- Resumen
- Introducción
- Naturaleza de la ley
- Cualidades de la ley
- Finalidades de las leyes
- Crítica a las leyes
- ¿Supremacía de los estadistas o
de las leyes? - El
deber o la responsabilidad - Conclusión
Resumen
Platón, filósofo ateniense,
discípulo de Sócrates y maestro de
Aristóteles, pensador excepcional, que fue y sigue siendo
paradigma del quehacer filosófico porque puso las bases de
la visión occidental, señaló el derrotero de
La Republica, o de la Justicia, de Las Leyes, o de la
Legislación.
Es el iniciador de la Filosofía del Derecho, los
temas claves del pensar jurídico y vigentes en la
Comunidad Jurídica de nuestro tiempo son: la ley,
cualidades y finalidades de las leyes, crítica a las
leyes, la discusión perenne de la supremacía del
Estadista o de la Ley, el deber o responsabilidad que se debe
tener ante uno mismo, frente a los electores y a la comunidad
internacional.
El destino de la humanidad, en cierta manera,
está condicionada y determinada por la
sabiduría del gobernante y de los gobernados,
razón por la cual es indispensable dedicarse a la
Filosofía y al Derecho.
Palabras claves: filosofía, derecho, ley,
justicia, mentalidad, crítica, deber.
RÉSUMÉ
Platon, philosophe Athènes, disciple de Socrates
et enseignant d'Aristote, penseur exceptionnelle, qui a
été et demeure paradigme du affaire philosophique
car a mis les bases de la vision occidentale, a noté le
parcours de la REPUBLIQUE, ou de la justice, des Lois, ou de la
législation.
Est l'expéditeur de la philosophie du droit, les
sujets clés du penser juridique et en vigueur dans la
Communauté juridique de notre temps sont : la loi,
qualités et finalités des lois, critique aux lois,
la discussion pérenne de la suprématie du dirigeant
ou de la loi, le devoir ou responsabilité qu'il faut tenir
auprès d'un même, face à des électeurs
et à la communauté internationale.
La destination de l'humanité, dans une certaine
manière, est conditionnée et est
déterminée par la sagesse du dirigeant et des
gouvernés, raison pour laquelle il est indispensable se
livrer à la philosophie et au droit.
Mots clés: philosophie, droit, loi,
justice, de culture, la critique, devoir.
Introducción
La Filosofía y el Derecho son dos herramientas
creados por las personas humanas para realizarse en la democracia
y ascender en la dignificación de las personas humanas.
Platón, imagen justa del ateniense y amante de la vida
pública, enlazó la Filosofía con el Derecho,
es el iniciador de la disciplina Filosofía del Derecho,
incluso da los centrales del contenido perenne de la
discusión y aprendizaje de la Ius –
Sophia.
La lectura de los textos: La República, o de la
Justicia, Las Leyes, o de la Legislación, como Teeteto, o
de la Ciencia, Gorgias, o de la Retórica, Critón, o
del Deber nos ha permitido elaborar las tesis de la
Filosofía del Derecho del Filósofo ateniense,
amante de la vida pública, planificador de la sociedad
justa, forjada por filósofos gobernantes y gobernantes
filósofos. Precisamos la naturaleza, las cualidades,
finalidades; crítica a las leyes, discutimos la
supremacía del Estadista o de las Leyes; la
reflexión finaliza con el tema del deber o la
responsabilidad. El filósofo y el jurista, son como el sol
y la luna que ayudan andar en la verdad y la libertad a los
gobernantes y gobernados.
Naturaleza de la
ley
La ley es un pensamiento razonado, que brota de la
razón verdadera y recta, puesto por escrito y sancionado
por el legislador, y que, aceptado por el pueblo, se convierte en
norma común de la ciudad[1]La ley
común de la ciudad es sagrada norma de la razón y
se impone en orden a su conducta interior y a sus relaciones con
los demás Estados. La ley no es únicamente para la
convivencia racional entre los seres humanos, lo es
también para las relaciones entre los Estados expresados
en los tratados internacionales.
