- Presentación
- Introducción
- Teoría del
currículo - Tradiciones del
currículo - Fuente
sociocultural del curriculum - Desafíos del
currículo - La
evolución del término
curriculum - Clases
de curriculum formal, real y oculto - Conclusiones
- Bibliográficas
Presentación
El presente ensayo nos hace analizar y comprender
más los conceptos que a lo largo del semestre
investigamos, ampliamos y aprendimos y todo correctamente
meditado. Así que el ensayo pondré en
práctica mis conocimientos a lo largo de estos seis
meses.
Hoy en día, la calidad de la educación, se
ha convertido en un reto que todos debemos asumir con compromiso,
y de esa manera poder llevar a la práctica el gran reto
que supone la mejora de nuestra calidad de enseñanza, lo
que primero se necesita hacer, es el conocer las propuestas
formuladas por el Ministerio de Educación, a través
del DCN, y reflexionar sobre tales, confrontándola con
nuestra experiencia y sobre todo con la práctica
educativa. Punto de partida imprescindible para protagonizar, un
futuro inmediato, con enseñanza más abierta,
innovadora y significativa, todo eso basado en las necesidades de
cada estudiante y la población educativa.
Introducción
El presente ensayo nos hace analizar y comprender
más los conceptos que a lo largo del semestre
investigamos, ampliamos y aprendimos y todo correctamente
meditado. El estudio del curriculum ha llamado la atención
no sólo de pedagogos, sino de toda la sociedad, ante la
búsqueda de respuestas o líneas de acción
para mejorar la educación en nuestro país. La
intención del presente ensayo es introducir al lector a
las implicaciones teóricas y prácticas que confiere
el término curriculum.
En una primera instancia, se hablará de la
relación que existe entre Hombre, Cultura y
Educación como parte fundamental en todo proyecto
curricular, que demanda tener claro la comunión que existe
entre ellos para poder llevarlo a cabo con éxito y evaluar
los resultados obtenidos. Al curriculum no lo podemos entender
sin tener claro que es una necesidad del hombre por transmitir
integralmente aquello que le permita transcender.
Una vez determinada esta relación indisoluble, se
da un acercamiento a la fuente sociocultural del curriculum como
una necesidad humana de dar respuesta a los acontecimientos
sociales y culturales que día con día amenazan a
nuestra sociedad. Ante esto, planteamos la historia del
curriculum para ser considerado una conjunción entre lo
que debe ser y lo que es; es decir, entre la teoría y la
práctica; entre lo que nuestra cultura nos dicta y lo que
nos demanda la sociedad.
Una vez establecida la historia del término,
exponemos las diferencias que existen entre el curriculum formal,
real y oculto como tres partes de un todo que nunca dejan de
actuar en el proceso educativo y que es menester darle mayor
importancia que genere la congruencia que necesitamos hoy en
día para darle orden a todo el cúmulo de
información a la que somos expuestos.
Por lo que es necesario conocer y entender el concepto
correcto de currículo, dentro diseño curricular; el
currículo llega a ser una guía, orden, cambio,
planificación, organización que tiene como
propósito asegurar el proceso de enseñanza
aprendizaje para los estudiantes en EBR y Superior.
Según Paulo Freire (2007) "Habla de una
práctica social, que incorpora así toda la vida de
la escuela, involucra cuestiones como valores, conocimiento, la
escuela y su entorno. También de una construcción
del conocimiento que se realiza colectivamente con el dialogo y
el trabajo participativo.. Por lo que requiere tener una claridad
de opciones políticas, filosóficas,
epistemológicas y metodológicas".
Teoría del
currículo
DEFINICIÓN:
Al querer establecer una definición
del concepto de curriculum, nos tenemos que remitir a conceptos
muchos más básicos para poder entender el por
qué y para qué de su existencia. Nos referimos a la
relación intrínseca que existe entre el Hombre como
ser dentro de una cultura que requiere de un proceso educativo
que lo ayude a preservar su especie. Hablamos aquí de
sobrevivencia, pero no sólo en los términos de
tener comida, ropa y un hogar para vivir, sino que hablamos en un
aspecto de sobrevivencia que conlleva una trascendencia. Esta
trascendencia la logramos gracias a la adaptabilidad al mundo en
el que nos enfrentamos, así como el conservar en cada acto
de nuestra existencia, aquellos valores que van inmersos a
nuestra cultura. De esta manera, queremos entender al curriculum
a partir de lo que es el Hombre, cómo es su cultura y por
ende qué mecanismos educativos o instancias
utilizará para preservar sus ideales y por ende, asegurar
su existencia.Entendemos así por cultura "el conjunto de
representaciones individuales, grupales y colectivas que otorgan
significado a los intercambios entre los miembros de una
comunidad. … incorporamos las costumbres, creencias,
ideologías, lenguajes, conceptos, instituciones sociales,
políticas, educativas…" (Casarini: 1999, pp. 13).
Esta definición nos acerca al concepto de
educación, pues el "intercambio" entre personas
dentro de una cultura tiene por objeto transmitir lo que se ha
vivido, lo que se vive y lo que se vivirá para pertenecer
a una sociedad.
Tradiciones del
currículo
La educación de estas costumbres, tradiciones,
creencias, ideologías, etc., con llevan un aprendizaje,
tal y como lo establece Kottak (1999: pp. 3) "el rasgo
fundamental de las tradiciones culturales es su
transmisión mediante el aprendizaje en lugar de mediante
la herencia biológica. La cultura no es en sí misma
biológica, pero descansa en la biología
homínida", continúa diciendo "la adaptación
humana implica una interrelación entre la biología
y la cultura". Esta definición nos esclarece la
intención de correlacionar al hombre que requiere de la
educación para transmitir su cultura para
trascender.
EL DOCENTE Y CURRÍCULO
Nosotros como profesores nos encontramos invariablemente
en esta triada de relaciones, donde al estar frente a nuestros
estudiantes debemos ser capaces de transmitir todo aquello que
confiere parte de nuestra cultura inmersa en otras, dando lugar a
un sentido más amplio de la educación, donde no
sólo estamos expuestos a lo que somos como cultura
nacional, sino a lo que nos transmiten y nos "enseñan"
otras culturas, formándonos un criterio y forma de ser. El
ser profesor es uno de los privilegios más grandes del ser
humano, pues precisamente con su labor está ejerciendo y
disfrutando los goces de enseñar nuevos conocimientos y
descubrir nuevos horizontes. Ikram Antaki en su libro "El Manual
del Ciudadano Contemporáneo" (1999: pp.183) establece:
"Ser maestro es el más bello oficio del mundo; su
misión es permitir a todos apropiarse de los
conocimientos".
Ahora una pregunta nos surge, ¿cómo
podemos lograr que nuestros estudiantes se apropien del
conocimiento? Para poder dar respuesta, establecemos como punto
de partida que se requiere del acto de la enseñanza por
parte de un maestro para que un alumno aprenda y a este acto, se
le llama "proceso educativo", donde "el alumno recibe una cultura
académica; entrar en contacto significa que el aprendiz
incorpora cognitiva, emocional, motriz y actitudinalmente esa
cultura académica… prosiguiendo el proceso de
socialización iniciado en la familia" (Casarini:1999, pp.
14).
Fuente
sociocultural del curriculum
El entorno sociocultural de la escuela donde se ejecuta
el curriculum, siempre ha estado en constante cambio y ante la
amenaza del exceso de información a la que es sujeta hoy
en día, se ha visto en la necesidad de implementar
acciones que le ayuden a integrar lo que sucede en su medio
externo y lo que acontece en las aulas. González y Flores
(1999; pp. 26) establecen: "Si queremos que los estudiantes
puedan integrarse de la mejor manera posible a los ambientes
ambiguos y complejos que les tocará vivir, y que
además, puedan contribuir al desarrollo de sí
mismos, de sus congéneres y de sus comunidades, tendremos
que hacer algo para que éstos sepan seleccionar y procesar
la información y, además, obtenerla a través
de un conocimiento adecuado y eficaz de los medios
electrónicos".
