- Leamos
de la Biblia - El
incesto en la Biblia: Lot es seducido por sus
hijas - El caso
de Jenny - Bibliografía
Nuestro propósito, al explorar el
incesto en esta lección, es el de enfocarlo como un
proceso evolutivo y como parte de los aspectos fundamentales que
rigen nuestros comportamientos.
Primero, los autores de la Biblia; cuyos
conocimientos siempre buscamos, porque éstos representan
el modo como nuestros antecesores razonaban — aunque nunca
podrían anticipar los resultados biológicos del
incesto entre padres e hijas — antes de que la
domesticación de animales pudiera demostrarles
directamente, los efectos de la endogamia.
Las leyes mosaicas, cuando, por ejemplo,
prohíben el consumo de la carne de cerdo — no lo
hicieron aplicando los conocimientos de la microbiología;
ciencia que aun no existiera. Pero sí sabían que el
cerdo con sus mecanismos de termorregulación que requieren
que se sumerjan en el lodo para reducir su temperatura, era una
especie alimenticia que evitar en el desierto donde
vivían. (Véase: Managing Heat Stress in the
Outdoor Pig Breeding Herd por J. McGlone).
Lot y sus hijas por H.
Goltzius
Sin embargo, para entender el incesto, no
podemos ignorar lo que aprendiéramos acerca de nuestras
intuiciones. Las mismas que gobiernan comportamientos de
evasión y de acercamiento. (Véase mi serie:
¿Por qué no Existen los
Accidentes…?).
De todas maneras, las aplicaciones
científicas nos han asistido.
Lo que sabemos
Con el desarrollo de de la ciencia moderna,
los peligros precisos de la consanguinidad se han establecido, y
son asombrosos.
En un estudio. Los resultados de la
procreación entre primo hermanos incrementaban la
mortalidad infantil un 60%. En otro, una mayoría de los
descendientes nacidos de padre-hija y de hermano-hermana
morían durante los primeros seis meses de vida,
demostrando asimismo un porcentaje más alto de defectos
hereditarios, incluyendo el estigma de la retardación
mental. De la que ya hemos hablado. (Véase mi ponencia:
El Autismo y su Entendimiento en
monografías.com).
Estudios abundan que, parcial o totalmente,
soportan los conceptos, por Freud, avanzados, acerca del
tabú del incesto. Para Freud, los Complejos de Edipo y de
Electra serían los fenómenos ingénitos en el
desarrollo psicosexual del ser humano, que yacen las bases para
la formación de una conciencia moral o Súper/ego.
(Véase mi artículo: Complejos de Edipo y
Electra en monografías.com).
Pero, la Biblia, nuestra gran Maestra, se
contradice en éste y otros asuntos.
Leamos de la
Biblia
Levítico, prohíbe el incesto
de modo explícito: 18:5 Guardad mis preceptos
y mis normas. El hombre que los cumpla, por ellos vivirá.
Yo, Yahveh.18:6 Ninguno de vosotros se acerque a una
consanguínea suya para descubrir su desnudez. Yo,
Yahveh.18:7 No descubrirás la desnudez de tu padre ni la
desnudez de tu madre. Es tu madre; no descubrirás su
desnudez.18:8 No descubrirás la desnudez de la mujer de tu
padre; es la misma desnudez de tu padre. 18:9 No
descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o
hija de tu madre, nacida en casa o fuera de ella. 18:10 No
descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija
de tu hija, pues es tu propia desnudez.18:11 No
descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu
padre, engendrada de tu padre, que es tu hermana.18:12 No
descubrirás la desnudez de la hermana de tu padre; es
carne de tu padre. 18:13 No descubrirás la desnudez de la
hermana de tu madre; es carne de tu madre.18:14 No
descubrirás la desnudez del hermano de tu padre; no te
acercarás a su mujer; es la mujer de tu tío.18:15
No descubrirás la desnudez de tu nuera, es la mujer de tu
hijo; no descubrirás su desnudez. 18:16 No
descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano; es la
desnudez de tu hermano. 18:17 No descubrirás la desnudez
de una mujer y la de su hija, ni tomarás la hija de su
hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son tu
propia carne; sería un incesto.