La ley positiva para entrar en vigencia necesita del
consentimiento lúcido del pueblo sabio y virtuoso. La
soberanía del pueblo inteligente, libre, voluntario es la
condición vinculante para aceptar la autoridad de la ley.
El señorío jurídico exige la
aprobación majestuosa de la ciudadanía consciente y
comprometida en los asuntos de la República.
Cualidades de la
ley
Los legisladores, hijos de los dioses, en la actualidad
legislan para los hijos de los hombres[2]Desde la
perspectiva de Platón, el legislador debe conocer las
cualidades de toda ley y tenerlo presente al promulgar las normas
y, olvidar o despreciar una de ellas es constituir a la misma ley
en vileza o en maldad.
Las notas sustantivas de toda legislación:
estabilidad, universalidad, adecuado a las costumbres y a tono
con el sentido humano, promulgado por los legisladores y debe ser
racional[3]aceptado por el pueblo, razón
por la cual es norma común a la ciudad[4]La
ley es guía y corrobora las
costumbres[5]
Finalidades de
las leyes
a) Paz y benevolencia: el mayor bien no se halla
ni en la guerra ni en la revolución (hay que rechazar de
nuestros deseos la necesidad de recurrir a ella); está a
la vez en la paz y en la mutua
benevolencia[6]Incluso hay que dictar leyes
bélicas no para hacer la guerra en sí mismo, sino
para la consecución de la paz. La paz es el reconocimiento
reciproco de la igualdad y de la dignidad como ciudadanos
libres.
b) La ley está para todos los integrantes de
la ciudad: no fundamos nuestra ciudad con vistas a la
felicidad de una sola clase, sino para todos los ciudadanos sin
distinción alguna… no para que disfruten de la
felicidad unos cuantos ciudadanos, sino para que posean todos en
general[7]La ciudad pertenece a todos y todos
deben interesarse por los asuntos de la ciudad, enfatizaba en las
actuaciones públicas Pericles.
c) La ley no es para el interés de los
gobernantes, sino para el bien de los gobernados. El
legislador talentoso establece la paz, el sentido del honor y del
decoro, buena legislación y justicia abundante, con lo que
se evitan las revoluciones… Siempre que ha habido lucha
por el poder, los vencedores se adueñan de los asuntos
públicos lo suficientemente bien como para no dejar la
más pequeña parte en el poder ni a los vencidos
personalmente ni a sus descendientes…se pasan el tiempo
espiándose mutuamente, …tampoco son leyes
rectamente hechas las que no se han redactado mirando a los
intereses comunes de toda la ciudad; estas leyes no han sido
hechas para favorecer a unos cuantos, a los que llamamos
sediciosos, no ciudadanos, y el derecho que se pretende
atribuirles lo llamamos una pretensión
vana[8]
Las leyes nunca se deben promulgar para beneficio de
unos cuántos, ¡no a la oligarquía
jurídica!, ¡sí a la democracia
jurídica! Por ello en La República, nos
recalca: los gobernantes en las ciudades, los que de verdad
gobiernan…, nunca examinan ni ordenan lo que a él
mismo conviene, sino lo que conviene al gobernado y
súbdito suyo[9]El interés
común a los hombres, en cambio los beneficios y los
privilegios privados desunen[10]son causas de
conflictos sociales y del ocaso del Estado.