Desafíos
del currículo
Este aspecto es uno de los grandes desafíos a los
que nos enfrentamos como docentes, pues no basta con aquello que
podemos ejercer en la institución, sino que nuestras
acciones sean llevadas por los alumnos a sus hogares y al medio
que los rodea. Una de las actividades que realizamos en nuestra
práctica docente es cuestionar a los alumnos sobre lo que
están percibiendo del mundo y su aplicabilidad en el aula.
Muchos en esos momentos, tal vez ni se den cuenta que se
está generando un aprendizaje significativo, pues el dar
respuesta a una cuestionante, implica muchas veces una
reflexión.
El proceso educativo requiere de una línea
teórica y práctica que lo sustente y es así,
donde el curriculum toma su fuerza. ¿Qué entendemos
por curriculum?
Ante estas preguntas, varios autores han dado una
definición del concepto que nos ayuda a entenderlo como un
todo. En una primera instancia, pensamos que es un "resumen" de
todas aquellas actividades profesionales que hemos
desempeñado que dan una referencia de lo que somos y
qué queremos para mejorar, pues uno redacta un "resumen de
vida" para que alguien sepa qué hemos hecho a lo largo de
nuestra existencia y saber si somos convenientes para
desempeñar un puesto o una posición laboral. Es
así, como la palabra latina "curriculum vitae" o
"curriculum vivendi" nos remite al curriculum laboral que
entregamos para obtener un empleo. Esa pregunta se la realizamos
a nuestros alumnos y nos contestaron lo plasmado anteriormente,
aunque una vez explicado el contexto del curriculum escolar,
entendieron su fuerza.
La
evolución del término curriculum
Sin embargo, en otra dimensión diferente,
dirigida a la educación, González y Flores (1999;
pp. 16) establecen: "En la evolución del término
curriculum existen desde conceptualizaciones restrictivas que lo
definen como la formulación del plan de estudios de la
institución, hasta las más holísticas que lo
asumen como todo aquello que se realiza en la escuela para llevar
a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje". Así
para Stenhouse (1999, pp. 30) "Un curriculum es el medio con el
cual se hace públicamente disponible la experiencia
consistente en intentar poner en práctica una propuesta
educativa. Implica no sólo contenido, sino también
método y, en su más amplia aplicación, tiene
en cuenta el problema de su realización en las
instituciones del sistema educativo". Es importante hacer
hincapié en el adjetivo "consistente", pues consideramos
que es requisito para asegurar una buena transmisión
cultural a los individuos. No podemos pretender el éxito
de un curriculum si los maestros, y en sí la
institución están desfasados, es decir, no tienen
un objetivo común y una línea de acción
conjunta que ayude a presentar, guiar y practicar las grandes
cuestionantes que se nos presentan como especie humana.
Furlán (1996: pp.102) nos plantea ante esto "curriculum en
un sentido fuerte es un proyecto de transformación de la
actividad académica, que pretende ser totalizador, que
pretende impactar a la totalidad de la práctica, que
pretende la sinergia… pretende que el accionar de la
pluralidad de profesores confluya en una dirección
única, la dirección que marcan los objetivos del
proyecto de enseñanza o el marco evaluativo del proyecto
de enseñanza".
Por su parte, Casarini (1999; pp. 6) expresa "el
curriculum es visualizado, por una parte, como intención,
plan o prescripción respecto a lo que se pretende que
logre la escuela; por otra parte, también se le percibe
como lo que ocurre, en realidad, en las escuelas". En este
acercamiento al curriculum, debemos notar la relación que
mantiene la autora entre el proceso de
enseñanza-aprendizaje entre el sustento teórico y
la práctica; entre aquellos conocimientos que incluyen los
libros y aquellos conocimientos que se adquieren de las
relaciones sociales en la Institución, con maestros,
alumnos y empleados. Para ahondar en esta idea, Furlán
(1996: pp. 98) nos plantea "El curriculum, es el resultado de la
actividad global de la escuela, no solamente de lo que pasa en
las aulas, también de lo que pasa en los pasillos fuera de
las aulas". Entendemos con ello, que el curriculum es una
expresión cultural dentro de una Institución que
engloba, creencias, valores, ideologías, conocimientos,
experiencias como parte de un todo, es decir como parte de una
sociedad cambiante ante las necesidades de un mundo que demanda
gente más adaptada a las circunstancias sociales,
políticas y económicas que imperan.