Una caracterización de la Biblia
proveniente del Internet:
"Es un libro con violaciones, abuso sexual,
"quítate tú para ponerme yo, amor ilícito,
exhibicionismo, incesto, un poco de amor gay y una
obsesión con la circuncisión. Si crees que esta
magna obra sólo la encontrarás en la sección
porno, la respuesta es muy distinta: está en casi todos
los moteles de Estados Unidos, pero también en casi todas
las iglesias cristianas: es la sagrada Biblia".
El incesto en la
Biblia: Lot es seducido por sus hijas
Lot, el sobrino de Abraham, vivía en
Sodoma, una ciudad tan llena de pecado que quisieron violar,
homosexualmente, en plena calle, a los enviados de Dios — Lot,
entre ellos. Los ángeles, milicianos de Dios, lograron
subyugar a la muchedumbre, pero Dios decidió destruir a la
ciudad y a la vecina Gomorra sin dilación. Tan sólo
se salvaría Lot, su mujer y sus dos hijas, que carecen de
nombre alguno en la historia.
Mientras huían, la mujer de Lot fue
ordenada a no mirar hacia atrás, pero lo hizo y se
convirtió en un poste de sal. — Sólo Dios sabe
por qué saló a la curiosa criatura y por qué
la eliminaría — Lo que pasó,
pasó.
El recién enviudado Lot, ya soltero
de nuevo, se instaló en una cueva con sus hijas. Ambas, al
verse solas y creyendo que eran las únicas mujeres que
quedaban en el mundo, decidieron emborrachar a su padre, tener
relaciones con el ebrio anciano y así poder
tener hijos.Al día siguiente dijo la mayor a la
pequeña: "Mira, yo me he acostado anoche con mi padre.
Vamos a propinarle vino también esta noche, y entras
tú a acostarte con él, y así engendraremos
de nuestro padre descendencia". Darvinismo sin que Darwin aun
existiera.- Génesis 19:34.
Noblesse oblige…Las dos
hijas de Lot quedaron encintas de su padre. La mayor dio a luz un
hijo, y le llamó Moab: es el padre de los actuales
moabitas. La pequeña también dio a luz un hijo, y
le llamó Ben Ammí: es el padre de los actuales
ammonitas". (¿Con quiénes procrearan? La
Biblia no enseña).- Génesis, 19:36-38.
Así concluye la aparición
breve, en la historia bíblica, del sobrino de
Abraham.
El incesto como fenómeno de
carácter cultural y religioso
La mayoría de las personas en la
gran parte de todas las sociedades aborrece profundamente las
relaciones sexuales incestuosas.
Aquí no hacemos referencia al abuso
sexual contra niños, sino a relaciones consentidas entre
padres e hijos, en cualquier combinación — la incidencia
de las que, por sus delicadas naturalezas, nunca sabremos, porque
posiblemente, nunca serían reportadas.
Por otra parte, si se busca
orientación en los trabajos de los expertos tradicionales,
muchos libros han sido publicados donde se acusa a Alfred Kinsey
de ocultar información acerca de lo ubicuo de los
comportamientos incestuosos que encontrara en sus investigaciones
— lo que hiciera para no despertar curiosidad y opiniones
adversas. (Véase: Family Sex por W.
Farrell).
Las teorías de Edward Westermark,
que nos aseguran que niños que crecen juntos tienden a la
exogamia, son refutadas por un número impresionante de
antropólogos. Entre todos, Marvin Harris, lo hace con
brevedad magistral, en Our Kind.
Mientras que los trabajos del
antropólogo Arthur Wolf, hechos en China, y basados en los
principios de la Sociobiología Humana, y los concluidos en
los Kibutz de Israel, soportan la teoría de que la
familiaridad de ser criados juntos, hace que los humanos
prefieran, la exogamia, cuando crecen.
Lo que aún siendo así, ni
elimina la omnipresencia del incesto, ni lo explica.
Pero, veamos…
Para explicar la tendencia a dejar el nido
en busca de pareja sexual a la distancia, se han invocado tales
factores como son los efectos de las feromonas que, en este caso,
distancian, en vez de hacer aproximar, a quienes fueran
criados juntos.
Feromonas negativas…
Un capítulo reciente a este
rompecabezas fue añadido por Lloyd de Mause, quien,
escribiendo acerca del incesto en el Journal of
Psychohistory, en 1999, nos dice lo siguiente:
"Este ensayo se publica para considerar la
evidencia de hipótesis opuestas a la mía:
Éstas proponen que la ausencia de incesto ha sido la
orientación universal, para la mayoría de las
personas, por todas partes y por todos los tiempos. Lo cierto es
que mientras más se investiga detalladamente en toda
nuestra historia, más evidencia se encuentra de que el
incesto ha sido fenómeno universal, como ha sido asimismo
la presencia de otras formas de abuso hacia el
niño".
