La delincuencia como fenómeno social y su prevención
- Introducción
- La
delincuencia - La
prevención como limitador de la
delincuencia - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
La Criminología es la ciencia que tiene
por objetivos principales la determinación de las causas,
tanto personales como sociales, del comportamiento delictivo,
así como el desarrollo de los principios válidos
para el control social del delito. Para la obtención de
los resultados afines con estos objetivos, investiga a partir de
los descubrimientos de otras disciplinas interrelacionadas con
ella en especial la Psicología y la Sociología, muy
útiles en el tratamiento del tema. Se puede destacar que
los aspectos que integran el fenómeno objetivo
específico de la criminalidad en sus dos dimensiones
esenciales, son la delincuencia como fenómeno y procesos
implícitos y las formas particulares de reacción
social ante ella[1]
La delincuencia se constituye como proceso
inmanente del fenómeno criminal, objetivo fundamental de
la Criminología como ciencia, que prioriza entre sus temas
de investigación la prevención de la delincuencia y
de los comportamientos antisociales concretos. La
Criminología se caracteriza por su complejidad y
multidisciplinariedad en el campo de la investigación
teórico experimental sobre el estudio del delito, el
delincuente, las conductas socialmente desviadas, la victima del
delito, los medios de control social, los procesos de
criminalización, y la
prevención[2]
"La prevención es una preocupación
permanente y actual de la Criminología, infaltable en los
programas de la ciencia criminológica. Debemos considerar
que cuando hacemos referencia a la prevención y
pretendemos definirla nos encontramos que es un concepto de larga
tradición, bastante amplio y si se quiere
ambiguo"[3].
Problema de investigación:
¿Cómo viabiliza la prevención la
reducción del índice de delincuencia en la
sociedad?
Objeto:
La delincuencia.
Objetivo General:
Valorar la efectividad de la prevención como
límite al desarrollo progresivo de la delincuencia en la
sociedad actual.
Objetivos Específicos:
1. Analizar la delincuencia en su aspecto
teórico doctrinal.2. Valorar el impacto de la prevención
en el desarrollo gradual de la delincuencia.
Métodos:
1. Histórico-lógico:
posibilitó conocer la naturaleza, esencia y
características que la distinguen, para analizar su
proyección y reflejo en la sociedad.2. Análisis y sistematización de
la bibliografía. Mediante este método se pudo
conocer y estudiar los criterios doctrinales sobre el
tema.3. Dialéctico- materialista. Dicho
método aportó la posibilidad de un
análisis más profundo que llevó a la
integración del resto de los métodos empleados,
proveyendo de elementos para dar solución a las
contradicciones actuales presentes en el tema.
Capítulo I.
La
delincuencia
Definición.
Fuera del plano jurídico la delincuencia es
concebida como quebrantamiento de la Ley y el delincuente como el
que delinque. Sociológicamente hablando puede examinarse
como los procesos y fenómenos que integran una forma
particular de la conducta social humana que transgrede el
funcionamiento de un sistema social dado y que representa para
él dañosidad de mayor o menor nivel. Finalmente, en
el ámbito jurídico está integrada por
relaciones sociales antagónicas a lo preceptuado por la
Ley Penal y evidencia contradicciones sociales, diferencias y
desproporciones en el desarrollo social definidos como procesos y
comportamientos de carácter delictivo. En general la
delincuencia constituye un conjunto o sistema de conductas
delictivas o determinadas infracciones grupales o individuales de
la Ley Penal[4]
Causas de la delincuencia.
Las causas de la delincuencia han variado con el paso de
los años y con el desarrollo de las sociedades, de
ahí que los criminólogos se hayan hecho eco de
diversas corrientes para darle explicación a este
fenómeno, en ocasiones contradictorias entre
sí.
El desarrollo del pensamiento criminológico
pudiéramos distinguirlo como tradicional,
contemporáneo y de control social. La distinción se
basa en grandes rasgos respecto al enfoque de las diferentes
etapas investigativas de las ciencias criminológicas en
aras de estudiar la naturaleza, extensión y causas del
crimen; las características de los criminales; los
problemas de detención y castigo de los delincuentes;
operatividad de las prisiones y de otras instituciones
carcelarias; la rehabilitación de los convictos, tanto
dentro como fuera de la prisión; la reinserción
social de los ex reclusos y la prevención del
delito.
La perspectiva tradicional se basaba en el estudio de
las causas del delito considerándolas individuales,
morfológicas, psicológicas-biológicas y
antropológicas en su primera etapa. En un segundo momento
advirtió la importancia del medio o entorno que rodea al
individuo (económico, religioso, familiar,
escolar).
La visión contemporánea analizó el
origen de la criminalidad en quienes hacen, aplican y ejecutan la
Ley. Por último el control social viene a desplegar sus
funciones en aras de la disminución de las causales
delictivas a través de las instituciones como la familia,
la escuela, el Estado, entre otras.
Con un enfoque técnico se puede concebir a la
delincuencia como un fenómeno social histórico
mutable, cuyo estudio puede abordarse relacionándolo con
determinadas contradicciones sociales como son las derivadas del
incipiente desarrollo de la economía y de la vida social y
particular de los individuos. Siempre ha estado condicionada por
diversos factores, los que han variado en la medida en se
profundiza en la investigaciones, encabezando hoy los estudios
criminológicos los factores sociales.
La delincuencia como fenómeno social negativo
solo podemos analizarla a través del conjunto de
fenómenos que esta representa, en un período de
tiempo. Se expresa en un número específico de
delitos, llevados a cabo por sujetos, dentro de una sociedad
determinada que sancionará tal comportamiento con
posterioridad. Ello expresa la contradicción social que
genera un hecho delictivo, tras la no aceptación de la
sociedad amenazada por la peligrosidad social del hecho. La
existencia del fenómeno delictivo tiene fundamento en un
grupo de causas, las que se gestan por determinadas condiciones,
es decir, solo podemos hablar probabilísticamente cuando
nos referimos a las razones generales de la
delincuencia.
El análisis de la delincuencia en
el Capitalismo se basa en las relaciones capitalistas
de producción. Los criminólogos burgueses buscan
cada día más fórmulas para centrar el
análisis de los delitos lo más alejado posible de
las relaciones de producción de ese sistema. Entre las
concepciones burguesas podemos encontrar la tendencia
biológica, que fundamenta las causas de los delitos en las
aberraciones de naturaleza humana, partiendo de la herencia de la
información genética, apreciándose ello como
una maldad innata del ser humano.
Algunas teorías psicológicas de los
capitalistas explican la conducta delictiva a través de la
"teoría de los bajos instintos reprimidos", caracteriza
universalmente el fenómeno delictivo al aceptar que la
conducta humana está dirigida por elementos
irracionales.
El análisis de la delincuencia en
el Socialismo estuvo asociado a un comienzo con los
remanentes del pasado. Al unísono reconocemos la
importancia del desarrollo social, asegurando para ello la
propiedad social sobre los medios de producción y la
igualdad de todos los individuos ante el trabajo. Más no
podemos obviar que las necesidades, intereses y motivaciones de
cada hombre se gestan independientemente del curso de su
formación personal. Pese a la igualdad que brinda este
sistema, existen, desafortunadamente, diferentes micro-medios en
los que se desenvuelven los individuos, cuyas
características pueden propiciar la actividad delictiva.
En manos de la Familia puede quedar la
disposición de un sujeto a la comisión de actos
tanto honestos como contrarios a ellos y en ocasiones contrarios
al orden social y legal.
La delincuencia como toda conducta humana es resultado
de la interacción constante con el medio que le rodea,
enfrentando el sujeto la realidad externa con la
manifestación de una posición determinada. La
valoración personal de una decisión a toma se
expresa en la conducta concreta del individuo. De todo esto se
infiere que el estudio del hombre delincuente tiene que partir de
la correlación entre las circunstancias, objetivas que no
dependen de él, como su formación y aquellas otras
que él puede variar o modificar como pudiera ser la
decisión del sujeto de llevar a cabo determinada
acción para satisfacer una necesidad personal y esta puede
ser correcta o no.
Factores sociales que la
condicionan.
Los factores sociales que condicionan la delincuencia,
sobresalen con respecto a otros, dada la continua acción
del hombre en la sociedad y la interacción entre los
sujetos que en ella se desarrollan, conviviendo a diario bajo los
mismos patrones de conducta y similares hábitos. Dentro de
estos factores sociales se tiene:
El espacio social:
Aquellos factores estáticos que se relacionan con
una cultura y un medio geográfico determinado. La cultura
comprende hechos sociales de una sociedad determinada con un uso
reiterado. Llega a crear costumbres, sentar creencias y patrones
sociales, así como concebir técnicas, incluso se
concibe como fundamento y contenido de las normas
jurídicas. En este parámetro se analizan las zonas
criminógenas, concebidas como aquellos territorios
proclives a que la actividad delictiva se realice en ellos.
Incluso según las características de una zona
serán los hechos delictivos que se realicen en ellos.
Incluso, según las características, serán
los hechos delictivos que se realicen, tenemos de referencia la
diferencia entre una ciudad y una zona rural.
El barrio:
Comprendido como el límite político
establecido por las autoridades, o bien el entorno en que se
mueve cada persona a diario, a pesar de que el círculo
social en que se interactúe sea fuera de este territorio.
El barrio influye en el número, tipo y calidad de los
delitos que se cometen, teniendo en cuenta cuanto facilita o
dificulta el control de las autoridades y la protección
que pueda dar esta y los habitantes del territorio. En este
espacio territorial existen intereses comunes, normas aceptadas
en las relaciones sociales o económicas y algunas
instituciones sociales, donde existe la interacción
constante y generalmente una solidaridad dinámica; lugares
entre ellos primordiales que facilitan el vínculo: la
escuela, la casa de residencia y el vecindario.
El alojamiento:
El hogar y la convivencia interna complementan en gran
medida los factores sociales que condicionan la delincuencia. Es
un factor en estrecha relación con la familia y la
educación que de esta recibe.
La educación:
La educación fundamental es dada por los padres,
la escuela complementa la formación del individuo. La
educación recibida por el delincuente tiene una profunda
relación con su peligrosidad, es decir, con la posibilidad
de reiteración criminal, pues los que han crecido en un
medio de vicio o criminalidad lo toman como cosa normal, aunque
lo repruebe la sociedad. Incluso los conocimientos
técnicos y científicos adquiridos por la
educación son utilizados para perfeccionar sus actividades
criminales. Por otra parte, la desorganización en la
escuela tiene la negativa principal de convertir al educando en
una persona indisciplinada, enemiga del orden.
Moralidad de los delincuentes:
Los delincuentes no están desprovistos de moral,
sino solo excepcionalmente, prueba de ello es que los asesinos,
los violadores o abusadores sexuales y los ladrones se desprecian
mutuamente por su baja moralidad, desde su visión de la
vida.
Religiosidad:
Algunos delincuentes intentan justificar sus actos con
la creencia religiosa que los ha motivado a realizarlos,
existiendo, inclusive, sectas religiosas destinadas a tales
efectos.
Economía:
Las condiciones materiales son indudablemente
condicionantes de espirituales y es en este plano que la
economía juega su rol como factor condicionante de la
delincuencia. Son las condiciones económicas de vida del
individuo las que lo impulsan en múltiples ocasiones a
adentrarse en la delincuencia como alternativa a las
problemáticas de la vida cotidiana.
Se podría mencionar otros tantos como el
abandono, la ignorancia, la ocupación, la
composición de la población, la
alimentación, los centros de diversión. El
análisis demuestra que la delincuencia se caracteriza por
la integridad, complejidad y diversidad como fenómeno
social.
El sujeto delincuente.
Antes del surgimiento del Estado, desde las formas
pre-estatales, existían personas que, tanto por
imprudencia, desconocimiento o en pleno conocimiento del alcance
de sus actos, llevaban a cabo acciones que iban en contra de los
intereses de una sociedad.
Este individuo es el conocido sujeto comisor, sujeto
activo de la acción antisocial. Para conocer la
profundidad de su acción tendremos en cuenta diferentes
elementos, desde una visión criminológica,
comenzando con el crimen, acción que todos conocemos en
primera instancia y luego concretan sus autores.
El sujeto comisor será entendido como aquella
persona que no acata el orden social establecido en una
disposición normativa de obligatorio cumplimiento,
violándolo en determinadas ocasiones.
Dentro de la denominación mencionada solo podemos
agrupar aquellas personas que hayan actuado contrario a las
exigencias legales, refiriéndonos tanto a personas
naturales como jurídicas. En el caso concreto de las
personas naturales, estas han de ser penalmente
responsables.
El menor de edad que actúe contrario a las
exigencias legales, tipificando alguna conducta delictiva, se
clasifica como un menor transgresor. El menor no es
penalmente responsable a la luz del Código Penal cubano,
es decir se exime de responsabilidad penal, ya que no posee la
capacidad plena de discernir entre el bien y el mal e incluso no
puede medir ni analizar con profundidad el resultado de su
actuar.
1.4 La delincuencia juvenil.
Si una acción delictiva es llevada a cabo por un
joven penalmente responsable, estaremos frente al fenómeno
nombrado como delincuencia juvenil. Para ellos la ley penal
concede algunos privilegios, pues estos sujetos se exponen a
cambios biológicos, físicos y psíquicos.
Además, su responsabilidad social y su posición en
relación a los adultos hacen que esta etapa de la vida sea
más fluctuante e insegura en cuanto a la
consolidación de la motivación de sus
acciones.
La delincuencia en la mayoría de estos
jóvenes se debe a lagunas en el proceso educativo,
así como la deficiencia que se engendra en el plano
organizativo por los cambios que se producen, constantemente, en
la construcción de una sociedad. Se consideran mero
resultado de un proceso educativo deficiente de la familia o la
escuela.
Para los criminólogos los aspectos a tener en
cuenta para medir la variabilidad de los índices de la
delincuencia, que permiten investigar a profundidad sus causas y
tomar las medidas preventivas acorde con este fenómeno
son:
• Edad
• Sexo
• Escolaridad o nivel cultural
• Reincidencia o peligrosidad social
• Actividades delictivas proclives
En las sociedades socialistas los comisores de delito
poseen un nivel cultural bajo y mayoritariamente, son
responsables por delitos contra los derechos patrimoniales (robo,
hurto); delitos contra la vida y la integridad corporal, como es
el caso particular, más frecuente, el delito de lesiones,
estos sujetos no tienen vínculo laboral
estable.
Capítulo II.
La
prevención como limitador de la
delincuencia
Relación de la Delincuencia con el
Delito.
Para desarrollar lo relativo a la prevención de
la delincuencia se hace necesario establecer su relación
con el delito, dado que esta se manifiesta a través de los
delitos concretos. El concepto delincuencia se utiliza en
aquellos casos en que se refiere a un conjunto estadístico
de delitos, comportándose este como el más sencillo
enfoque conceptual en relación con la definición de
la delincuencia.
El fenómeno de la delincuencia no es una simple
suma mecánica de delitos sin relación de unos con
otros, sino que entre estos se establece una correspondencia de
lo general y lo particular. Es por ello que se plantea la
necesidad de que durante el análisis de la delincuencia se
deban estudiar las características de los delitos por
separado, por tipicidades, y descubrir en ellos lo individual y
lo irrepetible. Es importante al mismo tiempo considerar las
interrelaciones de distintos delitos y sus comisores, pero
también estimar que en estas interacciones aparecen nuevas
características de la delincuencia, que no se encuentran
en el delito tomado aisladamente, pues en conclusión, la
delincuencia es un fenómeno cualitativamente distinto al
delito y como fenómeno social debe analizarse en el
contexto de los vínculos y relaciones sociales, desde el
registro de los cambios sociales.
2.2 Prevención de la delincuencia y el
delito.
La Criminología como ciencia tiene como tema
clave la esfera de las relaciones sociales en cuanto a la
realización de la actividad preventiva, es así que
la prevención de la delincuencia y los métodos de
su estudio componen una parte independiente de esta en su
consideración como disciplina académica.
La Criminología tiene como concepto principal el
de prevención de la delincuencia y el origen de este parte
del sentido de "prevenir, que significa tomar medidas para hacer
tempranamente que no continúen los procesos que
desvíen negativamente y obstaculicen el desarrollo social
y tomar la delantera en la realización de nuestro proyecto
social"[5].
En sentido amplio, la prevención de la
delincuencia se puede examinar como un concepto general que
incluye otros conceptos acerca de todas las direcciones y tipos
de estos procesos, abarcando la prevención de los delitos
concretos y el comportamiento delictivo ilegal o antisocial. En
sentido estrecho o limitado se considera la prevención de
la delincuencia como la actividad dirigida hacia la
prevención solo de la delincuencia en conjunto como un
fenómeno social único.
En el ramo son muchos los criminólogos que
definen dicha prevención como "un amplio complejo de
medidas interrelacionadas creadas y aplicadas por los
órganos estatales y las organizaciones
sociales"[6].