HISTORIA DEL TÉRMINO
CURRÍCULO
Pero, ¿de dónde surge esta
concepción del curriculum que conjuga la teoría y
la práctica?Ante las necesidades cambiantes de una
sociedad, en este caso, hablamos históricamente de la
sociedad norteamericana de fines del Siglo XIX y principios del
Siglo XX, donde imperaba la necesidad de hacer de la
educación el medio por el cual la sociedad norteamericana
se constituyera como una Nación. En el Acuerdo Nacional
para la Modernización de la Educación
Básica, citado por Ornelas (1995: pp. 49 y 50) se
establece "…la inclinación a usar la
educación como un instrumento político aparece
recurrentemente a lo largo de la historia y el sistema educativo
sigue siendo, al menos en ciertos documentos programáticos
y discursos, el pilar para consolidar la
nacionalidad".
Este sentido de la educación, le dio forma al
curriculum para ser considerado "un instrumento de
adaptación de la escuela a las nuevas demandas"
(Furlán:1996; pp. 91). Esta nueva concepción se
derivó de la polémica que existió entre dos
grandes posturas: la pragmática, representada por John
Dewey y la organización científica del trabajo,
encabezada por Bobbit. Explicaremos brevemente estas dos
posturas. En la postura pragmática, Furlán (1996:
pp. 92) explica: "Dewey sugería la necesidad de
reestructurar totalmente la organización y la
progresión del contenido cultural de la escuela…
básicamente con la necesidad de estudiar y considerar la
especificidad del que aprende… (es decir) la
consideración de cómo aprenden los niños que
implicaba… el respeto a los niños…. Le
encomendaba a la escuela contribuir al desarrollo del mundo
productivo… y a formar ciudadanos que consolidasen la vida
democrática y la justicia social…" En esta postura
se habla claramente del respeto y la consideración de los
sistemas educativos por incluir a toda la sociedad, ya sean
niños, adultos, pobres o ricos al proceso educativo; sin
embargo a esta concepción le hace falta algo: la
inclusión de todos los ciudadanos en este proceso
educativo, pues la Institución educativa nunca
podrá abarcar todos los aspectos culturales que confluyen
en nuestro acontecer diario y que debemos saber comprender,
asimilar y dar respuesta a ellos, para lograr, lo que hemos dicho
anteriormente, una adaptabilidad al medio. Antaki (1999: pp. 182)
expresa "… la tarea educativa concierne a los ciudadanos
en su conjunto, no sólo a los profesionales de la
educación. La palabra "paideia" implicaba la cultura de la
personalidad y daba una gran importancia a la conciencia social y
natural en el cual deben actuar los individuos: es tiempo de
recuperar su sentido". En la concepción de Dewey, el
respeto de la escuela, toma su representación en los
educadores o maestros, pero en un sentido amplio, pues no
sólo hablamos de respeto por las ideas, sino el respeto
por ese proceso educativo del que ellos adquieren una gran
responsabilidad, de la cual no es posible desligarse bajo la
existencia de un curriculum bien dirigido. Nuevamente retomamos a
Antaki (1999; pp.185) para establecer que "los maestros tienen
simbólica y prácticamente la tarea de reducir la
brecha entre el principio de igual dignidad de los ciudadanos y
la crueldad del funcionamiento desigual. Sólo son
parcialmente responsables de los fracasos de la
integración social, del desempleo y de la
incultura".