Hasta ahora, el puzle del incesto nunca ha
sido ensamblado, y sus enigmas no se han explicado.
Entra el Rey de
la Sabana
Podemos imaginarnos al ser humano que, como
antepasado nuestro, viviera en el paleolítico superior,
habiendo exterminado toda oposición humanoide y reinando
supremo como señor y dueño de la
llanura.
Sus instintos, interactuando a los niveles
de los tres cerebros — ya conocidos, de McLean — y entendidos
como dogmas de la neurociencia moderna; lo orientarían en
procurar compañía para el acto reproductivo, con la
mujer que apareciera más atractiva en esos
momentos.
Ella también buscaba lo mismo,
aunque, tristemente incauta, de la carga enorme que le
esperaba.
Por supuesto, asumimos que ya
existiría la tribu y que el macho de la especie
reconocía, plenamente, su posición y desarrollo en
ese mismo lugar, o en el nuevo, en caso de que hubiese migrado,
adoptando otro grupo para vivir entre sus miembros.
El cortejo no podría ser un simple
garrotazo, la consumación del acto sexual y seguir cada
quien su camino. No, aquí aplica la "Regla de los Tres"
— la del abandono del macho a los tres años de
apareamiento conyugal para que el producto de la
copulación fuera viable.
Una vez nacido el niño, las
relaciones cambiarían entre los miembros de la
pareja.
Influyendo en ambos, el hecho, de que como
se vivía en proximidad muy estrecha; que la
estimulación sexual, por esa misma proximidad propiciada,
podría ocurrir a una edad temprana entre todos los
participantes.
Pero no olvidemos aquí el rol de la
alimentación y de las comidas disponibles en el entonces.
(Véanse mis ponencias: Caso Difícil
Número 14 & Número 18 y La Relación
Entre el Embarazo Precoz de las Adolescentes y la Gordura en
monografías.com).
Careciendo de comidas, como las de hoy,
ricas en densidad calórica, la pubertad sería
dilatada, en relación a la que nosotros conocemos — lo
que sería seguro contra la atracción sexual de
mujeres pre-pubescentes.
De esa manera, la niña muy joven no
sería la más atractiva para quien, a su
disposición tuviera mujeres más
adecuadas.
La niña misma, en su desarrollo, por
virtud de la necesidad de protegerse contra los avances del sexo
opuesto, crecería más rápidamente que el
varón, lo que le suministraba alguna defensa.
Entonces, el incesto, como
exploración sexual, en la noche larga del
neolítico, no era oportunidad para resarcir impulsos
sexuales por seres denigrados y corruptos, sino que sería
una circunstancia fortuita del hecho de vivir en esa
época.
Así crecían los varones y las
hembras humanas cuando eran delgados…
Se puede creer que, como actividad
puramente exploratoria y curiosa, el incesto — en su
aplicación más amplia, sería actividad
no-reprehensible y común.
Por su naturaleza de ser narcisista y de
querer ser especial, el ser humano ha creado una pantomima de los
mismos instintos que, sin obstáculos nos
movieran.
Pero, debemos de ser
únicos. Aunque no lo seamos. En las
dinastías egipcias los hermanos desposaban, sus hermanas.
Mientras que los dioses griegos desposaban a quienes
pudieran…
Mitología griega
Edipo y Yocasta
Tiestes viola a su hija Pelopia y
así nació Egisto.El mítico Adonis nació de
la unión del rey Tías y su hija
Mirra.El dios Zeus tomó a su hermana
Deméter con la cual tuvo a Perséfone, con quien
a su vez cometió un doble incesto al tener un hijo con
ésta, dicho hijo es llamado Dionisos-Zagreos o
Yaco.
Mitología egipcia
Osiris e Isis
Entonces tenemos la mitología de la
era Victoriana. Tiempos en los que la sexualidad humana se
trivializó, y marco entre los que los sexólogos
originales originaran — no por coincidencia — la
sexología, Freud incluido.
Freud, abundaba en razones por las que
temiera dimitir la realidad del incesto. Hijo de padre mucho
mayor que la madre. Por ella preferido. Avergonzado por ser
judío en su Viena natal. Más tarde apegado a su
cuñada, Minna Bernays, quien compartiera su domicilio y
con quien pasaría, en solitud, sus descansos veraniegos.