d) La ley está para hacer reinar la
justicia. La justicia es decir la verdad, es devolver lo que
se ha recibido, es dar a cada uno lo que le
conviene[11]es justo dar a cada uno lo que le es
debido[12]La ciudad es justa cuando las tres
clases (la prudencia, el valor y la temperancia) de naturalezas
que existen en ella hacen lo que les corresponden; y moderada,
valerosa y prudente, atendiendo a las condiciones y
hábitos de esas mismas naturalezas[13]La
justicia es la garantía y la salvaguardia del bien
común, esto se logra únicamente haciéndose
virtuoso. El filósofo legislador o el legislador
filósofo tiene que asemejarse a Dios en lo posible,
haciéndose justo y santo por medio de la
sabiduría[14]. En la medida que se asemeja
a la divinidad los hombres han de ser justos. En consecuencia,
hay que persuadir y obligar a los ciudadanos a convertirse en
mejores[15]vía que se logra por la
educación[16]
La justicia es equivalente a verdad, la verdad es
luciente, de mirada penetrante, simbolizarlo con la venda es
hacerlo ciega[17]
Crítica a
las leyes
a) Crítica a las leyes. No temas,
pues, someter a crítica nuestras leyes; no hay ninguna
deshonra en reconocer un defecto, y el que recibe las
observaciones sin animosidad y echándolas a buena
parte consigue a veces, como consecuencia de ello, la
curación[18]Esto es desacralizar las
leyes, es señalar la falibilidad de las normas
establecidas, es reconocer que los legisladores son hombres y
como tal inclinados al error, a torcer las leyes por
intereses mezquinos. La ley es la especificación de
las visiones políticas de los gobernantes de
turno. Hay que trabajar por la modificación y
perfección de la ley, mientras tanto debemos obedecer
si y sólo si es para el bien de todos.b) Mentalidad conservadora. No se puede
modificar las reglas musicales sin alterar a la vez las
más grandes leyes políticas…Destruye toda la
vida privada y pública[19]. Las
costumbres que rigen los quehaceres serios puedan durar sin
que nada las turbe… no hay nada más peligroso
que el cambio… permanecen inmutables durante largos
periodos de tiempo, hasta el punto de que nadie recuerde
personalmente… toda alma las venera y sentiría
escrúpulos de cambiar nada de lo que ellas han
establecido hace ya tiempo[20]
Muchos legisladores son renuentes a los cambios
jurídicos y con ella la mentalidad de los hombres, es
mejor estar instalado y permanecer, las leyes hacen
estático la vida pública y privada, no permiten el
devenir. Cuando se produce la inmovilidad jurídica, la ley
ya no es alternativa, queda en la nihilidad, se vuelve una carga
pesada, esclaviza a los hombres; pero también, los cambios
excesivos vuelve inestable y crean inseguridad jurídica,
hecho que desorienta y genera una inmensa desconfianza y lleva a
la arbitrariedad, la injusticia se instala y deshumaniza a las
personas. Por tanto, la ley se modifica en base a las leyes y
según las exigencias de la vida
jurídica.
c) Mentalidad reformista. Todo ciudadano
puede criticar el contenido de las leyes, pero debe respetar
el valor formal de éstas: pueden pedir modificaciones
de ellas por las vías legales, pero mientras son
leyes, deben obedecerlas[21]Nunca se debe
emplear la violencia para modificar las leyes, si se obra
así, se va contra el derecho y la racionalidad humana.
El hacer tabula rasa de las leyes vigentes es ir contra los
autores y sujetos soberanos de la ley. Con mucha inteligencia
Platón nos afirma: no obedeciendo.., comete
villanía de tres maneras: la primera que no nos
obedece a nosotros, que fuimos sus madres; la segunda que no
nos obedece a nosotros, que fuimos sus nodrizas; la tercera
que no nos obedece después que nos había
prometido obedecer, ni lo hace ni nos convence de que sea
mala nuestra conducta en algún punto, y eso que todas
nuestras órdenes carecen de acritud, y permitimos
elegir entre dos cosas: o convencemos o cumplir lo que
mandamos, cosas ambas que no realiza, como hemos
dicho[22]
En la historia humana, infinidad de veces se ha quebrado
o se ha hecho tabula rasa del ordenamiento jurídico, unas
veces porque los legisladores se volvieron ciegos y fomentaban
por doquier la injusticia; otras veces, los gobernantes fueron
mudos, sordos y ciegos para hacer los cambios y carentes de
sabiduría, terminaron por sepultarse a sí mismos.