Por otra parte, en la postura de organización
científica del trabajo, se seguía como modelo el
Taylorismo, uno de los grandes representantes de la
administración, que fue retomado por Bobbit, el creador de
la pedagogía por objetivos. Esta postura proclamaba en
palabras de Furlán (1999; pp. 94) "analizar los pasos, las
acciones que se quería que los alumnos aprendieran a
desarrollar y disponer situaciones en las cuales pudieran
practicar y entrenarse en el desenvolvimiento de esas
acciones… (es decir) desarrollar los aprendizajes que se
esperan de ellos". Con esta concepción, se ubica a la
escuela como el espacio donde puede el alumno obtener los
aprendizajes que le permitirán un mejor desenvolvimiento
en su medio social, político y económico. Peter
Senge (1999) en su libro "La quinta disciplina" habla acerca de
los micromundos, los cuales nos remontan directamente a esta
concepción científica del trabajo. Pero
¿qué entendemos por micromundo? Para Senge (1999:
pp, 389) "… (los micromundos) permiten que los grupos
mediten, expongan, verifiquen y mejoren los modelos mentales de
los cuales dependen para enfrentar problemas dificultosos…
Los micromundos son sitios para "juegos relevantes". Permiten
explorar aspectos y dinámicas de situaciones empresariales
complejas mediante nuevas estrategias y políticas y ver
qué ocurre". La relación que vemos entre los
micromundos y el nuevo papel que jugara la escuela con base en la
postura de Bobbit, a pesar que sabemos que Bobbit (ni Dewey) hizo
una propuesta para el ámbito universitario, es de
significado, es decir, que la escuela fungiera como un espacio
donde se promovieran los aprendizajes relevantes en los alumnos,
lo podemos comparar con los micromundos, pues la
institución educativa forma parte de una colectividad,
pero tiene una autonomía diferentes. Ahora veremos por
qué. Casarini (1999: pp. 8) establece "El plan de estudios
y los programas son documentos -guías- que prescriben las
finalidades, contenidos y acciones que son necesarios llevar a
cabo por parte del maestro y sus alumnos para desarrollar un
curriculum"; es decir, los planes de estudio "no fundamentan un
proyecto de enseñanza… (el curriculum) es el
recorrido a hacer y en ese sentido puede funcionar como plan,
pero también es el recorrido que se va haciendo, o que ya
se ha hecho" (Furlán: 1996; pp. 96). Es decir, un plan es
una propuesta, es algo que no se considera en acción, pues
sólo pone las bases para la acción y es el
curriculum, que le da sentido a través de su
realización y la puesta en marcha de los objetivos
planteados y de aquellos que surjan en la práctica
educativa. "Plan de estudios se deriva de la expresión
latina: ratio studiorum, que más o menos quiere decir
organización racional de los estudios". (Furlán
(1996: pp. 90). Por su parte, "La palabra curriculum es una voz
latina que se deriva del verbo curro y que quiere decir carrera".
Casarini (1999: pp. 4), dando a entender el recorrido que llevaba
a cabo un alumno para el logro de un grado
académico.
Clases de
curriculum formal, real y oculto
El curriculum ha sido dividido para su estudio en
curriculum formal, curriculum real y el curriculum oculto y de
esta manera poder abarcar todas aquellas actividades que surgen
en el proceso educativo y que no sólo son para transmitir
conocimientos, sino actitudes y habilidades a los estudiantes que
les permitan desenvolverse adecuadamente en un mundo de cambios
vertiginosos.
EL CURRICULUM FORMAL
Entendemos por curriculum formal "a la
planeación del proceso de enseñanza-aprendizaje con
sus correspondientes finalidades y condiciones
académico-administrativas. Lo específico del
curriculum formal es su legitimidad racional, su congruencia
formal que va desde la fundamentación hasta las
operaciones que lo ponen en práctica, sostenidas por una
estructura académica, administrativa, legal y
económica." (Casarini:1999; pp. 7 y 8). Esta
definición nos da las pautas para considerar al curriculum
formal como aquello que nos "da forma y contenido a un conjunto
de conocimientos abstractos, habilidades y destrezas
prácticas" (Ornelas: 1999; pp. 50).
EL CURRICULUM REAL
Por su parte, el curriculum real (o vivido) es "
la puesta en práctica del curriculum formal con las
inevitables y necesarias modificaciones que requiere la
constrastación y ajuste entre un plan curricular y la
realidad del aula"(Casarini: 1999; pp. 8). Como profesores,
siempre nos enfrentamos a la disyuntiva que presenta el
desarrollo de objetivos bien planteados por una
institución educativa con el fin de que los alumnos
aprendan, y lo que debemos hacer en el aula para poder llevar a
todos nuestros alumnos hacia un mismo fin. Es el estar frente a
diversos puntos de vista, concepciones, maneras de ser y
circunstancias personales de nuestros alumnos y que tenemos la
gran misión de integrarlas, de buscar la sinergia entre
ellos, tanto nosotros como profesores y la institución en
su conjunto, para lograr la consigna principal de las que somos
responsables, y que es la de "formar personas".