Con quien se dice que tuvo una relación romántica y
estable de la que hubiese nacido, por lo menos, el producto de un
embarazo abortado.
No siendo santo, Freud carecía de
autoestima estable y sólida. Como quienes lo admiran, lo
respetan y lo han estudiado bien saben. Por ello, no era directo,
como tampoco Einstein lo sería.
La relación de Freud con su hija
menor Anna, asimismo es sujeta a la especulación
lúbrica.
Por ello, ante la hipocresía
victoriana, Freud se dedicó a la mitología
edípica. Algo que algunos de sus seguidores más
cercanos asimismo adoptarían, notable entre todos la
antropóloga Margaret Mead — pero, como el tango nos
dice: "mentiras, mentiras, todo era
mentiras".
Freud y Minna…
Pero no fue solamente la vergüenza del
incesto lo que a Freud causaría problemas
psicológicos de índole serios, sino la
seducción infantil. (Véase: The Assault on
Truth: Freud"s Suppression of the Seduction Theory por J.
Moussaieff Masson).
Para muchos, entonces, el incesto se
convertiría en un símbolo de ascendencia social. El
Papa Alejandro VI, como pontífice de Dios, no podía
abandonar a su hija preferida, Lucrezia, a ser desflorada por
alguien que no fuese él — el Hombre, por Dios
escogido.
Y así sería con los miembros
de las dinastías egipcias, quienes se consideraban
descendientes directos de los astros divinos que en ellos se
personificaran.
Una síntesis psicoanalítica
del incesto
Freud perteneció a la elite de
tantos pensadores que creyeran en el rol que las costumbres
ejercen en la formación del carácter humano. Para
él la sexualidad había sido transformada por la
religión en una caricatura de los instintos.
Pronto se percató de que muchas de
sus primeras pacientes habían reportado relaciones
incestuosas o de estimulación prematura para explicar sus
síntomas. No sabiendo qué hacer con esas historias,
las reportaría, como casos, en la literatura de
entonces.
Más adelante, temiendo
críticas se retractó. (Véase la obra citada
anteriormente de J. Moussaieff Masson).
Sin embargo, sus descubrimientos, que
él llamara cruciales, fueron la sexualidad infantil y el
Complejo de Edipo.
Lucrezia Borgia por L.
Cranach
Animado por esta nuevas nociones, Freud se
vería impulsado a redefinir sus formulaciones
teóricas originales, abandonando la seducción
infantil, como ya hemos visto.
El caso de
Jenny
Nos llegó por ser bulímica.
Hija única. Tragedia, sino griega, por lo menos
norteamericana del siglo XX.
Ambos padres eran médicos.
Inmigraron de Irlanda a América en búsqueda del
"sueño americano". El que pronto encontraron,
estableciéndose en una urbe donde los católicos
eran preponderantes.
Las monjas del hospital donde ejercieran
los acogerían muy bien. Ya que la Abadesa, Sor Rock, les
facilitó todo lo necesario para que hicieran una fortuna
entre ambos.
Pero la buena suerte no estaba en los
astros para ellos. Shannon, la esposa, murió joven de
carcinoma del seno. Lo que dejaría a Jenny y a Patrick en
la peculiar situación de compartir el duelo y una inmensa
mansión donde todo abundaba.
Jenny se dedicó a los catorce
años a ser su padre acompañante y amiga. Lo puso a
dieta, lo hizo correr con ella todos los días y lo
acompañaba al trabajo si su horario escolar lo
permitía.
Patrick perdió de peso, lucía
revigorizado, como nunca antes. Habiendo adelgazado, se
sentía feliz. (Véanse mis muchos artículos
acerca del adelgazamiento en monografías.com y
Psikis).
El incesto ocurrió en la piscina, de
modo "natural" como ambos lo describieran. No les pareció
anormal, hasta que un vecino sospechoso, descubriendo actividad
extraña en el área descrita, llamó la
policía.
El infierno que ambos, padre e hija,
confrontarían, ni Dante pudo imaginar.
Durante la terapia, Jenny decía, "yo
me sentía muy especial. Era mi padre, pero lo amaba y lo
necesitaba. Sabía que él a mí también
me necesitaba… ¿A quiénes hicimos
daño?".
El lector, en este caso, tiene la
palabra.
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca