Uricaro: Un Pueblo en Diáspora –
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Uricaro: Un Pueblo en
Diáspora
"…Cuando a nuestras playas llegaron los primeros
españoles, los naturales de Tarmas utilizaban las playas
de Uricao. Cuando más tarde se importaron africanos como
herramientas de trabajo, parte de ellos fueron ubicados en las
haciendas de esta zona y de aquellos indios, mestizos y negros
que sobrevivieron a la cacería unos y a la
explotación de otros, surgieron los actuales habitantes de
la zona…".
Junta del Rescate Cultural y
Ecológico de Carayaca (JURCECA)
La palabra originaria es Uricaro que es un
vocablo de la Gran Confederación de Los
Taramaquas de la Civilización
Kari´ña Tupic Guaraní (KATUGUA) y
quienes poblaron todas las comarcas concernientes a la
región centro norte costera del litoral central
venezolano. Específicamente, al oeste del actual Edo.
Vargas.
Los viejos ancianos tarmeños en infinidades de
tertulias en la Plaza Bolívar del pueblo de Nuestra
Señora de la Candelaria de Tarmas nos contaban que ese
lugar siempre fue un asiento de pescadores y agricultores. Y que
sirvió como un resguardo marítimo desde los tiempos
más remotos de nuestra propia historia, tanto para los
Taramas o Tarmas como para los conquistadores que introdujeron
sus estructuras coloniales.
Cabe decir, que en los tiempos en que los días y
las noches se contaban como soles y lunas, los Tarmas asentados
en ese lugar servían de serviolas o guardianes para los
demás pueblos que hacían vida política
social y económica en las zonas adyacentes; bien fuera
hacia sotavento de Chichiriviche, Cagua o Puerto Cruz, Maya y
Choroní; entre otros.
O hacia barlovento de Puerto Carayaca, Taguao, Picure,
Guenque o la Vista de Catia y Curupao. La ensenada de Uricao
siempre fue utilizada para la defensa de esas costas, la cual fue
muy visitada por los naturales de las islas de Los Gigantes
(Curazao, Aruba y Bonaire), las cuales en un mar claro y cielo
despejado son vistas desde las alturas del pueblo de
Tarmas.
Desde la época colonial había un Camino
Real que venía desde el pueblo de San Joseph de
Carayaca y pasando por el pueblo de Tarmas iba rumbo a la
antigua Hacienda "Tarma Abajo"; y desde allí se
desprendía un atajo que conducía a los
indígenas, comerciantes y arrieros al puerto de
Uricaro.
Hay documentos que refieren que esa hacienda estuvo
administrada en los tiempos coloniales por un sacerdote llamado
Martín Moscoso quién tenía algunos
esclavizados provenientes de Guinea Ecuatorial
española en África. Inclusive hay relatos que nos
indican que esa administración estuvo bajo el control del
sacerdote Cristóbal Ximénez en 1.791,
quién bajo sus apetencias esclavistas tenía dos
esclavizados y tres agregados.
Camino Real de Tarmas a
Uricao
Cabe destacar, que allí los esclavizados
vivían de la pesca y de la explotación de la copra
o coco, y en muchos casos tenían sus conucos y estaban
vinculados con otras familias que se establecieron en las
haciendas "La Florida", "Chichiriviche", "El
Guire", "Cagua o Puerto Cruz",
"Guariquimare o Guaricuay", "Guare",
"Guasca" y "Curiana" entre otras.
Claro está, ese resguardo marítimo en
época de la colonia tenía muy poco personal; y lo
que más bien se trataba era de evitar el contrabando por
esa zona en tiempo de los factores vascos de la Real
Compañía Guipuzcoana y de Ultramar
creada por instrucciones del vasco José
Ángel de Olavarriaga a partir de 1.720. Toda
esa región fue rica en la siembra del cacao y el
café, estando la factoría de la
compañía en el sitio de San Miguel en las
cercanías del pueblo de Chichiriviche en donde aún
hay ruinas de lo que fue una empresa naviera con dominios en
estas tierras.
En Uricao se establecieron también muchos
afro-ascendientes que en su cimarronaje o imbuidos en las luchas
de castas en la guerra social que vivió nuestra patria
durante el periodo colonial vinieron de otras regiones de la
antigua Capitanía General de Venezuela. Y el
establecimiento de los africanos en esas playas y en sus
serranías se debió al inmenso parecido que las
mismas tenían con las tierras bañadas por los
ríos Mbini y Muni en Guinea
Ecuatorial, y por lo escalpado y rocoso de sus
montañas.
Para entender los orígenes africanos del pueblo
de Uricao, es necesario hacerlo a través de las
palabras del filósofo inglés David Hume,
quién dijo lo siguiente: "…La costumbre constituye
la guía fundamental de la vida humana…".