La superación de éstas se hará con
mandatarios talentosos y legisladores sabios, pero también
con un pueblo amante de la sabiduría, paz, libertad y
promoviendo el reino de la justicia y de la Vida.
Las leyes naturales tienen que conservarse como son los
derechos inalienables e imprescriptibles, pero las leyes
positivas están en constante examen por las generaciones
ulteriores y deben ir modificándose sin destruir a las
naturales.
¿Supremacía de los estadistas o
de las leyes?
Platón en El Político, nos
manifiesta que el mandatario es superior a la ley, no es bueno
que las leyes dominen sino el hombre regio dotado de prudencia,
se pregunta el filósofo: ¿sabes por qué? La
ley no será nunca capaz de captar a la vez lo que es mejor
y más justo para todos, de forma que dicte las
prescripciones más
útiles[23]
Sin embargo, cuando ya es anciano, aunque lúcido,
se da cuenta que mucho mejor es que los gobernantes sean los
servidores de la ley, obedientes a las leyes. En dicho
cumplimiento está la salvación del Estado, su
incumplimiento es el principio de la arbitrariedad y la ruina del
Estado de Derecho. Allí donde la ley reina, hay vida
jurídica, la consecuencia es la seguridad, la estabilidad
y la paz social, razón por cual, el maestro Platón
expresaba: veo nacer allí la salvación y, con ella,
todos los bienes que los dioses otorgan a las
ciudades[24]
El deber o la
responsabilidad
En la existencia que se va haciendo en
compañía con los demás, jamás debemos
engañarnos ni traicionarnos a sí mismos, lo que
importa es ser sinceros y fieles consigo mismo, condición
básica para hilvanar una existencia con franqueza y
lealtad a los demás. Tesis postulado por el maestro
Platón en Critón, o del Deber.
Gabriel Marcel en Ser y Tener, saca a luz la
brillantez de la Fidelidad y de la Lealtad por vía
negativa: no hay fidelidad sino a una persona, no a una idea o
a un ideal… vivimos en un mundo en el que la
traición es posible en todo momento y bajo todas las
formas, traición de todos por todos y de cada uno por
sí mismo[25]
Sócrates es inducido a la infidelidad y a
traicionarse, pero a sus setenta significaría la sepultura
de todo el filosofar realizado en Atenas, a pesar que Xantipa
está lactando un retoño de Sócrates, el
maestro de la Ironía es fiel y leal a sí
mismo y a los demás, es el paradigma inmortal del deber y
del compromiso. Razón por la cual, manifiesta: "No es
el vivir lo que ha de ser estimado en el más alto grado,
sino el vivir bien… El vivir bien, el vivir honestamente y
el vivir justamente son una misma cosa"[26]
Por tanto, nunca debemos hacer injusticia, ni devolver un mal con
otro mal[27]El deber consiste en el cumplimiento
de las obligaciones establecidas por la ley, nacimos bajo la
tutela de la ley, educada e instruida por mandato de la ley,
debemos esforzarnos por vivir conforme al derecho establecido,
hacer lo contrario es ponerse al margen y en contra de la
ley[28]Si es así, escucharemos la voz de
una hermosa y linda dama: Sócrates, al fértil
país cuyo nombre Ftia irás, creo yo, en el tercer
día[29]Immanuel Kant Reuter en
Crítica de la Razón Práctica
escribió: dos cosas llenan el ánimo de
admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuando
con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas
la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la
ley moral en mí[30]
Conclusión
La ley es expresión de la razón
filosófica y el hombre debe guiarse por la ius
sophia, armonizada con la majestad humana.
Todo lo que contradice a la dignidad del hombre es
vileza y no es ley, aunque está promulgada por la
autoridad competente.
Las leyes positivas son herramientas humanas que van
especificando a la ley natural y, permiten el perfeccionamiento
personal y social del hombre.
