Página 2 EXORDIO Pensar, es meditar con cuidado y
atención acerca de una cosa que se estudia o examina
especialmente con un sentido bien estructurado, para llevar la
mente bastante más allá de lo obvio. Tendremos que
incorporar a nuestro pensamiento las ideas que ya han madurado
otros investigadores a fin de poder generar una
integración de conceptos válidos, que haremos
coexistir ordenadamente, sentando las bases para obtener una
aproximación científica a un tema tan relevante.
Esta actividad, que es estrictamente humana, la entendemos como
muy necesaria para poder desarrollar un análisis
crítico y riguroso de un tema como el que aquí
tratamos. Es un concepto que planteó hace más de
2500 años Platón y que generó en su
desarrollo histórico el planteo de la
epistemología, como doctrina de los fundamentos y
métodos del conocimiento científico. De hecho,
comúnmente se cree que naturalmente se razona, y de manera
eficaz, por el mero hecho de tener inteligencia y habilidad para
contestar con rapidez sobre algo que se nos pregunta, se nos dice
o vemos. Para tener éxito, nuestro esfuerzo de pensar
deberá encontrar un método de análisis que
nos posibilite escapar al pensamiento vulgar y sin estructura
como forma de llegar a concretar un dictamen bien logrado, veraz
y certero, que sirva como buen pie de apoyo a esta tarea tan
importante de “PENSARNOS”. Para concretar esta
opinión al mayor nivel deberemos hurgar profundamente en
el ámbito de los elementos racionales e interpretativos de
la investigación y asegurarnos de comprobar
científicamente, tramo a tramo, los hechos
prácticos de la experiencia real. Como supremo esfuerzo,
que sea intelectual y éticamente válido,
intentaremos concretar nuestro “PENSARNOS” en la
búsqueda de las mejores visiones que logremos tener sobre
las perspectivas actuales del animal urbano, tal como hoy se lo
conoce. Habituarse al pensamiento lógico no es tarea que
se realiza de la noche a la mañana y por supuesto que para
llegar a “pensarnos como los animales urbanos que
somos” se requiere de una buena práctica. Como no
tengo dudas de que para progresar socialmente esto es necesario
hacerlo, juzgo que bien vale la pena intentarlo. La manada espera
conocer vuestro aporte proactivo. La propuesta para que
comencemos a pensar juntos sobre el tema “El animal urbano
y su problemática actual en nuestro hábitat
ribereño local“ queda así formalizada ante
ustedes. Nuestro contacto directo es posible mediante el correo
electrónico j.fercolombo@gmail.com
Página 4 ENUNCIACIONES IMPORTANTES DE RECORDAR
DEFINICIONES ÚTILES PARA SER ANALIZADAS ANIMAL Ser
orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso en
un hábitat determinado. ANIMAL URBANO El que se ha ubicado
en un sitio geográfico determinado, constituyendo un
área urbanizada y creando allí un modelo de
ambiente artificial, al que denominamos hábitat urbano,
donde desarrolla el modo de vida urbano implantando un
determinado orden ecológico. ATAVISMO Tendencia en los
seres vivos, a la reaparición de caracteres propios de sus
ascendientes. Semejanza con los abuelos o antepasados, herencia
de caracteres. ANIMAL MANSO BESTIA El que por su
disposición particular vive en la compañía
del hombre compartiendo su hábitat, su modo de vida y su
determinado orden ecológico. ANIMAL RURAL El que se ha
ubicado de forma permanente en un sitio geográfico
determinado del campo y se ejercita fundamentalmente en las
tareas agrícolas creando allí un modelo de ambiente
artificial al que denominamos hábitat rural donde
desarrolla el modo de vida rural estableciendo un determinado
orden ecológico. ANIMAL SALVAJE El que vaga libremente por
la tierra, el aire o el agua, o se ha ubicado en forma permanente
en un sitio geográfico en plena relación con la
naturaleza, en modo de hábitat natural donde desarrolla el
modo de vida natural estableciendo un determinado orden
ecológico. Cualquier animal cuadrúpedo, y
generalmente los de carga. Persona ignorante y tosca.
CIVILIZACIÓN Conjunto de ideas, ciencia, artes y
costumbres por los que se caracteriza el estado social de un
grupo humano. ÉTICA Parte de la filosofía que trata
de la moral. HÁBITAT Conjunto de condiciones
físicas y geográficas en que viven las especies
animales y vegetales y que condicionan su desarrollo personal y
el de su modo de vida.
Página 5 HOMBRE Individuo de la especie humana, en general
(ambos sexos). Animal dotado de instinto, sentimientos y
razón. INSTINTO Impulso natural de los animales, que
precede a la razón, y que les mueve a procurar de forma
permanente su conservación (o reproducción). MANADA
Conjunto de ciertos animales de la misma especie, que andan
reunidos. RAZÓN Facultad de Pensar y reflexionar e incluso
inventar cosas. SENTIMIENTO Impresión que causa en el
ánimo las cosas espirituales. VIVIENDA La definimos como
un Tipo particular de hábitat humano. El troglodita
tenía vivienda: la caverna. Tanto como la tenía el
indígena nómada: el toldo. Para otros animales la
choza y el rancho son también viviendas. Todas ellas
corresponden a estados culturales primitivos o bárbaros de
la evolución del animal urbano. Son la solución
precaria y perentoria al problema planteado por los
fenómenos del clima y, eventualmente, por la presencia de
animales feroces y aún de los demás hombres. Todas
esas viviendas apenas superan la condición de
guarida.
