contribuyen a que el lector no sienta que lo se le cuenta no
es real, van afianzando la unión entre las verdades y
sirven de guía para interpretar que ambas realidades
coexisten en un mismo tiempo y espacio. Existen otros nexos como
el ya nombrado, puntualizaremos algunos de ellos: los árboles
entre los que se ocultan los amantes corresponden a los robles
que el lector ve desde su ventana; el terciopelo verde; el
sillón que da la espalda a la puerta.
Además, es importante resaltar que el narrador
que se utiliza es omnisciente; quien al emplear la tercera
persona y demostrar que su conocimiento
es casi completo, no deja resquicio por el cual se pueda dudar de
la veracidad de la historia o de la interacción existente entre las verdades
que se entremezclan en la obra. Consideremos:
"…Nada había sido olvidado: coartadas, azares,
posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía
su empleo
minuciosamente atribuido…"
Esta frase nos demuestra como el narrador conoce todo lo
que acontecerá.
La aparición repetitiva de elementos y el
surgimiento de las situaciones paralelas nos vuelven a demostrar
que lo que se narra da vueltas para llegar a un punto en el que
se realiza la acción final. Ese desenlace, pese a todo, no
es obligado para el lector dentro del cuento, ya que los indicios
que aparecen en la narración que él descuidadamente
lee, podrían darle la pauta para que cambiara la historia
y pudiese salvarse de su destino; sin embargo, él hace
caso omiso de éstos quedando en dos posiciones: por un
lado es la víctima y por otro, el causante de su
padecimiento.
Este carácter de la obra ocasiona que el
actuante esté atrapado en un ciclo del que es responsable
y que, así como los objetos en la historia, se repite y es
invariable en parte por su presunta apatía. Entonces, es
por esto que lo narrado transcurre en un ciclo, cercado por la
indeterminación del personaje en cuanto a hacer algo y por
la existencia de los elementos que mantienen la historia unida
dando como resultado un mal final para el protagonista del
relato, puesto que se haya condenado por lo que lee, ignorando el
aviso y la advertencia que le llegan a través del
escrito.
Ahora bien, la validación hace su
aparición en esto porque queda absolutamente claro que el
personaje no es arrastrado a su fatídico destino, el
voluntariamente lo acepta; incluso puede parecernos absurdo que
no se dé cuenta de lo que ocurre, pero los hechos y los
íconos nos dan a entender que en los mundos narrados no
existe nada más extraño que su interacción;
no hay fuerzas antagónicas al personaje que le nieguen la
posibilidad de cambiar su propio final.
3ra parte:
Características de la solución del conflicto
planteado en la historia de acuerdo a la característica C
especificada del R.M.
La temática de mundos paralelos es recurrente en
la literatura de corte fantástico y es factible que al
leer esta historia pensemos que corresponde a este tipo de
escritos, pero debemos tomar en cuenta que la historia no es
objetada por ningún elemento dentro de la
narración. Por ello es que el episodio de esta historia en
que dos realidades independientes se entremezclan para lograr
contar un suceso se presenta como algo común y coherente
al mundo típico del R.M. empleado por Cortázar
"….en que el tiempo narrativo no abarca solo espacios y un
orden clásico, sino que, también, la
atmósfera espiritual que se crea en la obra y el
ámbito general en que se producen los
sucesos…..".
Esta trascendencia de la realidad por sobre el tiempo
ayuda a que la inevitabilidad y, en definitiva, el término
del cuento se produzca como si la realidad estuviese aconteciendo
de la manera en que debería dejando al lector narrado como
víctima de una maquinación que se relata en otra
dimensión, pero que por ello no deja de ser menos
verdadera en la realidad que él vive. Esta
confabulación es para nosotros algo que podríamos
calificar como: lo más normal del mundo; no le asignamos
el carácter de relevante y por ello no nos provoca recelo,
esto permite que la historia sea tratada como
realidad.
El narrador omnisciente se asegura con su amplio saber
de que no queden eslabones sueltos en la narración con lo
que no hay conflicto entre lo real y lo maravilloso, puesto que
nada impide que sea posible; no hay evento que se inmiscuya para
que el lector piense que las realidades contadas se oponen una a
la otra, o que existe incompatibilidad entre ellas.
En consideración a lo fantástico,
obviamente que al momento de leer una novela de misterio nos
lleva a vivir de un momento a otro historias donde lo que se nos
cuenta parece descabellado y no cabría duda de que la
historia es totalmente irreal e imposible (sin algún tipo
de explicación). Sin embargo, por la intervención
de los métodos de
verosimilitud y técnica narrativa del realismo
mágico unidos a los argumentos, expresados en puntos
anteriores, así como la utilización de marcas
inconfundibles en el texto, no tenemos más opción
que el aceptar la trasgresión de la lógica
al carecer de base para calificar la narración de otra
manera.
Cabe destacar, eso sí, que lo extraño en
este cuento no es tan fantástico como en otro tipo de
obras (en especial fantásticas); en donde se exponen de
forma más irreal los hechos. No hay otra manera de tomar
este texto que no sea la de aceptar que la realidad que
gráfica Cortázar y su peculiar manera de utilizar
el tiempo es otra variante del realismo mágico que pone a
prueba nuestra concepción de mundo y capacidad
imaginativa.
En resumen, la historia que culmina con la posible
muerte del
lector narrado pertenece al realismo mágico y posee un
carácter cíclico que se expresa no tanto en la
repetición de la misma acción muchas veces, sino en
la tendencia de los hechos hacia el mismo punto lo que es
recalcado por la insistente aparición de elementos dentro
del texto.
El hecho al que se dirigen todos los sucesos y al cual
se orientan los objetos es el único al que se puede llegar
puesto que el protagonista y el entorno general lo ha decidido
así, es por ello que podemos decir que la hipótesis se comprueba.
La obra que al ser sometida a un análisis vago puede ser encasillada en el
realismo fantástico, es en realidad del Realismo
Mágico, puesto que conserva las características que
este postula como es el que no exista nada que invalide su
aceptación como totalmente valedera. Claro que se debe
tener en cuenta las peculiaridades que utiliza en su prosa Julio
Cortazar.
IV.-
BIBLIOGRAFÍA:
☻Balart, Carmen; González, Cynthia;
González, Ángel Custodio. Crecer por la Palabra.
Edit. Salesiana. 1991. Chile.
☻Cortazar, Julio. Último Round. Edit.
Sudamericana. 1969. Argentina.
☻Cortazar, Julio. – Continuidad de lo Parques –
Final del Juego. Edit. Sudamericana Bs. As. 1969.
Argentina.
☻Morrison, Tirso. Gran Diccionario de
Sinónimos Antónimos e Ideas Afines. Editorial
Larousse. 1987. Argentina.
☻Página
Web: www.patriagrande.net/argentina/julio.cortazar/biografía.htm
☻Enciclopedia Microsoft®
Encarta® 2000. © 1993-1999 Microsoft
Corporation.
☻Enciclopedia Microsoft® Encarta®
2004. © 1993-1999 Microsoft Corporation.
Cintia Musina