Uricao a Chichiriviche
De esa manera, es como podemos comprender el alma del
pueblo de Uricao en la Guinea Ecuatorial portuguesa o
española, como en el seno mismo de sus tradiciones y
costumbres milenarias. Entendiéndose que aquellos seres
que vinieron encadenados en las galeras no lo hicieron a su libre
conveniencia, sino que fueron traídos en base a las
políticas del régimen de haciendas que los
españoles establecieron en estas tierras; una vez que
diezmaron a la mayor parte de los pueblos indígenas en
todo nuestro litoral central y en sus montañas
circunvecinas.
Los pobladores afro-descendientes de Uricao
tienen marcados rasgos étnicos bantúes que los
identifica con los bubis que aún se mantienen en
Bioko; los bengas en Elobey y Corisco; y los
fangs o pamués en el territorio continental
de Guinea. Aquellos seres dejando a sus familias en sus
tierras natales salieron como negros bozales de Guinea a
través del puerto de Malabo en la costa norte de
Bioko y conocido antiguamente como Santa
Isabel.
Pero aquellos ancestrales seres y máximos
representantes de la negritud en Uricaro o Uricao
descendían de los balante y los pepel
quienes fueron los primeros habitantes de Guinea-Bissau en
el Siglo XII; ya que el mercadeo y trata de esclavizados
comenzó con el mercader lusitano Nuño
Tristâo quién estableció un centro
comercial de esclavos en 1.446. Y más luego esos
mercaderes lusitanos en sus afanes mercantilistas y siguiendo las
instrucciones del Rey Enrique "El Navegante" y quienes a
través del navegante portugués Fernâo
Poo arribaron a la Isla de Fernando Poo en 1.471.
Cediéndosela al reino borbónico de España en
1.778.
Aquellos negros bozales que llegaron a las plantaciones
que habían al oeste y hacia sotavento del puerto de La
Guaira, es casi seguro que hablaban las lenguas
malinke, susu, fulani, kissi,
basari, loma, koniagi y kpelle; y que
fueron desapareciendo en la medida que el castellano como lengua
dominante se fue imponiendo en el proceso de colonización
y de esclavitud que vivieron nuestros antepasados; pasando sus
descendientes en convertirse de "negros bosales" en
"negros ladinos".
Pescadores en Guinea
Ecuatorial
Hay que destacar, que desde Guinea vinieron los
miembros del grupo étnico mandingo quienes estaban
establecidos en las tierras que se encontraban entre Mali
y Longay. La mayoría de nuestros antepasados fueron
sacados de sus tierras costeras a través de las
bahías de Benín y Bonny (Biafra), y
cuando llegaron a la bahía de Uricao nos trajeron sus
costumbres y tradiciones culturales y religiosas; y que podemos
visualizar de la siguiente forma:
1º.- La convivencia en clanes familiares; cuya
tarea primordial era el cuidado de los niños y
niñas, las tareas domésticas, sus cultos
tradicionales a sus antiguas deidades que más luego fueron
sincretizadas en la creencia católica impuesta por la
iglesia romana, la práctica del conuco y la pesca, de la
agricultura y la construcción de viviendas de barros con
techos de paja.
2º.- La explotación del coco para extraer
aceite de la copra, el cual era usado en las comidas y en la
unción en las cabezas de los niños, jóvenes
y adultos para evitar que fueran víctima de los piojos; y
que en muchas ocasiones era mezclado con parafina y servía
para los dolores de estomago o para apacentar las lombrices en
los niños y niñas.
3º.- La construcción de las curiaras de
madera para pescar o llevar sus productos al puerto de La Guaira
a través de la vela.
4º.- El régimen alimenticio era a base de
pescado, bien fuera asado o en suculentos sancochos que
servían colectivamente a través de la matrona de
más edad quien hacía la repartición
comenzando por los niños y niñas quienes se
sentaban en un circulo en el suelo, en donde recibían sus
porciones de alimentos en taparas.
5º.- Las esteras servían para sentarse y
dormir y eran hechas a través de las palmas de coco o del
moriche.
6º.- En estas tierras hicieron suyas la
preparación de la yuca dulce y de la yuca amarga sacaban
el casabe; y en relación a las frutas que había en
esos tiempos, tuvieron grandes sembradíos de mangos,
cocos, guanábanas, mereyes, cacao, café, cambures,
plátanos, topochos, ñames, ocumos, apios, papas,
cebollas y caña de azúcar, aguacates, naranjas,
piñas, patillas, entre otros.
7º.- En su misticismo nos legaron las
prácticas ritualisticas para curar males de todo tipo y
las curaciones propias a través de las plantas.
8º.- En lo musical construyeron instrumentos con
maderas propias de estas tierras, ya que las africanas no
habían por estos lares y eso contribuyó a mejorar
los ritmos de su cultura africana, dándole un matiz
diferente a los demás pueblos afro-carayaqueros de la
región.
9º.- La gente de Uricao siempre practicó el
trueque como forma de intercambio con los demás pueblos de
la región, ellos cambiaban pescados y plátanos en
Tarmas y desde allá le daban carne de cerdos o de reses,
verduras y hasta enseres traídos de otros lugares de
Caracas y La Guaira.
Niñas tarmeñas,
año 1.974
10º.- El vinculo con los demás pueblos era
interesante, porque casi todos tenían el mismo origen y
venían desde las mismas tierras en
África.
11º.- En Uricao el afro-descendiente Catalino
León tocaba la marimbola, el cual es de origen
bantú.
El puerto de Uricaro debido a su situación
geográfica y estratégica, y a sus cercanías
a los pueblos de Tarmas y Carayaca estuvo entre los
planes que tenía el Coronel de Ingenieros
Agustín Codazzi en 1.841. En donde pensó
colocar a 3.000 colonos alemanes entre los 30.000 inmigrantes de
esa nacionalidad que tenían planteados ubicar en las
tierras vírgenes y bosques que hoy conforman a la
Parroquia Carayaca y parte del Edo. Aragua. La
Hacienda "Uricao" fue propiedad de Luis Mantellini
en 1.884.
Mujeres de Guinea
Ecuatorial
La señora Epifanía Mayora sobre
Uricao en el año 2.005, manifestó estas palabras:
"…Mis antepasados vinieron de algún lugar del
África que no recuerdo, pero sí sé que
llegaron a Chichiriviche, Uricao y La
Florida…".
Desde el punto de vista religioso siempre estuvo bajo la
jurisdicción de la Parroquia Eclesiástica de
Tarmas. Allí se establecieron familias como los Ulloa,
León y Mayora. El señor José Félix
Tortoza Castillo quién fuera el último bisnieto en
vida del jefe indígena Hilario de la Caridad Tortoza
Rodríguez en Tarmas, nos contó lo
siguiente:
"…Uricao siempre fue un lugar propicio para la
práctica del contrabando en tiempos del gobierno del
General Marcos Pérez Jiménez en la
década de los años treinta; ya que un mayordomo de
apellido Bentancourt que había en la Hacienda
"La Florida" que fue propiedad de los Boccardo
metían mucho contrabando proveniente desde la Isla de
Curazao…".
En los tiempos de la Revolución
Libertadora dirigida por el General Nicolás Rolando
Monteverde atacaron a las personas que vivían en las
orillas de las playas de Uricao en 1.903, en donde hubo muchos
muertos que fueron sepultados en donde está la piscina del
Club Oricao. En esa acción de armas las fuerzas del
General Cipriano Castro a las órdenes del General
Emilio Antonio Ríos resistieron a las embestidas
del General Rolando, saliendo herida en el brazo izquierdo la
tarmera Anacleta Gutiérrez, mujer del maestro
popular tarmeño Juan Antonio Tortoza quién
era descendiente de los indígenas de Tarmas.
Sra. Paula Mayora en Tarmas,
año 1.955
El General Rolando pretendía aumentar sus fuerzas
reclutando personal en esas costas para llevarlas luego a La
Victoria y así librar la batalla final en contra del
gobierno liberal restaurador del General en Jefe Cipriano
Castro Ruz; por eso atacó con un barco artillado a
esas costas sin lograr sus objetivos militares.
Previamente, en la acción de Guenque en
las cercanías de Mamo en Catia la Mar fue derrotado el
General Esteban Lujan por el General Emilio Antonio
Ríos. El General Luján murió en ese
combate en donde cayeron todos sus oficiales y jefes, el
único sobreviviente de esa jornada por las fuerzas de La
Revolución Libertadora fue Valentín
Mayora, afro-ascendiente nativo de San Miguel de
Chichiriviche de la costa, al oeste del actual Edo.
Vargas.
De igual manera, el poeta Pío Rengifo a
partir de ese momento tuvo que irse para siempre de su pueblo
natal, Tarmas. Más luego las tierras de Uricao y de la
Hacienda "La Florida" fueron compradas por las familias
Boccardo, Zuloaga, y finalmente por
Rómulo Guardia.
La cultora popular Amada Yépez
Pedrón sobre Uricao nos dio a conocer en su
casa en el pueblo de Carayaca en el año 2.006, el
siguiente relato:
"…Mis abuelos fueron don Blas Pedrón
y el General Nicolás Yépez. Como ya dije, mi
abuelo Nicolás Yépez nació en el pueblo de
El Tocuyo en el Edo. Lara y vino a parar estas tierras con
las fuerzas que comandaba el General en Jefe Juan
Crisóstomo Falcón. Y cuando llegaron al pueblo
de La Victoria en tierras de Aragua, desertaron, y
entre ellos estaban Felipe León y Chucho
Pérez.
Aquí en Carayaca hubo un sacerdote llamado
Félix Yépez, quien era primo hermano de mi
abuelo Nicolás Yépez. Tengo entendido que el padre
Félix Yépez también era natural del pueblo
de El Tocuyo y se ordenó como sacerdote en la Real
y Pontificia Universidad de Caracas.
Aproximadamente, según los libros de la iglesia de
Carayaca, él llegó a este pueblo en el año
1.804, durando pocos años aquí como cura propio de
de nuestra iglesia de San Joseph de Carayaca;, siendo reemplazado
por el padre José María González a
partir del año 1.808.
Al padre Félix Yépez, con los años
lo enviaron a la iglesia del pueblo de Choroní en
el Estado Aragua, debido que sufría de males estomacales.
Mi abuelo Nicolás Yépez supo de su primo,
porque un amigo que tenía en el pueblo de pescadores de
Uricao, le informó que su primo el padre
Félix Yépez estaba en Choroní.
Ciertamente, aquí anduvo y vivió un
General llamado Narciso Ramírez. A ese no lo
podían matar, porque tenía un Santo Cristo
incrustado en alguna parte de su cuerpo. En esos tiempos se
decía que había que tirarlo por la boca; pero en
una ocasión fingieron hacerle un homenaje a los
guerrilleros que participaron en esas guerras del
pasado….".
Yo creo que ese homenaje lo realizaron en las playas de
Uricao; eran los tiempos en que gobernaban los generales
Cipriano Castro Ruiz y Juan Vicente Gómez
Chacón, a comienzos del siglo inmediato pasado. En el
pueblo de Uricao hicieron una tremenda fiesta, a donde
concurrió el General Narciso Ramírez con su gente;
entre esos Generales había uno de apellido
Díaz, quién era parte de esa familia en el
pueblo de Tarmas.
El General Narciso Ramírez llegó con un
sombrero de gala colocado en su cabeza; el cual era conocido como
TACARRA. Allí hicieron parrillas y cada una de las
personas eran homenajeadas, cuando de pronto se apareció
un barco en las aguas de Uricao lanzando algunos
cañonazos, en honor a quienes allí festejaban el
homenaje en la persona del General Narciso Ramírez, a
quién invitaron a bordo del barco.
Él sin sospechar nada de lo que le pasaría
en esos momentos, nota que el barco se pone en marcha y de pronto
uno de los soldados que iba abordo le grita: ¡General
Narciso Ramírez!
Y él volteó, y seguidamente se oyó
un disparo que le pegó en una de sus piernas, quedando a
merced de sus captores; después se lo llevaron a
algún lugar del buque y le pusieron unas cadenas y grillos
en los pies, y por los lados de Arrecifes lo lanzaron al agua; y
quién antes de morir, dijo: ¿Qué es una soga
más para el Diablo?
De esa manera, el gobierno del General Cipriano Castro
acabó para siempre con ese hombre, quién
vivía robando y asesinando gente en toda Carayaca y sus
alrededores…".
La Hacienda "La Florida" perteneció a un
alemán llamado Federico Mackandale quién le
metió ganado y desarrolló la agricultura
allá. Luego pasó a manos de Luis Romero
Zuloaga quién fue el que le hizo la vía de
penetración para meter carros para allá.
El afro-descendiente Luciano Mayora quien
nació en la Hacienda "La Florida" y actualmente
tiene 83 años de edad, y es primo tercero de Ana
Jacinta Mayora, quién sobre el pueblo de Uricao nos
refirió lo siguiente:
"…Mi madre era sobrina del arpista
José de los Santos Mayora quién
está enterrado en el pueblo de Tarmas. Igualmente,
de sus hermanos Valentín Mayora quién fue el
único sobreviviente en la batalla que se dio en
Guenque en las cercanías de Mamo, el cual
era una hacienda de puro coco. Ese combate se dio aproximadamente
en el año 1.903. Otro de los tíos de mi madre fue
Fermín Mayora quién murió muy viejito
en Chichiriviche…".
"…Puedo decir que en la Hacienda "Uricao"
su gente se dedicaba a la pesca; y de los buenos pescadores que
hubo allá estaban Alejandro Iriarte quién
era el papá de Darío Martínez en
Tarmas, y Catalino León quién tocaba la
Marimbola…".
Uricao siempre fue un asiento para meter contrabando
desde las islas holandesas de Aruba, Curazao y
Bonaire, y el escondite era en la Hacienda "La Florida".
Así lo referían los viejos ancianos
tarmeños, cuando contaban que para la década de los
años 30 del siglo pasado, un mayordomo de apellido
Bentancourt fue el encargado de recibir esos contrabandos y luego
sacarlos para Caracas.
En la década de los 80 de ese mismo siglo,
más de 300 motos de contrabando fueron introducidas por
esas playas. Inclusive, en el gobierno de Luis Herrera
Campins se celebraban matrimonios religiosos y civiles en
helicópteros sobre ese mismo club, cuyos participantes
eran miembros del mismo, uno de los casos más conocidos
fue el de una sobrina del Dr. Pepi Monte de Oca,
para aquel entonces Ministro de Relaciones Interiores.
Y si es por asuntos de drogas, ni hablar. Ese Club
está hecho sobre la vertiente del Río
Uricao, el cual produjo una vaguada de inconmensurables
consecuencias; en donde hubo personas y caballos muertos,
vehículos e instalaciones destruidas en 1.981.
Allí desde el punto de vista documental y
sucesoral, el agrarista Ángel Herrera Guevara
realizó algunos estudios sobre las mismas y
descubrió dualidad de titularidad en las tierras.
Rómulo Guardia era hijo de un antiguo jefe policial
de Caracas de igual nombre y apellido en tiempos del gobierno del
General Eleazar López Contreras, y era nieto del
Dr. Rómulo Guardia quién murió en un lance
que tuvo con Enrique Infante en Caracas y bisnieto del
Coronel Rómulo Guardia.
Las investigaciones realizadas en el pueblo de Tarmas
por el Equipo de Investigaciones Históricas "Carapaica" en
el año 2.005, pudieron apreciar lo siguiente:
"…También queremos alertar sobre la
presencia en nuestras comunidades tarmeñas de personajes
sacados del postmodernismo quienes como intelectuales de oficio
han tratado de suplantar a los líderes naturales de
nuestras comunidades para conducir extrañamente nuestro
propio proceso cultural y político, y que se tradujo en
los sucesos que en nuestras propias costas tarmeñas y a
principios de la década de los años ochenta del
siglo pasado, nos llevaron trágicamente a la
desaparición del milenario pueblo indígena y
afro-descendiente de Uricao…".
"…Allí quienes emergimos como dirigentes
políticos y sociales tenemos que reconocer que en esos
momentos carecíamos de los conocimientos políticos
e ideológicos para poder enfrentar a los enemigos de clase
que se atrincheraron en el Club "Oricao" bajo la tutela
leguleya de las diferentes instituciones y entes gubernamentales
del estado venezolano en esa época…"..
Tampoco puedo dejar atrás al afro-descendiente
Julián Ladera quién era natural del pueblo
de Uricao en donde nació en 1.927, siendo hijo de
Apolinaria Ladera con Antonio Iriarte (natural del
pueblo de Naiguatá) y quien además jugó
béisbol profesional por muchos años como pitcher
estrella con el "Industriales del Valencia", habiendo sino
uno de las más grandes glorias de nuestro deporte rey en
el litoral central y a nivel nacional.
¡Gloria eterna a Julián Ladera, hijo
Emérito del pueblo de Uricao!
Y desde Tarmas, nuestra tierra querida; le rendimos un
cálido homenaje a la octogenaria afro-descendiente Ana
María Mayora quién es nativa del desaparecido
pueblo de Uricaro o Uricao en la costa de la mar abajo;
quién durante más de treinta años ha estado
resistiendo los embates de las clases dominantes y de la
burguesía de nuestro país; ya que aún se
mantiene viviendo en las que fueron las tierras que siempre
heredaron de sus antepasados africanos y que ahora están
en manos de unos seudos accionistas que se escudan en el llamado
Club "Oricao".
Le sugerimos al Comandante-Presidente Hugo Rafael
Chávez Frías le otorgue la Condecoración
"Orden del Libertador Simón Bolívar" en su
máximo galardón; por ser esta honorable matrona
afro-descendiente una mujer de la misma extirpe de las antiguas
esclavizadas Matea e Hipólita Bolívar.
Lo extraño de estas agresiones en contra de sus
pobladores originarios esparcidos en diáspora por Puerto
Carayaca, Las Salinas, Tirima, Tarmas, Mamo, Las Tunitas,
Mirabal, Cataure, La Soublette, El Molino y Corralito, en Caracas
y en El Tigre andan en espera que el gobierno nacional les
restituya nuevamente sus tierras ancestrales; ya que ellos
aún conservan sus costumbres y tradiciones culturales
intactas.
Y lo curioso del caso, fue que los gobernantes de turno
a nivel regional, municipal y parroquial, desde esos tiempos
hasta el presente han estado haciéndose los vista gorda y
convirtiéndose en los mejores defensores de los
dueños del Club "Oricao"; lar turístico de la
burguesía por donde se escapó el periodista
Alfredo Peña, hoy fugitivo de la justicia
venezolana; ayudado por las huestes del Opus Dei en
Tarmas, liderada por el sacerdote colombiano y fascista
Jesús Aníbal Uzma Zapata.
Allí se han visto en parrandas y comelonas a los
gobernadores electos y al Alcalde Alexis Toledo, obviando
ellos su condición de clase y desconociendo las luchas que
los pobladores del pueblo de Tarmas libraron en la década
de los años ochenta del siglo pasado en contra de quienes
arbitrariamente y haciendo caso omiso a la Constitución
Nacional de la época y a las diferentes leyes de la
República se fueron apoderando de esos inmensos lotes de
tierras, costas y playas, en pro del disfrute de una
minoría de la clase dominante del país.
En Aquellos tiempos se atacó al oligarca
Rómulo Guardia, hijo de un alto jefe policial de
igual nombre en el gobierno del General Eleazar López
Contreras. Queremos alertar sobre la presencia en nuestras
comunidades tarmeñas de personajes sacados del
postmodernismo, quienes llegaron al pueblo de Tarmas a
través del Proyecto Arte y Vida, suplantando a los
líderes naturales de nuestras comunidades y conduciendo
nuestro proceso político, cultural, social, religioso y
económico a sus enteros antojos.
Traduciéndose en los sucesos que en nuestras
propias costas tarmeñas y a principios de la década
de los años ochenta del siglo pasado, nos llevaron
trágicamente a la desaparición del milenario pueblo
indígena y afro-descendiente de Uricao. Allí
quienes emergimos como dirigentes políticos y sociales
tuvimos que reconocer que en esos momentos carecíamos de
los conocimientos políticos e ideológicos para
poder enfrentar a los enemigos de clase que se atrincheraron en
el Club "Oricao", bajo la tutela leguleya de las
diferentes instituciones y entes gubernamentales del Estado
venezolano, desde esos tiempos hasta el presente.
Consideramos, que el análisis coyuntural de la
realidad en el pueblo de Uricao no fue acertado en su mayor
parte, lo que dificultó la defensa de sus pobladores como
de sus tierras y costas. Sin obviar su legado cultural en
víspera de la total desaparición como pueblo
afro-descendiente con más de trescientos años de
vida.
Hay un detalle de vital importancia y fue que para
comienzos de la década de los 80 de siglo pasado, el
músico Wilfredo José García
había creado el Grupo Folclórico de
Tarmas y se usó la fulía "María
Dale Paleta" como la canción de lucha en defensa de
los pobladores de Uricao. Inclusive, llegamos a cometer plagio
con ese canto popular; ya que en una asamblea popular que se dio
en la Plaza Bolívar del pueblo de Tarmas, se hizo la
consulta ante los músicos y cantantes de la
Agrupación "Un Solo Pueblo", con el fin de que
ellos la grabaran y nos dieran la cantidad de 48.000
bolívares para comprar "La Casa de los Pintores" de
Tarmas.
Lo cierto del caso, fue que esa gente grabó la
fulía y los catapultó dentro de las esferas
musicales nacionales e internacionales, y nunca nos dieron la
plata, burlándose descaradamente de nosotros y de nuestro
pueblo, y más de los pueblos de Uricao y Chichiriviche.
Cuando indicamos que fue una burla, y fue que nunca pudimos
conversar con los directivos de esa agrupación musical;
mientras que el señor Wilfredo José
García mantenía descaradamente que la
fulía fue hecha en el pueblo de Tarmas.
María
Guzmán
Realmente, hay que decirlo hoy a todos los vientos y sin
temor alguno; nosotros fuimos culpables de ese plagio; ya que el
investigador León Manuel Morales descubrió
en diciembre del año 2.006, que la fulía
"María Dale Paleta" fue compuesta por el
afro-descendiente Santiago Mayora en el pueblo pesquero y
agrario de Chichiriviche de la costa; en una fiesta en honor a
San Juan Bautista y que fue dedicada a la venerable
anciana María Guzmán.
Según palabras de Santiago Mayora, miembro
del Grupo "Los Canosos" en ese pueblo al oeste del litoral
central varguista, expresó lo siguiente:
"…Nosotros, invitamos a la señora
María Guzmán para que viniera a cantar en la
festividad a San Juan Bautista aquí en Chichiriviche. Ella
se puso malcriada y dijo que no venía a cantar, en vista a
eso, yo escribí la fulía y le puse el nombre de:
"María Dale Paleta".
La cual fue cantada en esa festividad y que con el
correr de los días, alguien de Tarmas me preguntó
que si ellos la podían cantar en Tarmas, y yo le dije que
sí. Pero cual fue mi sorpresa, cuando pude ver que la
acreditación se la daban a otras personas que no
éramos nosotros, como fue el "Grupo Folclórico
de Tarmas" y a "Un Solo Pueblo…".
Creemos y así lo sostenemos, que más bien
parecíamos unos personajes sacados de la obra
"Ídolos Rotos" escrita por el primer modernista de
la América hispánica y venezolana como lo fue a
mediados del Siglo XIX, el escritor Manuel Díaz
Rodríguez. Allí se dieron rivalidades
personales y grupales ajenas a nuestro pueblo tarmeño y al
de Uricao, como fueron los conflictos suscitados por los
métodos y formas de luchas utilizados entre la dirigente
marxista leninista Isaura Corrales y la reconocida
ceramista italiana Gigliola Caneshi.
Uricao a Chichiriviche en balandra a
vela en 1.946
Cabe decir, que Gigliola Caneshi en esos tiempos formaba
parte de las elites de las artes plásticas en nuestra
nación, en donde se agudizaban los conflictos de clase
entre ricos y pobres, opresores y oprimidos, que de hecho produjo
la desaparición de la "Casa de los Pintores de
Tarmas", dando paso con el correr de los años, a la
mal llamada Asociación de Artesanos de Tarmas
(AAT), ente rector de la cultura tarmeña y que a juicio de
nuestros investigadores fue un error, que de hecho
arrastró algunos problemas que han contribuido a la propia
desarticulación del pueblo en sus formas tradicionales de
organización política, social y
económica.
Rómulo Guardia, ese desdichado de la
burguesía nacional murió al poco tiempo de las
luchas que se libraron bajo la conducción de la
Junta del Rescate Cultural y
Ecológico de Carayaca (JURCECA), el cual
estuvo dirigida por el hacedor de cultura León Manuel
Morales y una pléyade de defensores y defensoras de
nuestro acervo cultural, en esos cruciales momentos de nuestra
historia local y regional.
Y los miembros del ELI "Carapaica" en el pueblo
de Tarmas en sus investigaciones históricas sobre
Uricao en el año 2.005, sobre el afro-carayaquero
Catalino León expresaron lo siguiente:
"…Es nuestro deber histórico hacerle honor
a quién honor se merece, como fue el caso del
afro-descendiente Catalino León, viejo pescador
del pueblo de Uricao quién nunca retiró su cayuco
de pesca de las orillas de la playa que lo vio nacer,
defendiendo con valor y gallardía su inmenso mar
caribeño y las tierras en donde vio morir a su esposa y a
sus antepasados. Catalino León pudo ser testigo como un
grupo importante de pobladores de Uricao se aliaron al esclavista
Rómulo Guardia, pasando a formar parte de los
trabajadores del club en los oficios propios que hacían
los esclavizados en tiempos de la esclavitud goda y
mantuana…".
Catalino León luchó valientemente y con la
moral muy alta hasta los últimos minutos de su vida, y
siempre en la defensa del sagrado deber y derecho constitucional
de vivir en su lar natal, murió el afro-descendiente
Catalino León, el último hombre que tocaba
la marimbola en el pueblo de Uricaro o Uricao; que es un
instrumento de origen bantú en la que nos
deleitábamos al oír nuestra música tocada
por ese gran representante de la negritud de nuestra tierra
costeña. De igual forma, Máximo, hijo de las
islas Canarias; y Máximo Rada, el zambo hijo del
valle de Uricao y representante de la negritud y del indigenismo
propio de su madre tierra, partieron a las excelsas moradas sin
poder ver el regreso de su amado pueblo a esas tierras
ancestrales.
Hoy Queremos rendirle un homenaje muy expresivo a la
señora Isabel Ulloa quién estableció
su familia en las cercanías del pueblo Tarmas, preservando
sus cantos y culto a las tradiciones de su desaparecido pueblo en
diáspora; como a sus ancestros salidos del África
milenaria hace varios siglos atrás; quién
también debe ser condecorada con la Orden del
Libertador por su persistencia en sus luchas en contra de
los oligarcas y godos pequeños burgueses que a diario
disfrutan de esas playas y tierras, negándole al pueblo su
legitimo y ancestral derecho a permanecer en Uricao para
siempre.
El Equipo Local de Investigaciones "Carapaica"
solicita ante el gobierno nacional, el cual se encuentra
dignamente dirigido por el Comandante Hugo Chávez
Frías, se le entienda la condecoración de la Orden
del Libertador "Simón Bolívar" en su
máxima expresión a doña Ana Jacinta
Mayora, como máxima representante de la negritud
tarmeña, por tener muchísimos años
resistiendo los embates de los burgueses que hacen "vida
campestre y de exclusividad" en el Club Uricao.
Ahora lo que preocupa es que el Club Oricao
estuvo en manos del Banco Unión y ahora está
bajo el control de BANESCO. Y lo más curioso de
todo, es que todos los gobernantes de turno en el Edo. Vargas,
son socios del mismo; eso es extraño, ya que va en contra
de las políticas que se han diseñado para construir
el estado comunal soberano, libre e independiente.
¡Por el regreso inminente de los habitantes del
pueblo de Uricao en diáspora a su tierra natal,
ya!
¡Qué se les entregue los edificios que
hicieron en las tierras de la antigua Hacienda "La
Florida" y la administración del Club "Oricao",
ya!
León Manuel
Morales
Patrimonio Cultural Viviente del Edo.
Vargas
Oficial de Marina Mercante
C.I.V-3.367.735
Francmasón Past Master Grado
33º
Cel. 0426-9006413
mblp2004@yahoo.com
leónmanuelmorales2014@gmail.com
Nota: La señora Ana Jacinta Mayora es hija
del difunto arpista José de los Santos
Mayora quien era natural del pueblo de Chichiriviche
de la costa; tan afamada luchadora en defensa de la negritud
varguista se fue en la barca de Isis rumbo a los umbrales
de la eternidad y nunca jamás le fue reconocida su labor
en defensa de su tierra natal, Uricao.
Lo extraño es que no se le reconoció en
nada su inmenso deseo de ver regresar a su pueblo en
diáspora a sus antiguas tierras en el antiguo valle de
Uricao; en donde se pudo notar que en nada valieron los inmensos
deseos de verla condecorada con la Orden del Libertador
"Simón Bolívar". A veces quisiera decir, que
sentimos su partida y su ausencia; ya que no quedó
ningún representante de la negritud de Uricao en esa vasta
zona pesquera de nuestro litoral central.
Entierro de Ana Jacinta Mayora,
14-7-2.012 en Tarmas
Y en su mente llena de claridad y vastos recuerdos
llenos de longevidad tricentenaria sintió en carne propia
la distancia que vivieron sus antepasados cuando nunca más
regresaron a la patria originaria, Guinea.
Ahora sus descendientes vivirían igual
situación en la tierra que hicieron suya para siempre y
que desde su rancho de vara en tierra veía en el infinito
de nuestro inmenso Mar Caribe, las figuras energúmenas de
sus antiguos padres y abuelos pisando la tierra en donde fueron
esclavizados por los dogmas de la iglesia católica y el
látigo inclemente de los mayorales de la Hacienda
"Uricaro" al servicio de las castas dominantes de la
época colonial.
Ana Jacinta Mayora era sobrina del viejo soldado
Valentín Mayora quién fue el único
sobreviviente que hubo en las fuerzas de la Revolución
Libertadora comandada por el General Esteban Lujan en la
Batalla de Guenque que se dio entre las cercanías
del Río Mamo y Arrecifes, y que fueron derrotadas
por el General Emilio Antonio Ríos quién era
el comandante de las fuerzas castristas en 1.902. Y
también era sobrina del arpista Fermín Mayora
quién murió en Chichiriviche con más de cien
años a cuestas.
Y en tu honor honorable dama de la resistencia
afro-antillana caribeña te dedico este poema con el
corazón abierto y con las gotas de mi africanidad heredada
de mi difunta madre María Hilaria Morales, para ti
negra bella, en donde se encuentre tu espiritu y tu alma, porque
tu cuerpo y tus restos mortales están resguardados en el
cementerio del pueblo de Nuestra Señora de la
Candelaria de Tarmas.
ANA JACINTA MAYORA
HEROÍNA DE LA RESISTECIA
AFRO-VENEZOLANA EN TIERRAS DE CARAYACA
Autor León Manuel
Morales
Patrimonio Cultural Viviente del Edo.
Vargas.
Ana Jacinta Mayora se
llamaba
Una hermosa dama de
ébano
Quién nació en las orillas
del Caribe mar
En las costas de Uricao
Desde muy niña se crió
entre las aguas
Del Río Uricao y las playas de sus
recuerdos
Infantiles y juveniles de aquel
ayer
Que nunca pudo olvidar su
memoria
Entre cocotales y piraguas a
velas
Pasó aquellos años
inolvidables
Surcando aquellas aguas con su
padre
El arpista José de los
Santos Mayora
Ana Jacinta Mayora tenía la
extirpe
De aquellos guerreros de la
negritud
Que vinieron esclavizados desde la lejana
África
A la antigua hacienda de
Uricao
Pero por su infinita sangre
heroica
Corría la savia
libertadora
De los antiguos Taramaquas que con
arrojo
Se batieron en contra de los invasores
españoles
Quienes se batieron en contra del
Capitán
Alonso de Ojeda y sus
huestes facinerosas
En el antiguo Puerto de El
Flechado
En mil cuatrocientos noventa y
nueve
Por sus venas latía el fuego
sagrado
De sus antepasados africanos
Que arribaron a las playas de
Chichiriviche
En tiempos de los guipuzcoanos
vizcaínos
Ana Jacinta Mayora creció en la
cima
Que le permitió desde las alturas
de su rancho
Y huerto florido ver la grandeza de su
tierra
Y en su mar la lejanía de su
África originaria
Y cuando vinieron los aristócratas
caraqueños
Con Rómulo Guardia a la
cabeza,
Logrando convencer a su gente
De salir de sus posesiones
centenarias
Ana Jacinta Mayora y Catalino
León
Al compás de la
marimbola
Que heredaron de sus antepasados
bantúes
En la Guinea Ecuatorial
africana
Dieron sus gritos de guerra al
unísono
Diciéndole al pueblo
tarmeño
Que esas tierras siempre
fueron
Por heredad suyas hasta la
eternidad
Los desalojos y las agresiones
Vinieron de todos los lados,
De Rómulo Guardia y
compañía
Y de todas esas huestes
diabólicas
Ana Jacinta Mayora altiva
Y con el corazón
engrandecido
Con las palabras de libertad
Enarbolados por los mártires del
pasado
Gritó a todos los
vientos
De aquí no me saca
nadie
Sino mi Dios que es el
verdadero,
Que no es el de Rómulo
Guardia
Ella mostró su
carácter
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