Página 6 COMO ENTENDEMOS A LA NATURALEZA La entendemos
como el conjunto de todo lo que compone el Universo, como
principio universal de todas las operaciones naturales, e
independientes de todo artificio humano. Si seguimos nuestra
observación del planeta tierra más de cerca,
notaremos claramente que aparecen variados elementos que se
encuentran en su superficie y aprovechan una delgada capa que la
rodea, la biosfera, que permite la existencia activa de un
sistema multifacético de hábitat, poblado por
elementos vegetales, animales y humanos. Cuando logramos un mayor
acercamiento, lo que aparece en nuestra observación es una
Naturaleza Artificial que a lo largo de los tiempos la ha ido
construyendo el hombre con sus artificios, paso a paso,
componiendo un sistema multifacético complejo que
denominamos Hábitat Urbano. Poblado con elementos humanos,
animales y vegetales se encuentran coordinados entre ellos con un
mayor o menor acierto, según como apreciemos que lo fue
plasmado, sobrepuesto al Hábitat Natural. ARTIFICIO nos
suena como una palabra clave. DEFINICIÓN DE ARTIFICIO:
Arte, primor, ingenio o habilidad con que está hecho algo
por un ser humano-Diccionario de la Real Academia
Española. 1. HABILIDAD: Es la palabra común a las
cuatro nociones básicas del artificio humano, aplicadas en
la construcción de ese “algo”. 2. ARTE: Todo
cuanto se hace por Habilidad del hombre. 3. PRIMOR: Destreza,
Habilidad, excelencia en hacer o decir algo. 4. INGENIO:
Habilidad para conseguir lo que se desea, facultad de discurrir o
inventar con facilidad. 5. DESTREZA: Habilidad, primor, arte con
que se hace una cosa. Deducimos que todo artificio es una obra de
arte pues se construye con habilidad, que es la capacidad,
disposición, aptitud especial para una cosa que es
ejecutada con gracia y destreza humana. Del grado de Habilidad
que poseamos, depende que la construcción de nuestro
artificio sea muy buena, buena, regular o mala. Si desarrollamos
nuestra cultura animal en el Hábitat Urbano, estas son las
cuatro dilucidaciones básicas que debemos ser capaces de
plasmar sobre el artificio construido. Como la
coordinación en la Naturaleza Artificial es a su vez tarea
del artificio humano, la habremos plasmado de manera muy buena,
buena, regular o mala. El tema específico del valor del
artificio y de la obra de arte generada es un contenido complejo
de la metrología social, ya que debemos relacionarlo con
los parámetros personales del artista diseñador y
con los paradigmas históricos, los sociales y los
culturales, de lugar y tiempo, que existen como marcos supra
voluntarios en el diseño de la creación, los que
tienen su evidente manifestación en el artificio humano ya
plasmado.
Página 7 CONSTRUCCIÓN DE LA NATURALEZA ARTIFICIAL
La tendencia de la población rural de ir a establecerse en
conglomerados urbanos, define al Urbanismo como una naturaleza
artificial construida para poder desempeñarse allí
las variadas actividades humanas. Según Le CORBUSIER nos
enseñara en el siglo pasado, la Urbanística, en
cuanto disciplina desarrollada por la Arquitectura, nos lleva en
principio a discriminar en cuatro títulos básicos:
Habitar, Trabajar, Circular y Cultivar (el cuerpo y la mente) las
actividades humanas desplegadas en el hábitat urbano.
Así es que para realizar estas actividades humanas
variadas vamos creando una Naturaleza artificial tal, que su
construcción dependerá de los artificios que
implantamos con habilidad los propios seres humanos. ARTIFICIAL
Hecho por mano o arte del hombre. Producido por el ingenio
humano. No natural. Es en este sentido que contraponen los
filósofos la Naturaleza Terrena al Arte humano.
Sumariamente, asumimos que la Urbanística es la ciencia
que mediante artificios creados por el hombre plasma
intervenciones en la Naturaleza Terrestre para realizar
actividades humanas de cierta magnitud y proporción que le
aseguren el confort, que permiten ser definidas como “un
sistema razonado de construcción de una Naturaleza
artificial”. La Arquitectura se encarga de desarrollar
“Un sistema racional de construcción de la
naturaleza artificial”, y en su esencia, es “El arte
de definir áreas urbanizadas para proyectar y construir
edificios que sean confortables al fin de desarrollar las
actividades humanas en la forma más conveniente”.