En cuanto al curriculum oculto se establece "Éste
en contraposición a la noción de curriculum formal,
no surge de los planes de estudio ni de la normatividad imperante
en el sistema, sino que es una derivación de ciertas
prácticas institucionales que son tal vez más
efectivas para la reproducción de conductas,
actitudes…" (Ornelas: 1999; pp.50).
EL CURRICULUM OCULTO
El curriculum oculto lo entendemos como aquella
disciplina institucional que exige un orden, una línea a
seguir en cuanto a comportamientos, actitudes. Su importancia
radica, para nosotras, en que a partir del ejemplo como
profesores dentro de una institución, podemos generar con
gran eficiencia lo que se espera en los alumnos. Requerimos
retomar lo que expone Arciniegas (1992) citado por Casarini
(1999: pp. 9) "(el curriculum oculto) es proveedor de
enseñanzas encubiertas, latentes, enseñanzas
institucionales no explícitas, brindadas por la
escuela…". La institución que contemple a todos los
profesores y que éstos se incluyan dentro de un sistema
educativo integral, tiene la gran asignación de fomentar
acciones conjuntas para el desarrollo del curriculum oculto, pues
es una ideología en común la que se requiere para
formar a los estudiantes que demandan nuestro ejemplo.
Curriculum Formal, Real y Oculto se unen para poder
enseñar un todo bien integrado, como lo son los
conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Pero ¿por
qué decimos que nuestro sistema educativo no es el
adecuado? ¿Qué pasa entre el curriculum y las
instituciones educativas en nuestro país?
Desafios entre curriculum e instituciones educativas en
México.Decimos que el Sistema Educativo Mexicano (SEM) se
encuentra en transición, pero ¿a qué nos
referimos? Nos referimos a aquellas medidas que se han tomado y
que faltan algunas por ser tomadas en cuenta para hacer de
nuestro Sistema Educativo un espacio donde no existan tantas
desigualdades, no sólo en cuanto a acceso a la
educación, el cual es avalado por el Artículo 3o.
constitucional, sino en cuanto a los contenidos que maneja.
Ornelas (1999: pp. 21) establece: "… la educación
en México está marcada por grandes desigualdades,
por inequidades que es necesario reparar si en realidad se desea
prosperidad para todos los mexicanos". Estos aspectos ya no son
una novedad, pues la consciencia social ha puesto sus ojos en
ellos para tratar de darle otro giro que beneficie a una sociedad
en continua adaptación a los procesos globalizadores. De
igual manera, se habla de "los métodos de enseñanza
que no toman en cuenta la experiencia de los alumnos y en
ocasiones ni la de los maestros y que, por regla general, se
diseñan de manera tal que no permiten evaluaciones
externas y se desconocen los resultados" (Ornelas, 1999: pp.
52).
Existen multiplicidad de problemas en nuestro SEM, sin
embargo, a lo que queremos dar enfoque en este ensayo es al papel
del curriculum frente a la institución educativa como
parte de él. Problemas en cuanto la orientación,
contenido y organización, van de la mano con el curriculum
y veamos por qué.
