Educación y democracia. Caso Venezuela. Tiempo histórico: desde la época colonial hasta 1990
Este artículo presenta un análisis de la
evolución, logros y desafíos del sistema educativo
de Venezuela, un país latinoamericano con cuatro
décadas de experiencia democrática. El
interés del caso deriva no sólo del hecho de que
Venezuela es uno de los países de más larga
tradición democrática en la región, sino de
que a pesar de haber sido uno de los países que más
recursos ha destinado a la educación confronta muy pobres
resultados del sistema educativo. Estas fallas del sistema
educativo en educar a la ciudadanía y para obtener empleo
productivo no son ajenas a la fragilidad del sistema
político que durante 1992 sufrió dos intentos de
golpe militar. Contexto, metas y política de la
educación en Venezuela La educación ha sido una
prioridad en Venezuela por muchos años. Una frase
célebre de Simón Bolívar, libertador de
Venezuela y de otras cuatro Repúblicas latinoamericanas es
“Moral y Luces son nuestras primeras necesidades”. En
1870, el presidente Guzmán Blanco aprobó una ley
que hacía a la educación primaria gratuita y
obligatoria.
La industria del petróleo transformó
sustancialmente el perfil social, económico y
político de Venezuela. La presente era democrática
se inició en 1958, cuando una alianza de los partidos
fundamentales derrocó la dictadura del General Marcos
Pérez Jiménez. Los ingresos por concepto de
petróleo permitieron desarrollar las aspiraciones de la
democracia emergente, el desarrollo de una clase media, la
expansión de programas de educación, salud y otros
programas sociales. Dichos ingresos contribuyeron también
a desarrollar una abultada e ineficiente burocracia en muchos
organismos del estado y a otras distorsiones en la
economía que erosionaron otras fuentes de ventaja
competitiva del país. Entre 1930 y 1958, la
economía venezolana pasó de ser una economía
predominantemente basada en exportaciones de productos
agrícolas a ser una economía industrial, bajo la
política de sustitución de importaciones. Durante
este tiempo la población se hizo crecientemente
urbana.
La población creció de 4.2 millones de personas en
1945 a 19 millones en 1989. En 1989 el 89% de la población
vivía en áreas urbanas y el 21% en Caracas, la
ciudad capital. En 1945, sólo 35% de la población
vivía en zonas urbanas. La población creció
a un ritmo de 2,8% anual entre 1980 y 1989, lo que representaba
una disminución frente al crecimiento de 3,5% entre 1965 y
1980. 39% de la población tenía menos de 14
años. La educación ha sido una prioridad
explícita de todos los partidos modernos en Venezuela. No
hay diferencias obvias en las políticas educativas que han
llevado a cabo los dos grandes partidos, para ambos la
educación es un componente fundamental del proyecto de
democratización de Venezuela. La nueva Constitución
aprobada en 1960, con la llegada de la nueva democracia,
establece que todos los venezolanos tienen el derecho a ser
educados y asigna al Estado la responsabilidad de abrir escuelas
y servicios educativos para asegurar acceso gratuito a la
educación. En 1980, el Congreso aprobó una nueva
Ley de Educación que expandió la educación
básica de 6 a 9 años.
La llegada de la democracia en 1958 expandió el sistema
educativo a todos los niveles. La tasa anual de crecimiento de la
matrícula primaria aumentó de 7% antes de la
democracia a más de 20% en los años inmediatamente
después del inicio de la democracia. La tasa de
crecimiento de la matrícula secundaria también se
multiplicó por dos en este período. El crecimiento
en la matrícula universitaria pasó de 12% anual en
el último año de la dictadura a 60% en el primer
año de la democracia. Durante los próximos 30
años, la matrícula combinada de primaria y
secundaria creció a un promedio anual de 4% y la
educación superior a un promedio anual de 11%. Si bien la
matrícula se ha expandido drásticamente durante los
últimos 30 años de experiencia democrática,
sin embargo, durante las últimas dos décadas, esta
expansión se ha concentrado en la educación
superior. Mientras que en 1972, las tasas netas de
matrícula en primaria eran 83% y aumentaron a 85% en 1989,
la matrícula neta en educación superior
aumentó de 11% a 25% en el mismo período.
Educación de adultos La educación de adultos es
ofrecida por el Instituto Nacional de Cooperación
Educativa (INCE), financiado con un impuesto de 2,5% a los
sueldos y por transferencias del Ministerio de Educación.
En 1990, el INCE capacitó a 360.000 trabajadores
ofreciendo más de 28.000 cursos. INCE tiene su propio
cuerpo de entrenadores que dan cursos en las instalaciones del
instituto en todos los estados del país, y también
en las propias empresas. Los cursos se ofrecen gratuitamente a
quienes los solicitan. INCE ofrece cursos que van desde
educación básica hasta cursos técnicos. En
1989, como resultado de la percepción de que el
entrenamiento ofrecido por el INCE era poco relevante y
anticuado, y que había problemas de administración
en la institución, el Presidente de Venezuela
nombró al director de recursos humanos de la industria
petrolera como presidente del INCE con el mandato de reorganizar
la institución. Los nuevos planes incluían promover
una mayor participación del sector privado en la
provisión de entrenamiento, racionalización y
modernización de los cursos enfatizando el desarrollo de
destrezas más que el credencialismo. Además del
INCE varias instituciones públicas y privadas ofrecen
educación primaria y secundaria para adultos en clases
nocturnas. Estos cursos están organizados para cubrir el
mismo currículum en un período de menor tiempo. En
1989, 373.963 alumnos estaban matriculados en clases de
educación de adultos.
Financiamiento educativo El Estado Venezolano ha asignado una
porción creciente de recursos a la educación. La
educación como porcentaje del gasto de gobierno
aumentó del 18% en 1965 al 21% en 1988. En 1983 el gasto
educativo comenzó a declinar en términos reales.
Como porcentaje del Producto Nacional Bruto, el gasto educativo
aumentó del 3,3% en 1970 al 4.5% en 1988. El 80% del gasto
público en educación proviene del Gobierno Central
y el resto de los Gobiernos Estatales, Municipales y de Entidades
Autónomas. El Ministerio de Educación administra
directamente 58% de todo el gasto público en
educación, las instituciones de educación superior
administran 28% y las entidades autónomas (p.ej.
Biblioteca Nacional, INCE) administran otro 10%, 6% es destinado
a construcciones escolares por MINDUR y FEDE.
Personal docente En 1990 había 24.696 maestros de
pre-escolar, 180.263 profesores de escuela básica, 32.178
profesores de secundaria y 39.892 profesores universitarios.
Había 37.112 personas adicionales trabajando para el
Ministerio de Educación (incluyendo 6.973 empleados e
instructores del INCE). La Nueva Ley de Educación de 1980
aumentó los requerimientos para formación docente a
un grado universitario. Como resultado, todas las instituciones
de formación docente están en proceso de revisar
sus programas y han sido integradas a una gran universidad
pedagógica: La Universidad Pedagógica Experimental
Libertador. La demanda de nuevos profesores está
satisfecha en términos cuantitativos. En 1990 se graduaron
8.845 profesores de los institutos pedagógicos
públicos y 199 del pedagógico privado
(además, los graduados de las facultades de
Educación en las universidades públicas y privadas
pueden desempeñarse como docentes).
El mayor desafío consiste en aumentar las destrezas de los
profesores en ejercicio para poner en práctica los nuevos
programas diseñados como parte de la reforma educativa de
1980. Hay 35.637 profesores de educación básica y
5.706 de secundaria que no han sido profesionalizados.
Mery Rodríguez (Expositora)
Hoy en día, el acceso a la educación formal,
incluyendo la educación superior, es visto por la inmensa
mayoría de la población como un derecho de todos
los venezolanos que debe ser garantizado por el Estado. Se puede
afirmar que el núcleo central de las creencias de los
venezolanos sobre la educación es el igualitarismo: todos
deben tener acceso a los diferentes niveles del sistema educativo
formal y todos están en capacidad de aprovecharlo (de
aprender) por igual, independientemente de su origen. Una
expresión concreta y muy elocuente de esta profunda
creencia es el Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho que,
durante varios años, utilizó el origen social de
los solicitantes como criterio fundamental de selección de
los becarios.
Fuente: Hung de León y Toledo (1.983). PÉRFIL
EDUCATIVO DE LA FUERZA LABORAL DE VENEZUELA (1.961-1.980)
FUENTES ELECTRÓNICAS Y BIBLIOGRÁFICAS 1.- Fernando
Reimers: Doctor en Educación, Harvard University. Profesor
Asociado del Instituto para el Desarrollo Internacional en la
Universidad de Harvard. Ha realizado estudios para apoyar
políticas educativas en varios países de
América Latina, Asia y el Medio Oriente. Ha sido consultor
de la Agencia para el Desarrollo Internacional, Banco
Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial y UNESCO. 2.- Lilian
Hung de León y Ramón Piñango
,“¿Crisis de la Educación o Crisis del
Optimismo y el Igualitarismo?”, Caracas – Ediciones
IESA – 1986, obtenido del Libro Sociología de la
Educación Volumen II (1994) Universidad Pedagógica
Libertador y Universidad Nacional Abierta.