Dispone de la máxima habilidad e ingenio para organizar un
Hábitat Sustentable bien relacionado con la NATURALEZA
TERRESTRE, donde se asiente el ser humano con la mejor calidad de
vida posible. La aceleración histórica del
desplazamiento humano del campo apoyó y sigue apuntalando
en el sistema el desarrollo de la “Edificación
irracional”. Según los parámetros que vimos
anteriormente esto debe ser evaluado y categorizado como
“un artificio humano Malo”. Sobre todo hoy cuando ya
sabemos que más del 50% de la población mundial se
encuentra confinada en asentamientos urbanos no bien
desarrollados con escasa calidad de vida. El sistema no racional
de construir la Naturaleza Artificial con escaso confort
está no muy bien relacionado con la naturaleza y nos
acerca a las deforestaciones, a los impactos ambientales
negativos, a los asentamientos, favelas, cantegriles,
rancheríos, o como se decida llamarlos. En el siglo XXI
los científicos presumen que es el sujeto
estratégico que se encuentra propiciando un cambio
climático peligroso para la permanencia humana en el
planeta Tierra. Más allá de que las
hipótesis sean probadas a satisfacción, hoy es tan
necesario como ineludible que recapacitemos sobre la frecuencia y
la calidad de los fenómenos climáticos que
actualmente se producen en nuestro país.
Página 8 ? ? ? ? ? ? ? ? RESUMIENDO LO QUE HEMOS VISTO Los
edificios son una “intervención urbana” en
nuestra NATURALEZA terrestre con la finalidad de satisfacer
alguna realizamos los Arquitectos con la finalidad de satisfacer
una actividad humana de importancia relevante. actividad humana.
Debido al cambio climático, tal cual hoy observamos que se
Son proyectados y diseñados por Arquitectos, quienes
ayudan de esta manera a la construcción de esa Naturaleza
artificial, de manera que asegure la mejor calidad a la vida
humana. El Urbanismo, es la tendencia de la población
rural a ir a materializa, es esta naturaleza artificial creada
por los seres humanos en su conjunto la que se encuentra en
crisis ya que no puede asegurar la mejor calidad de vida al
hombre y a su familia ni en la vivienda, ni en el trabajo, ni en
la circulación ni en el esparcimiento. establecerse en las
ciudades. Por tanto, si es que queremos desarrollarnos de la
mejor manera en Las ciudades son una “NATURALEZA ARTIFICIAL
CONSTRUIDA” que depende de los artificios que crean los
seres humanos. La naturaleza artificial que creamos es la que nos
permite adaptarnos, con cierto grado de confort imprescindible, a
la NATURALEZA PRIMIGENIA. Esta visión nos ha llevado al
punto de poder concebir cuáles valores poseen los
edificios, esa intervención urbana en la Naturaleza que
nuestro Hábitat Urbano, deberemos seguir
acomodándonos a la Naturaleza primigenia,
asegurándonos de coordinar de la mejor manera los
artificios que construimos en ella para resolver las necesidades
del confort humano para poder dotarlo de la mejor calidad de
vida.
Página 9 EL HÁBITAT URBANO En tanto identifiquemos
lo urbano con la entidad física de la ciudad,
viéndolo sólo como rígidamente delimitado en
el espacio, y procedamos como si los atributos urbanos cesaran
abruptamente de manifestarse más allá de una
línea limítrofe trazada, no estaremos en
condiciones de elaborar ninguna adecuada concepción del
urbanismo como método de vida. El desarrollo
tecnológico, el de los transportes y de la
comunicación, que marcó virtualmente una nueva
época en la historia humana, ha acentuado el papel de las
ciudades como elementos dominantes de nuestra civilización
y extendido enormemente el modo urbano de vida más
allá de los confines de la ciudad misma. El dominio de la
ciudad puede ser visto como una consecuencia de la
concentración operada en ella de varios elementos como: ?
Servicios y actividades industriales, comerciales, financieras y
administrativas. ? Equipos culturales y recreativos tal como la
prensa, estaciones de radio, teatros. ? Bibliotecas, museos,
salas de concierto, hospitales, instituciones de educación
superior. ? Centros de investigaciones, publicidad,
organizaciones profesionales e instituciones religiosas y de
beneficencia. Si no fuera por la atracción y sugestiones
que la ciudad ejerce sobre la población rural a
través de estos instrumentos, las diferencias entre los
modos de vida rural y urbana serían mayores aún de
lo que son. De hecho el que migra de una zona más rural a
otra más urbana, difícilmente quiera regresar hacia
su lugar de tradición. El modo de vida urbano es pues
mucho más rural de lo que creemos y el modo de vida rural
es a su vez mucho más urbano de lo que entendemos. Queda
así definido con claridad que el animal urbano no es una
raza pura ya que mantiene muy firmemente sus raíces
ideológicas y atávicas culturales rurales.
