Tristana
Benito Pérez
Galdós
- Trama y
argumento - Personajes:
clasificación - Espacio
- Tiempo
- El narrador y el punto de
vista - Crítica
personal
Lo que quiere resaltar
principalmente Galdós con esta obra es la condición
en la cual se encontraba la mujer a
finales del siglo XIX, que en realidad no se alejaba mucho de la
que fue casi siempre a lo largo de la historia, pero que
recién en estos momentos se comenzaba a ver la injusticia
de esta realidad, y no como algo que la mujer
tenía que aceptar como su "oficio"en este mundo. Este
consistía en ser ama de casa, cuidar de los hijos, lavar,
planchar y cocinar; no educarse ni cultivarse; ser un objeto
sexual para el hombre y no
poseer ningún derecho de participar en la política, votar o
ejercer una profesión.
El autor manifiesta su desacuerdo con este aspecto
social utilizando reencarnar una experiencia que había
mantenido en su propia vida. Obviamente, Galdós utiliza
otros nombres y no todos los acontecimientos son análogos,
pero si la gran mayoría.
La historia comienza describiendo a don Lope, un don
Juan de pasado ilustre, que intentaba mantener en evidencia una
alta posición social, que realmente no existía pero
que él seguía imitando. El don Juan se nos describe
como un caballero de principios
caballerescos, un hombre de
mundo, pero que, irónicamente, había herido a
muchas mujeres y maridos. Sus principios eran en total contraste
con la justicia,
el estado y el
clero de la sociedad de su
tiempo.
Tenía un carácter
solidario hacia sus amigos y "daba hasta su camisa" por ellos.
Principalmente por este motivo ayuda a unos de sus amigos, don
Reluz, que había caído en desgracia. Para sacarlo
de la cárcel en donde éste último
había terminado, don Lope sacrifica muchos de sus bienes. Al
poco tiempo de salir, don Reluz muere improvisamente, y deja
esposa e hija solas. La
personalidad de la viuda cambia de manera exagerada,
volviéndose loca. Don Lope tendrá que ayudar a la
mujer cubriendo muchos de sus gastos
innecesarios (como mudarse de casa todas las semanas),
quedándose cada vez más en la ruina. Doña
Reluz también enferma, y en su lecho de muerte
recupera la cordura, pidiendo a don Lope que cuide de su hijita,
llamada TRISTANA.
El caballero cumple su promesa, y lleva a la joven a
vivir con él, con los planes de ser para ella un padre.
Pero sus planes se alejn mucho de lo que será la realidad.
A los dos meses de la mudanza definitiva de Tristana, don Lope la
despoja de su virginidad, afectando la vida psicológica de
la joven desde este momento.
Al principio la niña no podía darse
cuenta en la situación en la cual se encontraba, pero a
medida que va pasando el tiempo se va dando cuenta de que
quisiera que el dueño de casa la tratara como a una hija,
y no como un objeto sexual.
En una de sus salidas con Saturna, (su única
confidente y la ama de llaves de la casa) Tristana conoce a un
chico, Horacio, que será el gran amor de la
joven a través de la historia.
Conociendo a Horacio, Tristana comienza a aumentar su
odio, rencor y asco hacia su tirano al mismo tiempo que define
sus proyectos como
mujer libre, soltera y sin ataduras a hombre
alguno.
Al llegar a casa una noche, la joven expresa todos
sus sentimientos hacia el viejo, recibiendo una respuesta martir
(don Lope trata de echar en cara indirectamente a la niña
todo lo que hizo por ella), que a Tristana no emociona en
absoluto.
Los jóvenes siguen viéndose en el
estudio del pintor, hasta que Horacio debe partir hacia
Villajoyosa, ya que su tía, doña Trini, estaba muy
enferma y no podía soportar el frío invierno de
Madrid. El joven podía haberse quedado, pero su tía
astutamente se empeña en alejar a su sobrino de Tristana,
definiéndola para sus adentros como una relación
que no tenía futuro alguno.