Si tomamos en consideración la propuesta de
Bobbit sobre la organización científica del
trabajo, nos podemos dar cuenta de uno de las directrices que
hemos adoptado en el SEM ha sido esa, pues como lo menciona
Ornelas (1999: pp. 49) "… se decidió en favor de
una corriente economista que pregona que el fin supremo de la
educación es formar el capital humano que demanda el
desarrollo". Esta orientación Furlán (1996) la
llama impacto en las imágenes públicas de la
institución, donde "… en el caso del curriculum
universitario estamos habitualmente refiriéndonos a la
formación de un profesionista, en función de
algún tipo de demanda social expresada en un mercado de
trabajo". Con esto, nos podemos dar cuenta que la
orientación que se le ha dado al proceso educativo es el
que sea útil a la sociedad. No consideramos que sea un
aspecto negativo, sin embargo si lo llevamos al plano de fin
último, nos encontramos en un gran problema, pues hace a
un lado la intención formativa de los alumnos, es decir a
los valores y las actitudes que queremos desarrollar como parte
de un todo. Como parte de esta orientación, es menester
hacer la referencia a las dificultades que existen entre el
curriculum oculto y el formal en cuanto al papel que juegan
alumnos y profesores en el aula. Ornelas (1999: pp. 51) comenta
"En el curriculum oculto se aprende no por lo que en los libros o
las lecciones de los maestros y los profesores se dice, sino por
sus actitudes y las relaciones sociales que establecen entre
ellos y los estudiantes. Nociones como pasividad,
repetición y respeto… no aparecen como elementos
del curriculum formal y, sin embargo, se reproducen en las aulas
no por lo que se dice, si no por lo que se hace". Esto forma
parte del problema al que nos enfrentamos para llevar a cabo el
curriculum y que la Institución tiene el deber de
capacitar e informar a los docentes para que estos aspectos no
frenen el objetivo primordial del curriculum.
En cuanto al contenido del curriculum, podemos decir que
el principal impacto lo encontramos en los métodos de
enseñanza, los cuales "no toman en cuenta la experiencia
de los alumnos y en ocasiones ni la de los maestros y que, por
regla general, se diseñan de manera tal que no permiten
evaluaciones externas y se desconocen los resultados" (Ornelas:
1999; pp. 52). ¿Cómo evaluar los contenidos del
curriculum sin una referencia en los métodos de
enseñanza que imperan en una institución? Es
imperiosa la necesidad de evaluar constantemente la
enseñanza en las aulas y determinar como punto
indispensable el tomar en cuenta la experiencia de los alumnos,
como lo establece Ornelas (op. cit) "una exigencia educativa de
primer orden… tomar en consideración la experiencia
de los sujetos de la educación".
Por otra parte, el contenido del curriculum se juzga a
partir de lo que las demandas sociales, políticas y
económicas dictan, por tanto, se encuentra en medio de una
presión social, que difícilmente encuentra un
equilibrio entre lo que se desea enseñar, lo que se debe
enseñar y lo que se aprende. Es decir, existe un impacto
entre lo que es el "deber ser" y lo que "es". Aquí, el
curriculum encuentra su base epistemólogica que le dicta
una forma de llevarse a cabo en medio de la teoría y la
práctica.
El impacto del curriculum que existe en cuanto a la
organización, se refiere a las relaciones que se ven
afectadas una vez que se quiere dar una visión
común en la institución, donde por lo general, los
docentes se desempeñan aisladamente. Furlán (1996;
pp. 108) expresa "cuando se plantea el problema del curriculum,
el nivel de lo individual, el nivel del conjunto de interacciones
interpersonales, el nivel de los agrupamientos pasa a
subordinarse al nivel más general que es: tenemos una
tarea en común dentro de esta institución…
implica romper con ese aislamiento".
Grandes desafíos nos presenta el curriculum bien
orientado, ejecutado y evaluado en las instituciones educativas
en nuestro país, pues es una obligación de todos
los ciudadanos inmersos en una sociedad en constante cambio y
transformación, que sólo podrá tener la
fuerza necesaria para generar una educación integral con
calidad si nos incluimos todos en este proyecto transformador. El
curriculum conjuga la teoría y la práctica, el
deber ser y el ser, en donde sólo tendrá su mayor
impulso cuando consideremos que se encuentra inmerso en un todo,
no es aislado y por ende, su estudio debe contemplar el
análisis de cada una de las fuerzas sociales,
políticas y económicas que confluyen en la
institución educativa para poder brindar soluciones
viables y concretas ante una realidad inminente.
Conclusiones
A lo largo de este ensayo, hemos hablado de uno de los
elementos clave en el proceso educativo y donde recae un gran
peso que junto con la sociedad, se apoya irremediablemente para
lograr un desarrollo social, cultural, político y
económico. Debemos dejar bien establecido que el
curriculum es un todo y que no es algo de lo que podamos reducir
a un listado de materias que nos dan una trayectoria de los
estudios que realizaremos. El curriculum son los maestros, las
instalaciones educativas, la sociedad, los alumnos, los padres de
los alumnos, las instituciones gubernamentales y privadas, es
decir, es todo y nuestro deber es saber hacer de su existencia,
un proyecto congruente en busca de un equilibrio entre
ellos.
No es difícil escuchar con frecuencia a las
instituciones educativas, la familia, el gobierno, la sociedad,
las empresas públicas y privadas, sobre quién tiene
la culpa en las inequidades, desigualdades y atraso en la
educación, tanto que se ha vuelto un círculo
vicioso que no genera valor para darle respuesta a los grandes
desafíos que se nos presentan como estudiosos de la
Educación. Este círculo requiere de propuestas
viables y concretas sobre el Sistema Educativo Mexicano, pero
sobre todo, de la voluntad de políticos bien preparados
para darle un giro nuevo al proceso de transformación que
se está impulsando.
Nuestro país tiene todos los elementos y la
capacidad para generar estos cambios, sólo falta voluntad
para fomentar ese cambio. Cada día para nosotros como
profesores es un gran desafío que debemos enfrentar contra
la ola de información que recibimos y que ya no sabemos
qué hacer con ella y a la vez enfrentar la pasividad con
que nuestros alumnos reciben la educación, en gran parte
por los efectos de la inmediatez que conlleva el uso de nuevas
tecnologías. Nuevos retos y a la vez nuevas oportunidades
de cambiar lo que está en nuestras manos y que gracias a
que podemos estar frente a un grupo de estudiantes de diferente
condición social y económica, tenemos la
oportunidad de transmitir con nuestras palabras y nuestros actos
lo que hará la diferencia: la comunión entre las
distintas fuerzas que confluyen en el curriculum
escolar.
Bibliográficas
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contemporáneo. Primera edición.Ariel. México, 2000. (pp. 181-
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Diseño Curricular. Segunda edición. Trillas.
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Morevallado. México, 1996. (pp. 89-136)González, Olga y Flores, Manuel.
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diseño de un curso. Segunda Edición. Trillas.
México. (pp. 13-52).Kottak, Conrad Phillip.
Antropología Cultural. Espejo para la humanidad.
Primera edición. Mc. Graw Hill. Madrid, 1999. (pp.
1-16)Ornelas, Carlos. El sistema educativo
mexicano. La transición de fin de siglo. Centro de
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Fondo de Cultura Económica. México. 1995. (pp.
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Séptima edición. Granica. España, 1999
(pp. 387-417)Stenhouse, Lawrence.
Investigación y desarrollo del curriculum. 3a.
edición. Morata. Madrid, España. 1991 (pp.
25-30)
DEDICATORIA
Al Doctor Alfredo Carlos CASTRO QUISPE dedico con
gratitud, cariño, y afecto. Por impartirnos los
conocimientos, para nuestra formación Doctoral en
educación.
AGRADECIMIENTO
Agradezco al Doctor ALFREDO CARLOS CASTRO QUISPE
por su motivación de buscar información y por las
ansias de seguir preparándonos en el sentido de conseguir
la información que permita reflejar en nuestros circulo de
la nuestra comunidad pedagógica.
La responsabilidad de las opiniones expresadas en este
trabajo incumbe exclusivamente al autor o autora necesariamente
refleja el punto de vista de los a portantes.
Así como aprendimos de nuestros padres, hoy nos
toca replicar la experiencia vivida en la formación de
nuestros hijos con nuestra conducta cotidiana.
Autor:
Alvarez Ortiz, Germán
Hernán
ESTUDIANTE DOCTORAL DE
EDUCACIÓN
SEMESTRE II A-1-2013
UNIVERSIDAD ANDINA "NÉSTOR
CÁCERES VELÁSQUEZ"
ESCUELA DE POSTGRADO
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
Asignatura: DISEÑO Y
EVALUACIÓN CURRÍCULO
DOCTOR: ALFREDO CARLOS CASTRO
QUISPE
TRABAJO
ENSAYO-MONOGRÁFICO:
Juliaca – Perú-2013