Página 10 capital. LA CIUDAD El elemento que distingue el
modo de vida del animal humano en la edad moderna es la
concepción urbana de las ciudades y su
concentración en agregados gigantescos que irradian las
ideas y prácticas (que llamamos civilización)
alrededor de los cuales se aglomeran centros menores. En ninguna
otra parte ha estado el hombre más alejado de su
Naturaleza orgánica que bajo las condiciones artificiales
del hábitat Urbano por él creadas, que son propias
de las ciudades actuales y de la sociedad urbana industrial y pos
industrial que la sobrevive. El crecimiento de las ciudades y la
urbanización del mundo es uno de los hechos más
impresionantes de los tiempos modernos. La transformación
de una sociedad rural en otra predominantemente urbana fue
virtualmente acompañada por cambios que han afectado
profundamente todos los aspectos de la vida social. Dado que la
ciudad es fruto del crecimiento, antes que de una creación
instantánea y planificada, puede suponerse que las
distintas influencias que ejerce sobre los modos de vida no
logran extirpar por completo los modos previamente dominantes de
la asociación primitiva. Por lo tanto y en un grado mayor
o menor, nuestra vida social muestra huellas de una temprana
sociedad tradicional rural, de la que son modelos
característicos de instalación la granja, la
hacienda y la villa. La sociedad tradicional rural es un tipo
ideal de sociedad, opuesto al tipo ideal urbano industrial, en el
que se dan como características fundamentales, entre
otras, el tamaño reducido, el aislamiento con respecto a
otras sociedades, el pre alfabetismo y la homogeneidad, en cuanto
que sus integrantes comparten la misma tradición y
valores. En ella la división del trabajo es mínima,
la ínter relación es típicamente personal,
la economía es de estatus y no de mercado, donde lo
sagrado prevalece sobre lo secular. Tal influencia
histórica de esta sociedad tradicional rural está
reforzada por la circunstancia de que la población de la
ciudad misma es en gran medida reclutada del campo, donde
persiste un modo de vida que recuerda aquella forma primera. De
aquí que no nos sea dado esperar el hallazgo de
variaciones abruptas y discontinuas entre los tipos urbano y
rural en la personalidad del animal urbano actual. La ciudad y el
campo, si bien pueden ser vistos como dos polos, en la realidad
observamos que todos los establecimientos humanos tienden a
acomodarse con relación a uno u otro de ellos. A su vez,
cada polo de desarrollo urbano tiene una definición
propia, vinculada fundamentalmente con las actividades
productivas que en él se realizan. Una ciudad industrial
difiere significativamente, en los aspectos sociales, de una
ciudad comercial, minera, pesquera, universitaria,
turística o Empero no hay que confundir Urbanismo con
Industrialismo y Capitalismo moderno.
Página 11 ? ? ? ? El surgimiento de las ciudades en el
mundo moderno no es independiente de la emergencia de la moderna
tecnología, de la producción en serie y de la
empresa capitalista. Pero por diferentes que hayan llegado a ser
en virtud de su desarrollo las grandes ciudades actuales respecto
de las ciudades de épocas tempranas y de un orden pre
industrial y pre capitalista, aquellas primigenias fueron, con
todo, ciudades. Dado que la población de una ciudad no se
reproduce sólo por sí misma, ya que recluta
inmigrantes de otras ciudades, del campo y de otros
países, el hábitat urbano incorpora animales
humanos de otras razas, gentes y culturas que son la base
más favorable para nuevos híbridos
biológicos y culturales. El Pensarnos, conlleva
implícito que nos preocupemos de la observación del
animal urbano, como método básico de
investigación, la que tendremos que realizar sobre algunas
pistas fundamentales que deberemos desarrollar: Vida de grupo
Cantidad de población Densidad de la localidad
Heterogeneidad de los habitantes Con estas pistas, encontraremos
los eslabones de las cadenas de la tradición grupal,
fenómeno al que no podemos escapar ya que es un elemento
supra voluntario. EL MUNDO MODERNO LÍQUIDO La vida
líquida y la modernidad líquida están
estrechamente ligadas. La primera es la clase de vida que
tendemos a vivir en una sociedad moderna líquida. La
sociedad moderna líquida es aquella en que las condiciones
de actuación de sus miembros cambian antes de que las
formas de actuar se consoliden en unos hábitos y en unas
rutinas determinadas. La liquidez de la vida y de la sociedad se
alimenta y se refuerzan mutuamente. La vida líquida, como
la sociedad moderna líquida, no puede mantener su forma ni
su rumbo durante mucho tiempo. En una sociedad moderna
líquida, los logros individuales no pueden solidificarse
en bienes duraderos porque los activos se convierten en pasivos y
las capacidades en discapacidades en un abrir y cerrar de ojos.
Las condiciones de la acción y las estrategias
diseñadas para responder a ellas envejecen con rapidez y
son ya obsoletas antes de que los agentes tengan siquiera
opción de conocerlas adecuadamente. De ahí que haya
dejado de ser aconsejable aprender de la experiencia para
confiarse a estrategias y movimientos tácticos que fueron
empleados con éxito en el pasado.