Por lo tanto, a través de las leyes,
el hombre va realizando su existencia jurídica, sin ella,
retorna a la condición de homo habilis. La
Filosofía y el Derecho nos permiten hacernos homo sapiens,
asemejarnos a Dios por la praxis de la justicia, la verdad y la
sabiduría.
Autor:
Pablo A. De La Cruz
Mayhuay
Filósofo – Abogado
[1] .- Platón, Las Leyes, o de la
Legislación. L. I. 644 a/ 645 c.
[2] .- IB. L. IX, 850 b / 854 a
[3] .- Platón, Las Leyes, o de la
Legislación. L. II, 642 a
[4] .- IB. L. II. 644 a / 645c
[5] .- IB. L. II, 662 a / 664 e
[6] .- IB. L. I, 628 a / 629 c
[7] .- Platón, La República, o
de la Justicia, L. IV, 1, 414 a
[8] .- Platón, Las Leyes, o de la
Legislación. L. IV, 174 a / 176 e
[9] .- Platón. La República, o
de la Justicia. L. I. 15 y 16, 342 e
[10] .- Platón. Las Leyes, o de la
Legislación. L. IX, 875 c
[11] .- Platón. La República, o
de la Justicia. L. I. 5, 331 d/ 7, 333 a
[12] .- IB. L I, 8, 335 c
[13] .- IB. L. IV, 11, 432 e
[14] .- Platón, Teeteto, o de la
Ciencia. 176 a
[15] .- Platón. Gorgias, o de la
Retórica 516 d / 518 a
[16] .- Platón. La República, o
de la Justicia. L. IV, 3, 424 d
[17] .- Discreción acerca de la
justicia ciega o idiota. San Miguel y su espada representan a
la justicia. Con los ojos vendados no es posible esgrimir la
espada y la balanza. La venda empezó siendo una burla,
una ironía; en un grabado en madera se ilustra la
primera edición de La Nave de los Locos de
Sebastián Brant (1495), vemos un bufón tapando,
por detrás, los ojos de la justicia con una venda y, en
las Bambergensis de 1517, Schwarzenberg reprenda a todo un
tribunal con capas de bufón. Debajo aparece esta
leyenda: todo lo que hacen estos necios es dar sentencias
contrarias al Derecho. En el dibujo de Meter Vischer el Mozo,
que se conserva en la casa de Goethe en Weimar se invierten los
papeles: aquí es la misma justicia la que ciñe la
venda sobre los ojos del Emperador sentado en su trono, lo que
decir que, entre tanto, la venda habíase convertido ya
de una befa en atributo de la justicia, es decir, en el
símbolo del juez que falla sin fijarse en las personas.
¿Realmente los magistrados fallan sin fijarse en las
personas o fallan, pensando en la intimidad de sus conciencias,
reflexionando en la riqueza que han de recibir?
[18] .- Platón. Las Leyes, o de la
Legislación. L. I., 634 e
[19] .- Platón. La República, o
de la Justicia. L. IV. 3 y 4, 424 d / 426 b
[20] .- Platón. Las Leyes, o de la
Legislación. L. VII, 787 b / 798 d
[21] .- Platón. Critón, o del
Deber. 50 d / 52 b
[22] .- Platón, Critón, o del
Deber. 50 d / 52 b
[23] .- Platón. El Político, o
de la Realeza 294 b
[24] .- Platón. Las Leyes, o de la
Legislación. L. IV. 715 b / 716 c
[25] .- MARCEL, Gabriel (2003) Ser y Tener.
Madrid: Caparrós Editores. Pág. 90
[26] .- Platón, Critón, o del
Deber. 48 a
[27] .- IB. 49 c
[28] .- IB. 50 d
[29] .- IB. 43 d
[30] .- FERNÁNDEZ, Clemente 81976) Los
Filósofos modernos. I. Selección de textos.
Madrid: BAC. N°1056