La disciplina social se presenta como meta a alcanzar
por la actividad de la sociedad para consolidar la
regulación moral y jurídica, en cuanto a la
educación de la conciencia moral y jurídica de la
personalidad. Es por tanto el enfrentamiento consecuente y
directo de las indisciplinas sociales una contribución
importante en evitación de la más dañina y
peligrosa de sus manifestaciones, la delincuencia como
fenómeno social.
Un primer acercamiento en la investigación
criminológica ha presupuesto la proyección de la
prevención en cuanto a los problemas teóricos del
control social. El control existe como fenómeno social. En
cualquier sociedad organizada estatalmente este refleja los
intereses de clase, que constituyen una de las formas de
dirección política, una de las funciones del Estado
y de las relaciones sociales, uno de los atributos del poder
estatal y social.
Otro tema de vital importancia es el relativo al control
social, considerado un sistema complejo de actividad de los
sujetos sociales y estatales en nuestra sociedad. Su principio
más importante es la indisoluble unidad de los principios
estatales y sociales que aseguran la amplia participación
de los miembros de la sociedad en la dirección.
Teóricamente hablando el control social coloca la
acción de los sujetos en determinados marcos
correspondientes a las exigencias de la disciplina social que
establece el nivel de la tolerancia en cuanto a las
transgresiones de las disposiciones de nuestra moral y nuestro
derecho. Dicho concepto toma en consideración la unidad
económica, política, moral, jurídica,
socio-psicológica y de otros aspectos de la actividad de
control de la sociedad, dirigida a la prevención de
manifestaciones antisociales.
"El desarrollo del control social participa como premisa
necesaria y como importante factor del perfeccionamiento
consecuente de la actividad dirigida a la prevención de
manifestaciones conductuales, inmorales y delictivas, lo que
convierte al control social en uno de los más importantes
medios de trabajo profilácticos de los delitos y
contravenciones"[7].
Las especificidades de la determinación en el
medio social definen lo singular de las causas de las conductas
antisociales y delictivas. Las causas de la delincuencia poseen
todos los rasgos generales de la causalidad social, expresando lo
específico, determinante de los fenómenos
antisociales. Los fenómenos antisociales pueden examinarse
como elementos negativos de la vida social y como dificultades u
obstáculos en el funcionamiento del sistema social. Las
causas de dichas dificultades u obstáculos tienen
también un carácter social, por ello no podemos
buscarlas fuera de los marcos de la sociedad en la que se
producen los comportamientos antisociales. La delincuencia es
siempre un fenómeno social, sus causas, como las de otras
transgresiones legales, tienen un carácter
social[8]
2.3 Delincuencia y prevención del delito en
Cuba.
La actividad delictiva en Cuba antes
de 1959 mostraba gran peculiaridad de los delitos de
estafa, el juego prohibido, a pesar de la existencia del juego
legal y el seudolegal. Estos hechos delictivos eran más de
10000 anuales y las modalidades de los delitos contra la
propiedad conjuntamente con los delitos contra la integridad
personal alcanzaban el 60% de los hechos delictivos conocidos. En
esta etapa se incrementaron los niveles de corrupción con
el florecimiento de la prostitución. La sociedad en
aquellos momentos tenía como condicionantes el nivel de
pobreza, el analfabetismo, el desempleo, así como la
discriminación racial, males sociales que operan como
factores condicionantes de la delincuencia.
Luego del Triunfo de la Revolución se
incrementó la persecución de las actividades
delictivas y comienza el uso de las instituciones del estado
peligroso y las medidas de seguridad contra las conductas
antisociales. Así, paulatinamente, fueron disminuyendo las
tasas de las actividades delictivas existentes.
Desapareció desde entonces el llamado crimen
organizado o delincuencia organizada, la cual responde a una
actividad de grupo, o sea, grupos de poder que se asocian para
desarrollar una actividad criminal mediante la
explotación, mercado y consumo de bienes para obtener
beneficios.
En la actualidad existe un incremento de las tendencias
por las conductas desviadas, que consisten en la violación
de normas sociales, desde las simples normas de convivencia
social, hasta la norma de Derecho y la moral, entre ellas la
drogodependencia, consistente en la adicción a sustancias
introducidas en el organismo por cualquiera de las vías de
administración. Produciendo una alteración en el
sistema nervioso central del individuo, así como
dependencias psíquicas, físicas o ambas. El
individuo adicto al crear la dependencia se vincula generalmente
a actividades relativas al comercio ilícito de estas
sustancias.
Estas adicciones con la excepción
del Tabaquismo, se relacionan directamente con conductas
violentas y delictivas e indirectamente favorecen la
inadaptación social y la delincuencia, en ocasiones, de
las personas que rodean al adicto, como los niños. A las
acciones violentas podemos asociar acciones de lesiones,
daño, desorden público, desacato, resistencia,
entre otros casos están las consecuencias derivadas de
accidentes del tránsito producidos en estado
tóxico. El alcoholismo es la adicción que
más abunda en el país.
Entre las particularidades criminológicas de los
comisores de delitos por codicia como el robo y el hurto, se
encuentran las necesidades mal educadas, relacionadas con
procurar un nivel de vida por encima de sus ingresos, a costa de
ganancias ilegales y el predominio de manifestaciones
egoístas e individualistas sobre los intereses
sociales.
La prevención de la delincuencia, de las
transgresiones legales y de los comportamientos antisociales
constituye la esencia de una actividad estatal específica
que se realiza jurídicamente protegida en Cuba por el
Decreto-Ley No. 95 de 1986. En atención a este aspecto se
estableció un sistema en el que participan los
órganos estatales, las organizaciones sociales y
ciudadanos activistas que de conjunto participan en la
revelación y eliminación de las causas de la
delincuencia y de los delitos. Se trabaja además en la
finalidad de contribuir a la eliminación o
disminución de las desfavorables condiciones de vida y de
educación que pueden cimentar la base de procesos de
socialización de carácter negativo en los
niños, adolescentes y jóvenes, obstaculizando o
creando dificultades para alcanzar el desarrollo
sostenible.
Los criminólogos de nuestro país en la
actualidad otorgan atención al problema de las cuestiones
teóricas de la prevención de la delincuencia, en
correspondencia con las tareas de afirmación necesaria de
nuestro sistema social, teniendo en su base el consecuente
perfeccionamiento del modo de vida al que aspira nuestro modelo
para asegurar que prevalezcan los intereses del país en el
clima de justicia social y solidaridad humana que han
caracterizado estos años difíciles.
El consecuente perfeccionamiento del control social en
las condiciones de construcción del socialismo en Cuba
está relacionado con la elevación de la efectividad
de la actividad de control de los órganos estatales y no
estatales en el sistema de dirección, y
simultáneamente, en cuanto a la prevención de los
elementos de desorganización del mecanismo de
regulación jurídica, estatal y social.
Gran importancia tiene predecir la conducta que se
espera de un individuo en el futuro y también establecer
los determinantes situacionales teniendo en cuenta las
condiciones concretas de vida que le gravan una variación
en su conducta futura.
Se puede examinar un sujeto, detectarlo y poner al
descubierto sus particularidades morales negativas y no por ello
estamos frente a un delincuente, tan solo es el motivo para
aplicar medidas preventivas, tratando de neutralizar las fuentes
de influencias negativas. Salvar un hombre de la comisión
de acciones antisociales es brindarle una nueva forma de vida y a
cada ciudadano la preciada seguridad colectiva.
Conclusiones
La Criminología como ciencia desarrolla el
estudio de la delincuencia como fenómeno social con el
objetivo de realizar su consecuente
prevención.La delincuencia al ser un fenómeno social
condicionado por factores sociales, necesita para su
prevención de la acción de los organismos
estatales en estrecha coordinación con las
organizaciones sociales.La sociedad cubana como sociedad socialista prioriza
el proceso educativo en la formación de valores como
limitador del fenómeno delincuencial.
Bibliografía
COLECTIVO DE AUTORES: Criminología, Editorial
Félix Varela, La Habana, 2006.VASALLO BOMUTA, Norma: La conducta desviada. Un
enfoque psico-social para su estudio, Editorial Félix
Varela, La Habana, Cuba. Tomado de EcuRed
Portable.
Autor:
Tatiana Moreno,
Heidy Medina,
Laura Macias.
[1] Vid. Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p.
[2] Vid. Vasallo Bomuta, Norma: La conducta
desviada. Un enfoque psico-social para su estudio, Editorial
Félix Varela, La Habana, Cuba. Tomado de EcuRed
Portable.
[3] Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p. 27.
[4] Vid. Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p. 29.
[5] Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p. 34.
[6] Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p. 35.
[7] Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p. 37.
[8] Vid. Colectivo de Autores,
Criminología, Editorial Félix Varela, La Habana,
2006, p. 45.