Página 12 hacerlo. esa Las pruebas anteriores resultan
inútiles para dar cuenta de los vertiginosos e imprevistos
(en su mayor parte, y puede incluso que impredecibles) cambios de
circunstancias. La extrapolación de hechos del pasado con
el objeto de predecir tendencias futuras no deja de ser una
práctica cada vez más arriesgada y, con demasiada
frecuencia, engañosa. Cada vez resulta más
difícil realizar cálculos fidedignos y los
pronósticos infalibles son ya inimaginables. Si por una
parte, nos son desconocidos la mayoría (si no la
totalidad) de las variables de las ecuaciones, por otra, ninguna
estimación de su evolución futura puede ser
considerada plena y verdaderamente fiable. La sociedad de consumo
justifica su existencia con la promesa de satisfacer los deseos
humanos como ninguna otra sociedad pasada logró Sin
embargo esa promesa de satisfacción sólo puede
resultar seductora en la medida en que el deseo permanece
insatisfecho. Para que la búsqueda de realización
personal no se detenga y para que las nuevas promesas sigan
resultando seductoras y contagiosas, hay que romper las que se
hayan hecho anteriormente y hay que frustrar las esperanzas de
realización. El consumismo es, por ese motivo una
economía de engaño, exceso y desperdicio. Pero el
engaño, el exceso y el desperdicio no son síntomas
de su mal funcionamiento, sino garantía de su salud y el
único régimen bajo el que se puede asegurar la
supervivencia de una sociedad consumidora. Todos los seres
humanos son y siempre han sido consumidores y el interés
humano por consumir no es nuevo. Hablar de una sociedad de
consumidores es más, mucho más, que verbalizar una
observación tan trivial como que sus miembros hallan
placer en el hecho de consumir y que, en un intento de ampliar
sus placeres, dedican gran parte de su tiempo y de sus esfuerzos
a esa tarea consumidora. Significa decir, además, que la
percepción y el tratamiento de la La sociedad de
insatisfacción. consumo consigue hacer permanente
práctica totalidad de las partes del escenario social y de
las acciones que éstas evocan y enmarcan tienden a estar
guiadas por un síndrome consumista. Lo que empieza como
una necesidad debe convertirse en una compulsión o en una
adición. Y en eso se acaba transformando, gracias al
impulso de buscar en los comercios soluciones a los problemas y
alivio para el dolor y la ansiedad en un aspecto de la conducta
cuya materialización en hábito no sólo
está permitida, sino que es activa y permanentemente
demandada. También este síndrome implica
más, mucho más, que una mera fascinación por
los placeres de ingerir y digerir, por las sensaciones
placenteras sin más y por el divertirse o el pasarlo bien.
Se trata de un auténtico síndrome, un cúmulo
de actitudes y estrategias, disposiciones cognitivas, juicios y
prejuicios de valor, supuestos explícitos y tácitos
sobre el funcionamiento del mundo y sobre cómo
Página 13 miedo). desenvolverse en él,
imágenes de la felicidad y maneras de alcanzarla,
preferencias de valor y relevancias temáticas, todas ellas
variopintas, pero estrechamente interrelacionadas. El
síndrome consumista consiste, por encima de todo, en una
negación enfática tanto del carácter
virtuoso de la dilación como de la corrección y
conveniencia del aplazamiento de la satisfacción, dos
pilares axiológicos de la sociedad de productores regida
por el síndrome productivista. El síndrome
consumista exalta la rapidez, el exceso y el desperdicio. El
mercado ejerce actualmente de mediador en las tediosas
actividades que intervienen en la formación y la
finalización de las relaciones interpersonales, como son
el unirse y el desunirse con otra persona, el vincularse y el
desvincularse de ella, el salir con alguien y el borrar luego su
nombre de la agenda del móvil, etc. Influye en las
relaciones humanas, tanto como en el trabajo como en la casa,
tanto en público como en los espacios privados más
íntimos. Los desperdicios son los productos finales de
toda acción del consumidor. La actual percepción
del orden de las cosas es justamente la inversa de la que se
tenía en la ya pasada sociedad de productores. Entonces,
era lo útil — extraído de la materia prima
adecuadamente procesada — lo que se suponía que
tenía que ser sólido y duradero, mientras que los
residuos y los deshechos sobrantes estaban destinados a la
eliminación inmediata y al olvido. Hoy, le ha llegado el
turno a lo útil de ser fugaz, volátil y
efímero, en el sentido de dejar despejado el terreno para
la siguiente generación de productos útiles.
Sólo los residuos tienden (por desgracia) a ser
sólidos y perdurables. Solidez es hoy sinónimo de
desperdicio. La exhibición de amenazas para la seguridad
personal ha pasado a ser un importante (quizás el
más importante) recurso de las guerras de los medios de
comunicación de masas por los índices de audiencia
(lo que ha redundado aún más en el éxito de
los usos comercial y político del capital del Como dice
RAY SURETTE, el mundo que se ve por televisión se parece a
uno en el que los ciudadanos / ovejas son protegidos de los
delincuentes / lobos por policías / perros pastores. Todo
ello no puede menos que afectar (e, incluso revolucionar) las
condiciones de la vida urbana, nuestra percepción de la
vida en la ciudad y la esperanzas y aprensiones que tendemos a
asociar al entorno urbano. Y cuando hablamos de las condiciones
de la vida urbana, hablamos, en realidad, de las condiciones de
la humanidad. Según las proyecciones actuales en dos
décadas 2 de cada 3 seres humanos vivirán en
ciudades. Hace muchos años, tras estudiar lo que quedaba
del mundo rural pre moderno, ROBERT REDFIELD llegó a la
conclusión de que la cultura campesina resultaba
incompleta y no era autosuficiente.