A partir de este momento, los amantes comienzan a
escribirse contándose como se desarrollan sus nuevas
vidas, y los cambios que van sufriendo con el pasar del tiempo:
Horacio se da cuenta que la vida en el campo y el contacto con la
naturaleza son
mejores comparados con la ardua vida ciudadana. Escribe a
Tristana expresando sus deseos de una vida normal, fuera de la
ambición; de casarse, de tener hijos, y a cierto punto
pide a la joven de que lo acompañe en su vida rural. La
protagonista le responde con negaciones rotundas,
explicándole que ella no quiere atarse en matrimonio ni si
quiera a él, que lo ama. Le dice que hace mal en dejar de
pintar, que tiene que ser ambicioso y aumentar sus capacidades,
mostrándolas al mundo entero.
Don Lope entiende que debería dejar el
machismo a un lado y dejar que Tristana al menos se culturice
como quiere: le asigna una profesora de idiomas y le compra
muchos libros para
satisfacer su sed de saber. Justo en estos momentos cuando la
joven comenzaba a proyectar ilusiones de tener un futuro trabajo
como docente y de cumplir por fin su sueño de independencia,
se enferma gravemente de una pierna desesperando a don Lope, que
entiende solo ahora que su amor por la muchacha iba más
allá de todo.
Después de varias semanas de incertidumbre por
no poder hacer
nada por su enfermedad, los médicos comunican al viejo que
la pierna enferma deberá ser amputada para que la
enfermedad deje de evolucionar y matar a la paciente. La cruel
noticia y la total impotencia hieren profundamente a don Lope,
que dándose cuente de la situación da el "si" a los
cirujanos, para la operación.
Después de la amputación, además
de mejorar la salud, Tristana entristece
mucho y no se repondrá nunca. Pero al pasar de los
días mejora al menos en un poco su estado de
ánimo, aprendiendo muy audaz y perfectamente a tocar el
piano, dedicando casi todo su tiempo al arte.
En todo este tiempo la joven no deja de desear ver de
nuevo a su amado, pero la confianza en si misma desciende
totalmente, y piensa que Horacio dejará de
quererla.
Viendo el estado de ánimo de la joven, y
enterándose de que el amado de su "hija" se encontraba en
la ciudad, don Lope, aconsejado insistentemente por Saturna, va
en busca del pintor para que se dirija a ver a la
inválida. Horacio acepta sorprendido, pero cuando los
amados se encuentran, se dan cuenta de que sus destinos ya no se
cruzan y mantienen a partir de este momento una relación
amistosa.
Horacio frecuenta cada vez menos a la joven, hasta el
punto de no volver más.
Más tarde Tristana se entera por boca de don
Lope que el joven se casa, tomándolo, por sorpresa del
viejo, sin ninguna muestra de
sorpresa.
La protagonista comienza a frecuentar la iglesia y
dejando cada vez más de lado el arte, aumentando su fe y
su relación con Dios, al igual que el no muy practicante
don Lope. De hecho éste último se muda al barrio
del obelisco, en donde el alquiler baja mucho y mantiene contenta
a la joven, por estar cerca de la iglesia.
La deplorable condición económica del
viejo empeora hasta tal punto que sus parientes más
cercanos deciden de ayudarle, pero poniéndole como
condición de que se case. El viejo al principio lo toma
como una broma, pero más tarde se da cuenta que cuando el
falte, Tristana quedará sola, y la única manera de
dejarle algo de herencia era de
aceptar la condición de sus parientes.
Al final, don Lope y Tristana se casan, y esta
última lo toma como una imposición del mundo
exterior, como algo ajeno y su stado no le permite darse cuenta
de que realmente, por algún motivo su destino terminaba
siendo el que menos quería: SER de don Lope, y SER de un
hombre.
2 –
Clasificación de los personajes.
Todos los personajes de
esta historia son caracterizados directamente, porque
Galdós conoce detalladamente a cada uno de ellos. El autor
nos muestra, a través de sus descripciones y de los
diálogos que mantienen entre ellos, sus pensamientos, su
personalidad y
sus más profundos deseos.
TRISTANA:
la protagonista de nuestro libro es, sin
lugar a dudas,un personaje dinámico. Esto se debe a
muchos factores: la joven sufre mucho a través de la
historia, entonces sus estados de ánimo y sus maneras de
ver el mundo varían constantemente. Después de que
muera la madre y de que pasara a manos de don Lope, Tristana
pierde su virginidad por éste último y pasa a ser,
de una chica inocente a una mujer con una natural
discusión psicológica. Más tarde Tristana se
enamora, y cambia totalmente la manera de ver las cosas
despreciando a su tirano y a ser más ambiciosa y
desinteresada.
El cambio radical
de su vida llega cuando le cortan la pierna, y se da cuenta de
que la utopía de ser libre se escapa para nunca más
volver, quedando triste y frustrada para siempre.
Si bien la joven cambia mucho de estados de ánimo
y pensamiento,
se debe decir que su deseo de independencia rebelde va a ser
siempre mantenido, inclusive después de la
amputación.
HORACIO: el romántico pintor, amado por
Tristana es también un personaje
dinámico.
Esto se debe a que cambia su manera de ser y de ver el
mundo cuando se muda de la ciudad al campo, descubriendo que la
vida rural es preferida por él. Deja de ser ambicioso y se
conforma con una vida normal, adoptando el arte del pintar ya
como un pasatiempo que por un estilo de vida.
DON LOPE: al "tirano" de la historia podemos
definirlo como un personaje dinámico. Los cambios en este
personaje se van generando muy lentamente, y se deben a que don
Lope va dándose cuenta que quiere mucho a Tristana y que
su única meta a cierto punto es hacerla feliz. Es por eso
que el viejo cede de a poco, primero asignandole profesores a la
joven, más tarde permitiéndole frecuentar a su
amado en su propia casa.
Al final de la historia, don Lope adquiere
también un comportamiento
más religioso (que antes repugnaba) y se convierte de otra
parte en un buen ciudadano burgués.
PERSONAJES SECUNDARIOS: entre los personajes
secundarios encontramos a:
Saturna: ama de llaves de la casa
Garrido.
Doña Trini: tía de
Horacio.
Augusto Miquis: médico que atiendea
Tristana.
Los Reluz: padres de Tristana.
Todos los personajes secundarios (menos doña
Reluz, que tras la muerte de
su marido cambia totalmente de personalidad, a tal punto de
volverse loca), son de tipo estático, porque su
breve aparición a través del libro no nos dejan
apreciar cambios, que de hecho no muestran.
Los espacios de la
trama se desarrollan en su mayoría en Madrid y sus calles,
en donde viven los personajes de la historia. También
podemos considerar Villajoyosa, Alicante, a donde Horacio se muda
y escribe a su amada.
El tiempo en
Tristana sigue un orden cronológico, sin cambiar del
pasado a presente, o de presente a futuro y
viceversa.
Externo:
En este caso el
autor y el narrador son la misma persona, entonces
sus tiempos coinciden. Galdós escribe la obra mientras
mantiene su relación con Concha Morell, (mujer en la cual
el autor se inspira para Tristana), es decir en la última
década del siglo XIX. El tiempo histórico
también es más o menos el mismo, claro está
que la historia comienza cuando Tristana es joven, así que
el tiempo cambia en solo un período de 20
años.
El tiempo del lector en este caso no es el mismo,
ya que estamos en el siglo XXI.
5 – El
narrador y el punto de vista
El narrador en este caso es omnisciente
porque Galdós de hecho no es un personaje de la
historia, es externo. No está implicado en los hechos que
se relatan y no mantiene en ningún momento un contacto con
la inventada Tristana o con algún otro
personaje.
6 –
Crítica personal
El libro me pareció muy
entretenido de leer, ya que estoy de acuerdo con los
pensamientos que tenía Galdós sobre el machismo y
de cómo nos hace entender que el orgullo debe ser puesto a
un lado, y que los dos sexos deben dominar la sociedad, con las
mismas oportunidades de trabajo, cultura y
vida.
Lo que si no me gustó es que el autor,
creyendo tanto en estos principios no halla dado un final
distinto a la obra, cumpliendo el sueño de Tristana. Pero
bueno, esto seguramente se debe a que el autor quería
reflejar que muchas mujeres soñaban lo mismo, pero que la
sociedad nunca les permitía rebelarse. Además claro
está el mensaje que Galdós quiere darle a Concha
Morell, es decir el de no ilusionarse
demasiado.
Lo que tampoco comparto mucho es que
Galdós critica a don Lope, pero algunos de sus
pensamientos, como por ejemplo el de casarse y el de ser
mujeriego, los tenía el también. Pero bueno, esto
con el libro en si no entra en
consideración.
Juan Alberto Bevilacqua