Página 14 Por lo que no podía ser descrita (y
aún menos comprendida) de forma adecuada si no era dentro
del marco de su entorno próximo, en el que se
incluía el municipio o la localidad con la que los vecinos
de la zona mantienen una relación de servicio y
dependencia mutuos de la que no se puede escapar. Hoy, cien
años después, podríamos decir que el
único marco en el que debe contemplarse todo lo rural para
poder describirlo y explicarlo de forma adecuada es el
planetario. No basta con incluir en el cuadro una ciudad cercana,
por grande que ésta sea. Tanto el pueblo como la ciudad
son escenarios de operaciones de fuerzas que están mucho
más allá del alcance del uno y de la otra, y de los
procesos que estas fuerzas ponen en marcha y que nadie —ni
los habitantes de las zonas rurales y urbanas afectadas ni
tampoco los propios iniciadores— puede comprender y
aún menos controlar. Convendría, pues, reformular
el viejo refrán que dice que los hombres disparan, pero
Dios lleva las balas: puede que los habitantes de las zonas
rurales y los urbanistas estén lanzando los proyectiles,
pero son los mercados globales los que deciden adónde van.
Hoy en día, debido a una curiosa inversión de su
papel histórico, y en un claro desafío a sus
intenciones y expectativas originales, nuestras ciudades
están dejando rápidamente de ser un refugio frente
a los peligros y se están convirtiendo en la principal
fuente de éstos. La vida de las ciudades regresa a un
estado de naturaleza caracterizado por el dominio del terror,
acompañado por un miedo omnipresente. La guerra contra la
inseguridad, los peligros y los riesgos, se libra ahora en el
interior de la ciudad y es dentro de ella donde se definen campos
de batalla y se trazan las líneas del frente. Las
trincheras y los búnkeres, fuertemente blindados y cuya
finalidad original era la de separarse de los extraños,
manteniéndolos alejados y vedando su entrada, están
pasando rápidamente a ser uno de los aspectos más
visibles de las ciudades contemporáneas. Si bien las
formas que adoptan son muy numerosas y sus diseñadores se
esfuerzan por mezclar sus creaciones con el paisaje urbano, lo
cual contribuye aún más a normalizar el estado de
emergencia en el que viven los habitantes urbanos, adictos a la
seguridad.
Página 15 LA TRADICIÓN Donde quiera que se
encuentre, cada hombre es, como eslabón, parte de cadenas
que lo vinculan e involucran con sus predecesores. La suma total
de esas cadenas constituye una trama en la que cada animal ocupa
su lugar específico y es a la que llamaremos
tradición. Ningún ser humano es una isla que se
mantenga alejado de ella. Sin tradición le sería
imposible al hombre pensarse con claridad. Ella es la plataforma
desde la cual lanza al aire su investigación. Luego, el
punto donde se pose se convertirá en parte de la trama y
le servirá de punto de partida para propiciar nuevos
saltos. Tanto si nos damos cuenta, como si no, debemos reconocer
que la tradición es el marco dentro del cual formamos
inevitablemente nuestras opiniones y aquilatamos la realidad.
Esas valoraciones serán siempre incompletas y
estarán sujetas a revisión, ya que para el enfoque
definitivo deberíamos seguir las cadenas en toda su
longitud. La actividad del animal urbano se desarrolla por tanto
dentro de un marco de referencia histórico,
político, social, económico y cultural, que le
pertenece como propio por tradición local y regional, que
como hecho es inevitable y supra voluntario. EL ANIMAL URBANO Lo
definimos como Animal con un determinado modo de vida urbana y
con capacidades naturales para poder desarrollar el pensamiento.
Esto lo habilita a realizar transformaciones de los elementos
naturales y a emprender con ellos construcciones artificiales, a
partir del desarrollo de su creatividad manifestada
primigeniamente en la elaboración de códigos
propios de diferenciación y comunicación. La
diferencia de jerarquía intelectual entre el animal urbano
y la bestia empieza en un plano más alto que el mero
ejercicio del pensamiento. El hombre es capaz de pensar y muchos
otros animales también. Pero sucede que el hombre
además de pensar, en su modo más excelso, es capaz
de Pensarse: el animal piensa, mas el hombre reflexiona y
especula. Los animales son inteligentes, por eso tienen astucia,
una manera de ocurrencia, una categoría de lo imprevisible
y creador. El animal, por más artero y vivaz que sea,
está sumido sin embargo en la realidad que lo circunda. El
hombre en cambio puede saltar fuera de sí: se imagina en
el mundo, se ve y se razona desde lejos, se posee al objetivarse,
al Pensarse como un objeto más entre los objetos. El
animal tiene un solo punto de vista que no puede abandonar: el
centro de sí mismo.
Página 16 En ese encierro, sumergido en los velos de la
subjetividad, no vive sus impulsos como suyos, sino como
movimientos o repulsiones que parten de las cosas; cree que su
respuesta al mundo es el mundo. Por eso el animal obedece siempre
a sus apetitos, mientras que el hombre, espectador distante y
distinto de sí mismo, es el único ser que posee el
don admirable de sentir lo que quiere, considerarlo y decirse:
NO. También todo grupo humano que desee el avance social
de su cultura, así como el desarrollo de cada uno de sus
integrantes, debe empezar por asumir la reflexión como
inicio en su tarea de investigación previa. Son cazadas en
su país de origen y transportadas a las grandes capitales
para espantar, con el solo hecho de existir, a las
cándidas gentes de la ciudad. Claro que tanto los
zoológicos como los ejercicios pintoresquistas tienen muy
poco que ver con la investigación y el arte, menos
aún con las esencias de la cultura. Así, materia de
arte o de pensamiento, es lo que está pasando en las zonas
más profundas de nuestro ser lo que debemos investigar y
no la cáscara aparencial de la sociedad, la vida y
costumbres de este rincón, bastante convencional en esto.
Una comunidad que no sea capaz de verse y Pensarse será,
en cuanto comunidad, un rebaño o manada dócilmente
sometida a sus impulsos, sin posibilidad de conocerse, entregada
mecánicamente a la voracidad y por tanto, esclava de sus
necesidades más inmediatas, sin conducta humana, ni goces
de cultura. No se trata pues de creer que la tarea de un
investigador consiste en mostrar o reproducir lo pintoresco de
este lugar. No se trata de envasar esto que es raro, primitivo,
menor y bastante elemental, y entretener con su colorido, a falta
de buen peso, de alta maestría, de real trascendencia. No
se trata de enjaular un pedazo de la extraña barbarie que
nos rodea para exhibirla ante la sorpresa de los civilizados. Es
lo que pasa con las bestias.
Página 17 LA VIDA EN GRUPO Por interés
común, el animal urbano se agrupa localizadamente en
manadas urbanas de diverso tamaño y poder conformadas por
una composición humana muy heterogénea y una trama
social altamente diversificada. Los rasgos característicos
del modo de vida del animal urbano consisten en la
sustitución de contactos primarios por secundarios, el
debilitamiento de los vínculos de parentesco y la
decadencia de la significación social de la familia, la
desaparición del vecindario y la socavación de las
bases tradicionales de la solidaridad social. La ciudad no
conduce al tipo tradicional de vida familiar, incluyendo a la
crianza de los niños y el mantenimiento del hogar, como el
centro de un círculo completo de actividades vitales. La
transferencia de actividades industriales, educacionales y
recreativas a instituciones especializadas exteriores al hogar,
ha privado a la familia de algunas de sus más
características funciones históricas. En las
ciudades es más probable que las madres estén
empleadas, los matrimonios tienden a ser pospuestos, es grande la
proporción de gente solitaria y aislada y los
huéspedes son frecuentemente parte de la casa. Los
miembros individuales de la familia persiguen sus propios
intereses divergentes en su vida vocacional, educacional,
religiosa, recreativa y política. Al mismo tiempo que la
ciudad ha destruido las rígidas líneas de casta de
la sociedad pre industrial, ha agudizado y diferenciado los
grupos según ingresos y estatus. La ciudad desalienta una
vida económica en la que en tiempo de crisis el individuo
tenga una base de subsistencia a la cual recurrir y desalienta el
trabajo por cuenta propia. El animal urbano, reducido a un estado
de impotencia virtual como individuo, está condenado, para
obtener sus fines, a empeñarse en lograr una unión
en grupos organizados con otros individuos de intereses
similares. Esto da como resultado la enorme multiplicación
de organizaciones voluntarias dirigidas a una variedad tan grande
de objetivos como necesidades e intereses humanos existen.
Mientras que por un lado los lazos tradicionales de la
asociación humana se han debilitado, la existencia urbana
involucra un estado de ínter dependencia mucho mayor entre
los hombres y una forma más complicada, frágil y
volátil de ínter relaciones mutuas, en muchas de
cuyas fases el individuo como tal escasamente puede ejercer
algún control. Frecuentemente hay una relación muy
tenue entre la posición económica y los otros
factores básicos que determinan la existencia del
individuo en el mundo urbano y los grupos de participación
voluntaria a los cuales está afiliado. En casi todas las
relaciones de la vida en la ciudad sólo se puede proyectar
la pauta general de formación y afiliación de
grupos, y esta pauta pondrá de manifiesto muchas
incongruencias y contradicciones.
Página 18 Es a través de las actividades de los
grupos voluntarios, sean sus objetivos económicos,
políticos, educacionales, recreativos o culturales, como
el hombre urbano se expresa y desarrolla su personalidad,
adquiere un estatus y es capaz de llevar a cabo el conjunto de
actividades que constituyen su vida. Desde que en la ciudad es
imposible, para la mayoría de los propósitos del
grupo, apelar individualmente a la gran cantidad de individuos
opuestos y diferenciados, y desde que es sólo a
través de las organizaciones a las que los hombres
pertenecen, que sus intereses y recursos pueden ser abarcados
para una causa colectiva, puede inferirse que en la ciudad el
control social se efectúa típicamente a
través de grupos formalmente organizados. Las masas de
hombres en la ciudad están sujetas a la
manipulación por medio de símbolos y estereotipos y
son conducidos por individuos que trabajan a distancia u operan
invisiblemente detrás de la escena, a través del
control de los instrumentos de comunicación. Bajo estas
circunstancias, el auto gobierno, ya sea en el reino de la
economía, lo político o lo cultural, está
reducido a una mera figura literaria, o, en el mejor de los
casos, está sujeto al equilibrio inestable de los grupos
de presión. En vista de la ineficacia de los actuales
lazos de parentescos, creamos ficticios grupos de parentescos y
frente a la desaparición de la unidad territorial como
base de la solidaridad social, creamos unidades de intereses.
Mientras tanto, la ciudad como comunidad, se resuelve en una
serie de tenues relaciones segmentadas sobrepuestas en una base
territorial con un centro definido. Y descansa sobre una
división del trabajo que trasciende la localidad inmediata
y es de alcance universal, pero sin una periferia definida.
Deberíamos ser conscientes de que la dirección de
los cambios que están en marcha con el urbanismo,
transformará no sólo la ciudad sino el mundo
todo.
Página 19 propio. LAS TENSIONES DEL ANIMAL JOVEN Para el
animal urbano una primera tensión (o paradoja) es que el
animal joven goza de más acceso a educación y menos
acceso a empleo. Los animales jóvenes de hoy tienen
más años de escolaridad formal que las generaciones
precedentes, pero al mismo tiempo duplican o triplican el
índice de desempleo con respecto a esas generaciones. En
otras palabras, están más incorporados en los
procesos consagrados de adquisición de conocimientos y
formación de capital humano, pero más excluidos de
los espacios en que dicho capital humano puede realizarse, a
saber, el mundo laboral y la fuente de ingresos para el bienestar
En parte, porque el progreso técnico exige más
años de educación para acceder a empleos modernos,
y por tanto enfrentamos una dinámica de devaluación
educativa (la misma cantidad de años de escolaridad
“valen menos” hoy que hace dos décadas); y en
parte, porque la nueva organización laboral restringe
puestos de trabajo y hace más inestable el empleo. Una
segunda paradoja o tensión es que los animales
jóvenes gozan de más acceso a información y
menos acceso a poder. Por una parte, la juventud tiene
proporcionalmente mayor participación en redes
informáticas que otros grupos etarios y también
más acceso a información merced a su alto nivel de
escolarización y de consumo de los medios de
comunicación. Pero por otra parte, participan menos de
espacios decisorios de la sociedad, sobre todo en la esfera del
Estado. Aquí también existe una a sincronía
entre mayor inclusión juvenil en cuanto a acceso a
información y redes, y mayor exclusión en lo
referente a la ciudadanía política. Si bien los
jóvenes manejan e intercambian más
información que otros grupos etarios, no es menos cierto
que se sienten poco representados por el sistema político,
y estigmatizados como dis ruptores por los adultos y las figuras
de autoridad. Una tercera tensión se produce porque el
animal joven cuenta hoy con más expectativas de
autonomía y menos opciones para materializarla. Para
insertarse en los nuevos desafíos de la sociedad de la
comunicación, los animales jóvenes cuentan con
capacidades que los adultos no tienen tales como más
años de escolaridad, mayor fluidez en la
“convergencia digital”, y un uso más
familiarizado con la comunicación interactiva a distancia.
Al mismo tiempo, han interiorizado las expectativas de
autonomía propias de la sociedad moderna y postmoderna. Y
esta expectativa es mayor que en generaciones precedentes que
crecieron bajo patrones más tradicionales. Sin embargo,
chocan con factores concretos que les postergan la
realización de esa misma autonomía: mayor
dilación en la independencia económica, porque hoy
existen mayores requerimientos formativos y más
dificultades para obtener una primera fuente de ingresos;
así como mayores obstáculos para acceder a una
vivienda autónoma debido a problemas de mercado de suelos
urbanos y acceso al crédito.
Página 20 En consecuencia, están más
socializados en nuevos valores y destrezas, pero más
excluidos de los canales para traducirlas en vidas
autónomas y realización de proyectos propios. Esta
tensión acrecienta la crisis de expectativas de los
animales jóvenes. Una cuarta tensión o paradoja se
funda en que los animales jóvenes se hallan mejor
provistos de salud pero menos reconocidos en su morbi mortalidad
específica. Es sabido que el ciclo de la juventud es aquel
en que son muy bajas las probabilidades vegetativas o
“endógenas” de enfermar gravemente o morir.
Pero por otra parte, existe un perfil de morbi mortalidad juvenil
que se origina en la mayor prevalencia de accidentes, agresiones
físicas, uso nocivo de drogas, enfermedades de
transmisión sexual, embarazos no deseados y precoces, y
otros, que no encuentran un sistema integrado de atención
en los servicios de salud. De manera que los jóvenes viven
un contraste entre buena sa
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